Peugeot ha presentado el Polygon Concept, un prototipo que actúa como laboratorio de ideas para la próxima generación de vehículos eléctricos de la marca.
Con menos de cuatro metros de longitud, unos cinco centímetros más corto que el actual E-208, este estudio de diseño adelanta las líneas maestras del lenguaje formal que llegará en 2027. La propuesta combina una arquitectura compacta, un nuevo concepto de puesto de conducción y una filosofía de fabricación que busca reducir materiales, piezas y complejidad.
Diseño exterior y lenguaje formal
El Polygon Concept reinterpreta el canon estético de Peugeot con una lectura más geométrica y felina. Su silueta tensa y de proporciones limpias evita los volúmenes superfluos y apuesta por superficies simples, con aristas precisas que refuerzan su compacidad.
El frontal abandona el motivo vertical de las tres garras luminosas para adoptar una firma horizontal a base de micro-LED. Las líneas de luz recorren la anchura del coche y se replican en la trasera, generando una identidad visual continua.
Esta nueva disposición horizontal refuerza la percepción de estabilidad y conecta con un lenguaje más tecnológico. Además, las tres franjas pueden modificarse en color y motivo cuando el vehículo está detenido, introduciendo un componente expresivo que también se extiende al entorno.
En el pilar C, una pequeña pantalla integrada junto a la toma de carga muestra el estado de la batería. La suma de estos elementos define un estilo más puro, casi arquitectónico, que sustituye la ornamentación por la precisión.
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Hipercuadro y dirección electrónica
La pieza central del proyecto es el volante rectangular Hypersquare, un componente que resume el cambio de paradigma en la interfaz hombre-máquina de Peugeot. Su forma cuadrada con esquinas redondeadas rompe con más de un siglo de tradición y se combina con la dirección electrónica steer-by-wire, un sistema sin conexión mecánica entre volante y ruedas.
El Hypersquare limita la rotación a 170 grados por lado y ajusta su respuesta en función de la velocidad. En maniobras urbanas ofrece un giro rápido, mientras que en carretera transmite una dirección más precisa y progresiva.
Peugeot explica que el sistema filtra las vibraciones indeseadas, pero conserva la respuesta útil del asfalto. Hasta ahora, soluciones similares solo habían llegado al Tesla Cybertruck y al Lexus RZ, lo que sitúa a la marca francesa entre los primeros fabricantes europeos en trasladar esta tecnología al segmento compacto.
El Hypersquare incorpora cuatro mandos circulares en sus esquinas. Desde ellos se controlan las funciones principales sin retirar las manos del volante. “Hypersquare, combinado con la dirección electrónica Steer-by-Wire, es el corazón de la nueva generación del Peugeot i-Cockpit”, explican desde la firma francesa. Con este dispositivo, la marca busca una conducción más ágil y una comunicación directa entre conductor y vehículo.
Un i-Cockpit sin pantallas
El Polygon Concept suprime las pantallas tradicionales y proyecta toda la información sobre el parabrisas mediante un panel micro-LED situado tras el volante. La superficie proyectada equivale a 31 pulgadas y varía según el modo de conducción: Cruise, Fun o Hyper. La visualización cambia la disposición gráfica y el color del entorno interior y exterior, creando una atmósfera coherente entre ambos espacios.
Este sistema concentra la atención del conductor en la línea de visión y reduce la necesidad de desviar la mirada. “Con el Peugeot Polygon Concept, el parabrisas se convierte en la pantalla”, indica la marca. La información visible desde el exterior, incluso cuando el vehículo está detenido, convierte el coche en un objeto comunicativo, un principio que combina diseño, interfaz y expresión digital.

Materiales y sostenibilidad
El Polygon Concept incorpora una estructura simplificada con menos piezas y un uso extensivo de materiales reciclados. El barniz del interior incluye compuestos procedentes de neumáticos usados, mientras que el suelo, el techo y los paneles de las puertas emplean un tejido forjado fabricado a partir de asientos de vehículos Peugeot fuera de uso.
Los asientos representan uno de los mayores avances en sostenibilidad aplicada al diseño. Están formados por una carcasa de plástico reciclado (R-PET) impresa en 3D por la empresa española Nagami y una espuma moldeada desarrollada por la belga Sixinch. Ambas piezas se ensamblan sin tapizados adicionales y pueden sustituirse fácilmente por variantes de distinto color o forma. La construcción se reduce a tres componentes: carcasa, estructura y espuma, lo que simplifica la fabricación y el reciclaje.
Las cubiertas de las ruedas siguen el mismo principio: se producen mediante impresión 3D con plástico reciclado y un sistema de fijación integrado. Todo el coche utiliza un número reducido de elementos, lo que disminuye el peso, agiliza el montaje y facilita el desmontaje al final de su vida útil.
Personalización y modularidad
El Polygon lleva la personalización a un nivel estructural. Tanto el volante Hypersquare como los tapacubos y elementos del salpicadero pueden reemplazarse en minutos, adaptando el coche al gusto del usuario. Esta modularidad extiende la vida útil del vehículo y permite actualizar su estética o ergonomía sin intervenir en el conjunto.
El prototipo introduce también una colaboración con Goodyear para crear neumáticos grabados mediante láser, capaces de mostrar patrones de color y de informar sobre su estado mediante la tecnología SightLine. Esta herramienta comunica en tiempo real la presión y la adherencia a través del sistema interior de proyección, reforzando la conexión entre forma, función y seguridad.
En el habitáculo, Peugeot ha explorado nuevas posibilidades de configuración. El salpicadero incluye puntos de anclaje para accesorios personales como teléfonos, mochilas o monopatines, una idea que traduce el concepto de diseño modular al uso cotidiano. Las dos grandes puertas de ala de gaviota sustituyen al esquema tradicional de cuatro y generan una entrada amplia a un espacio continuo, iluminado por un techo acristalado que elimina el pilar central.

El laboratorio del futuro compacto
El Polygon Concept funciona como un anticipo técnico y formal del próximo E-208, que debutará sobre la plataforma STLA Small a partir de 2027. Las soluciones más plausibles (dirección electrónica, volante rectangular, Head-up Display integral y fijaciones modulares) apuntan hacia una industrialización realista, mientras que los elementos más radicales, como las puertas de ala de gaviota o la proyección micro-LED exterior, se entienden como gestos experimentales.
Más que un concept car, el Polygon representa un manifiesto de diseño y fabricación. Reduce el número de componentes, redefine la interfaz hombre-máquina y propone una estética de precisión geométrica. Además, consolida la transición de Peugeot hacia un lenguaje visual horizontal y una experiencia digital que integra exterior e interior como un único espacio perceptivo.
El resultado es un compacto de laboratorio que anticipa cómo la marca francesa entiende el equilibrio entre tecnología, sostenibilidad y emoción formal en la era eléctrica.