Elegancia, innovación y visión de futuro. Estas tres palabras resumen perfectamente nuestra experiencia en la "Pininfarina Week" que estos días se celebra en el Museo Nacional del Automóvil de Turín. Hemos podido contemplar en primera persona, de la mano de nuestro compañero Dominico Lee, seis creaciones extraordinarias que repasan casi un siglo de historia de una firma que ha redefinido lo que entendemos por belleza automovilística.
Turín es, sin duda, una de las capitales mundiales del automóvil. Esta ciudad del norte de Italia, cuna de FIAT y epicentro de la industria automovilística italiana durante décadas, alberga también el magnífico Museo Nacional del Automóvil (MAUTO), una institución con casi un siglo de historia que hoy visitamos para sumergirnos en un nombre mítico: Pininfarina.
El MAUTO: Un templo de cuatro ruedas
Antes de adentrarnos en las maravillas de Pininfarina, vale la pena recordar el extraordinario marco que acoge esta exposición. El MAUTO nació en 1933 de la mano de Carlo Biscaretti di Ruffia, pionero de la industria automovilística italiana, aunque no fue inaugurado oficialmente hasta el 3 de noviembre de 1960.
Tras una profunda renovación, el museo reabrió sus puertas en 2011 con un nuevo diseño expositivo a cargo de François Confino, que transformó completamente la experiencia del visitante. Hoy, el MAUTO exhibe cerca de 200 automóviles originales que abarcan desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, convirtiéndolo en uno de los espacios museísticos automovilísticos más importantes del mundo.

La majestuosa Plaza central del Museo es precisamente el espacio elegido para acoger esta exposición temporal que celebra los 95 años de Pininfarina. Un espacio diáfano y luminoso que realza aún más la belleza de las seis creaciones expuestas.
Battista "Pinin" Farina: El nacimiento de una leyenda
Para entender el fenómeno Pininfarina hay que remontarse a 1930, cuando Battista Farina, conocido como "Pinin" (el pequeño, en dialecto piamontés), fundó su propia empresa carrocera en Turín. Nacido en 1893 como el décimo de once hermanos, Battista comenzó a trabajar con solo 12 años en el taller de su hermano Giovanni, quien dirigía Stabilimenti Farina.
La pasión, el talento y una visión única del diseño automóvil llevaron a Battista a crear su propia empresa. Un riesgo que tomó en plena crisis económica mundial y que, contra todo pronóstico, resultó ser el inicio de una de las firmas de diseño más influyentes de la historia.

En 1961, el presidente de Italia, Giovanni Gronchi, reconoció formalmente el apellido "Pininfarina", uniendo oficialmente el apodo con el apellido original. Un cambio que reflejaba cómo el sobrenombre había trascendido para convertirse en una marca reconocida mundialmente.
La relación de Pininfarina con Ferrari, iniciada en 1951, marcaría profundamente la historia de ambas compañías. Las colaboraciones con Alfa Romeo, Lancia, Maserati, y posteriormente con fabricantes internacionales como Peugeot, Cadillac o Honda, consolidarían su prestigio global.
Lo que distinguió a Pininfarina desde el principio fue su capacidad para combinar la tradicional artesanía italiana con los avances tecnológicos de cada época, creando diseños que resultaban innovadores sin perder elegancia y atemporalidad. Esta filosofía sigue viva hoy, como hemos podido comprobar en nuestra visita.
Honda HP-X (1984): La aerodinámica hecha arte
El Honda HP-X (Honda Pininfarina eXperimental) nos recibe como una auténtica declaración de intenciones. Este prototipo de 1984 fue el primer fruto de la colaboración entre el fabricante japonés y la casa de diseño italiana, y representó un verdadero punto de inflexión en la concepción aerodinámica de los automóviles.

Al contemplarlo, lo primero que sorprende es su coeficiente aerodinámico extremadamente bajo para la época: 0,25 Cx. Un valor que muchos coches actuales, cuatro décadas después, aún no consiguen igualar. Su silueta estilizada, con una línea de techo descendente que fluye hacia la parte trasera, revolucionó las convenciones estéticas de su tiempo.
El HP-X estaba propulsado por un motor V6 DOHC de 2,0 litros montado centralmente, que desarrollaba aproximadamente 190 CV. Leonardo Fioravanti, uno de los diseñadores más brillantes de Pininfarina y responsable de varios Ferrari icónicos, lideró el proyecto, creando un vehículo que anticipaba el legendario Honda/Acura NSX que llegaría años después.

Lo que más nos impresiona al verlo hoy es su absoluta modernidad. Sus líneas limpias, la forma en que la carrocería parece tallada por el viento, y su cabina avanzada hacia delante parecen de un coche conceptual actual, no de uno con más de 40 años de antigüedad.

Sintesi (2008): Anticipando el futuro de la movilidad
Avanzamos en el tiempo y nos encontramos con el Sintesi, un concept car presentado en el Salón de Ginebra de 2008 que planteaba una visión radicalmente nueva de la arquitectura automovilística.
El Sintesi no era simplemente un ejercicio estético, sino una completa reimaginación del automóvil desde sus fundamentos. Su diseño "de fuera hacia dentro" abandonaba las limitaciones tradicionales de un motor voluminoso central o delantero, distribuyendo cuatro pilas de combustible cerca de las ruedas. Esto permitió a los diseñadores crear un habitáculo sorprendentemente espacioso para cuatro ocupantes en un vehículo de líneas deportivas y bajas.

Este prototipo incorporaba tecnologías visionarias como el sistema "Liquid Packaging Concept", que distribuía las funciones mecánicas por todo el vehículo en lugar de concentrarlas en un solo punto, y el "Vehicle-to-Vehicle" (V2V), un sistema de comunicación entre vehículos que hoy, en 2025, comienza a ser estándar en muchos automóviles de producción.
Al observarlo detenidamente, apreciamos cómo sus 4,85 metros de longitud se integran en una silueta fluida, con puertas de apertura en ala de mariposa y un interior futurista dominado por interfaces digitales. Su carrocería, que combinaba superficies transparentes y opacas, creaba un juego de luces y sombras que enfatizaba su carácter futurista.

Liderado por el director de diseño de entonces, Lowie Vermeersch, el Sintesi incorporaba también un sistema denominado "Transparent Mobility", una idea precursora que anticipaba los sistemas de conducción semiautónoma que hoy conocemos.
2uettottanta (2010): La reinterpretación de un mito
La nostalgia nos invade al situarnos frente al 2uettottanta, un concept car que Pininfarina presentó en el Salón de Ginebra de 2010 para conmemorar el 80º aniversario de la firma y el centenario de Alfa Romeo. Su nombre juega con la palabra italiana "duetto" (dúo) y la cifra 80, en referencia a ambas celebraciones.
Este roadster biplaza captura perfectamente la esencia del legendario Alfa Romeo Spider "Duetto" de 1966, también diseñado por Pininfarina, pero reinterpretándolo con un lenguaje contemporáneo. Sus dimensiones contenidas (4,23 metros de longitud), su baja altura (1,28 metros) y su aspecto atlético recuerdan al original, pero con una sofisticación técnica propia del siglo XXI.

El color rojo intenso, denominado "Fluid Metal" específicamente desarrollado para este vehículo, realza sus líneas sinuosas y refuerza su carácter pura sangre italiano. El frontal, con la inconfundible parrilla triangular de Alfa Romeo (el "scudetto"), establece un diálogo entre tradición y modernidad que define todo el vehículo.
Bajo su capó, el 2uettottanta incorporaba un motor de 1.750 cc turbo de gasolina, una clara referencia al histórico "1750" de Alfa Romeo de finales de los 60. El interior minimalista pero lujoso, con detalles en aluminio y piel, completaba una experiencia sensorial total.

Lo que más nos impresiona al contemplarlo es cómo Pininfarina logró capturar la esencia romántica del roadster clásico italiano sin caer en el pastiche retro, creando en cambio un objeto de deseo perfectamente contemporáneo que nunca llegó a producción, para desgracia de los entusiastas.
Sergio (2013): El tributo emocional
Pocos vehículos concentran tanta carga emocional como el Sergio, un espectacular barchetta sin parabrisas que Pininfarina presentó en el Salón de Ginebra de 2013 como homenaje a Sergio Pininfarina, hijo del fundador y presidente de la compañía durante 40 años, fallecido en 2012.

Basado en la mecánica del Ferrari 458 Spider, el Sergio es pura emoción sobre ruedas. Su carrocería, desprovista de parabrisas y con un perfil extremadamente bajo, evoca los barchettas de competición de los años 50, pero con un lenguaje de diseño absolutamente contemporáneo. Sus dos asientos integrados parecen flotar en la estructura y están protegidos por cascos específicos integrados en los reposacabezas.
La ausencia de parabrisas no es una mera decisión estética, sino una declaración de pureza y radicalidad que conecta directamente con la experiencia de conducción más primigenia. Para compensar, los ingenieros de Pininfarina diseñaron un sofisticado sistema aerodinámico que crea una "burbuja virtual" que desvía el flujo de aire por encima de los ocupantes.

Lo que no esperábamos descubrir es que, aunque inicialmente se presentó como un ejercicio de estilo, el impacto del Sergio fue tal que Ferrari decidió producir seis unidades exclusivas en 2015, cada una personalizada según los deseos de clientes especialmente seleccionados, a un precio que se rumoreaba cercano a los 3 millones de euros.
El color rojo Ferrari combinado con detalles en negro mate y fibra de carbono potencia su carácter dramático, mientras que las llantas asimétricas de cinco radios aportan un toque distintivo adicional. Contemplarlo es entender por qué Sergio Pininfarina solía decir que "un bello coche es aquél que resulta bello incluso sin moverse".
Morgan Midsummer (2024): Tradición e innovación británico-italiana
La sorpresa de la exposición es, sin duda, el Morgan Midsummer, un roadster fuera de serie que realiza aquí su presentación oficial en Italia. Fruto de la colaboración entre el tradicional fabricante británico Morgan y Pininfarina, este vehículo representa un fascinante diálogo entre la artesanía tradicional británica y la elegancia del diseño italiano.

Basado en la plataforma del Morgan Plus Six, el Midsummer conserva elementos característicos de la marca como el largo capó, los guardabarros prominentes y la parrilla frontal icónica, pero reinterpretados con la sutileza y fluidez típicas de Pininfarina.
Lo que más nos llama la atención es cómo los diseñadores italianos han respetado el ADN profundamente tradicional de Morgan (que sigue utilizando madera de fresno en sus estructuras) mientras introducen elementos contemporáneos como las luces LED de firma distintiva, una línea de cintura más dinámica y un interior que combina la artesanía clásica con interfaces digitales discretamente integradas.

Bajo el capó, el Midsummer conserva el potente motor BMW de seis cilindros en línea turboalimentado de 3.0 litros que desarrolla 335 CV, suficientes para catapultar este ligero roadster (pesa menos de 1.100 kg) de 0 a 100 km/h en apenas 4,2 segundos.
Producido en una edición limitada de solo 15 unidades, cada una personalizada según los deseos de su propietario, el Morgan Midsummer representa una colaboración única entre dos casas que valoran la exclusividad, la artesanía y el carácter por encima de todo. Un ejercicio de estilo que demuestra cómo Pininfarina puede adaptar su lenguaje a diferentes culturas automovilísticas manteniendo su esencia.
Automobili Pininfarina Battista Novantacinque (2025): El futuro eléctrico
Culminamos nuestro recorrido con la joya de la corona: el Battista Novantacinque, una versión especial del hipercoche eléctrico de Automobili Pininfarina creada específicamente para conmemorar el 95º aniversario de la firma.
El Battista base ya es, por derecho propio, un hito tecnológico. Nombrado en honor al fundador de la compañía, Battista "Pinin" Farina, este hipercoche totalmente eléctrico produce la asombrosa cifra de 1.900 CV gracias a sus cuatro motores eléctricos (uno por rueda). Capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2 segundos y alcanzar velocidades superiores a los 350 km/h, el Battista redefine lo que un vehículo eléctrico puede lograr.
La versión Novantacinque que tenemos ante nosotros presenta una librea exclusiva en dos tonos que combina un azul profundo, denominado "Iconica Blu", con detalles en un tono plateado llamado "Argento Liquido", ambos desarrollados específicamente para esta edición limitada a solo 5 unidades. Los acabados incluyen fibra de carbono a la vista con un patrón único y detalles en aluminio anodizado con el número 95 grabado discretamente.
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Lo realmente fascinante del Battista Novantacinque es que representa la evolución completa de Pininfarina: de ser un carrocero que diseñaba para otros fabricantes a convertirse en una marca de automóviles por derecho propio. Automobili Pininfarina, fundada en 2018 como una empresa separada respaldada por el conglomerado indio Mahindra, materializa el sueño que el propio Battista tuvo de producir coches con su nombre.
El chasis monocasco de fibra de carbono, desarrollado en colaboración con Rimac, alberga una batería de 120 kWh que proporciona una autonomía de hasta 500 kilómetros. Cada detalle, desde la signoide Pininfarina que recorre el lateral hasta las aletas activas integradas en la parte trasera, combina funcionalidad aerodinámica con belleza escultórica.
El interior, que desafortunadamente solo podemos vislumbrar a través de las ventanillas, es una obra maestra de minimalismo lujoso, con dos pantallas flanqueando el volante y materiales sostenibles seleccionados a mano que reflejan el compromiso de la marca con la responsabilidad ambiental sin comprometer la exclusividad.
Una experiencia que permanece
Mientras abandonamos el MAUTO, no podemos evitar mirar atrás una última vez para contemplar estos seis vehículos que representan mucho más que simple metal, plástico y fibra de carbono. Son manifestaciones tangibles de una visión, la de crear belleza atemporal a través de la innovación.
La exposición permanecerá abierta hasta mañana, 23 de mayo, ofreciendo a los visitantes una oportunidad única para contemplar estas seis creaciones excepcionales en un solo espacio. Una experiencia imprescindible para cualquier amante del diseño, la ingeniería o, simplemente, de las cosas bellas.
Porque, como dijo una vez Sergio Pininfarina: "La belleza es el primer valor que un objeto pierde cuando cambia la moda; pero cuando algo es verdaderamente bello, el tiempo pasa, pero su belleza permanece". Y esto es, precisamente, lo que hemos comprobado hoy en el MAUTO de Turín: la belleza atemporal de Pininfarina ha superado la prueba del tiempo y se proyecta con fuerza hacia el futuro.