Análisis y diseño del nuevo Alfa Romeo 33 Stradale

El legendario Tipo 33

En 1967, Alfa Romeo introdujo el Tipo 33/2 en el Campeonato Mundial de Marcas de la FIA. Este automóvil estaba equipado con un motor V8 de 2.0 litros y destacó por su ligereza y agilidad. El equipo Alfa Romeo logró varios éxitos notables en las carreras de resistencia, incluyendo victorias en Targa Florio y Nürburgring y a lo largo de los años continuó evolucionando con nuevas versiones. El Tipo 33/3, por ejemplo, presentaba un motor V8 de 3.0 litros y logró una serie de victorias en carreras importantes como las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring. Esta versión fue aún más exitosa y aumentó la reputación del Tipo 33.

El Alfa Romeo Tipo 33 Stradale hizo su primera aparición en 1967, como un automóvil deportivo homologado para el uso en carretera y el diseño a cargo de Franco Scaglione. Basado en el chasis del Alfa Romeo 33/2 y fabricado por la antigua “Autodelta” (antiguo departamento de competición de Alfa Romeo).

Este vehículo de carretera era extremadamente exclusivo, con solo 18 unidades producidas, y estaba destinado a competir con otros autos deportivos de lujo de la época. El motor es el mismo bloque del 33/2 (un V8 a 90º con 1995cm3 de cilindrada) con la diferencia de la potencia máxima entregada que se reducía hasta los 230 cv.

A medida que avanzaban los años, Alfa Romeo continuó desarrollando el Tipo 33 en varias iteraciones, incluyendo el Tipo 33 TT 12. Este modelo fue especialmente exitoso en las carreras de resistencia a mediados de la década de 1970, ganando el Campeonato Mundial de Marcas en 1975. Su motor flat-12 de 3.0 litros y su diseño aerodinámico lo convirtieron en un contendiente formidable. El Alfa Romeo Tipo 33 dejó de competir en la década de 1970, pero su legado perdura como uno de los coches de carreras más icónicos de Alfa Romeo.

El resurgir de la “fuoriserie”

Serie limitada en 33 unidades

Ahora, Alfa Romeo revela el renacimiento de la "fuoriserie" (fabricación a medida) con el 33 Stradale, un auténtico manifiesto que demuestra las capacidades actuales y futuras de la marca italiana en términos de estilo y experiencia de conducción. Este exclusivo cupé biplaza será producido en una serie limitada de tan sólo 33 unidades, con un proceso artesanal único que combina la herencia y el futuro de la marca, representando así la deportividad italiana en su máxima expresión.

El objetivo del nuevo 33 Stradale, según Alfa Romeo, es brindar la experiencia de conducción más emocionante y capturar el encanto inmortal de un icono, destinado a un selecto grupo de apasionados que han creído en este proyecto desde su inicio. La creación de este nuevo modelo se llevó a cabo en la recién inaugurada "Bottega" Alfa Romeo, donde los diseñadores, ingenieros y expertos en la historia de la marca primero escucharon a los posibles compradores y luego, de manera colaborativa, dieron vida al automóvil. Este proceso recuerda a las boutiques artesanales del Renacimiento y a los talleres de carroceros italianos de renombre de los años 60.

Artesanía e innovación

Los clientes colaboran con el equipo de desarrollo

La nueva "fuoriserie" (fabricación personalizada) limitada a 33 unidades, brinda a los clientes la oportunidad de colaborar con el equipo de desarrollo de Alfa Romeo para diseñar elementos estilísticos funcionales. Esto incluye tomas de aire, ruedas e incluso el distintivo escudo frontal. Como resultado, no habrá dos idénticos en el mundo, convirtiéndolos en auténticas obras maestras "sobre ruedas" con la aspiración de inscribirse en la historia de Alfa Romeo.

Esta excepcional singularidad también se refleja en un proceso exclusivo que permite a los clientes "firmar" personalmente el número de chasis. Este número de chasis específico consta de ocho dígitos elegidos por el cliente y se graba en el túnel central del vehículo. Con una sólida experiencia en la creación de automóviles personalizados de la más alta gama, Alfa Romeo ha optado por asociarse con la artesanía de la Carrozzeria Touring Superleggera para la fabricación de estos vehículos. De esta manera, se garantiza un nivel de calidad a medida y una meticulosa atención al detalle.

Mismo chasis, dos tecnologías

Para la creación del 33 Stradale el equipo de Alfa Romeo ha establecido un objetivo ambicioso: proporcionar una experiencia de conducción que rivalice con la de un vehículo de pista, pero en un modelo adecuado para el uso cotidiano en carretera, sin sacrificar la comodidad y la seguridad en el día a día. Incorporando lo mejor de la ingeniería Alfa Romeo, reflejado en su sofisticada suspensión de doble brazo con amortiguadores activos y en la evolución del motor 2.9 V6.

Esta nueva edición especial de Alfa Romeo se puede equipar con el bloque “Nettuno” con 6 cilindros en V biturbo con una potencia de más de 620 CV o una configuración totalmente opuesta, una mecánica eléctrica con tres motores eléctricos que suman más de 750 CV. En ambas versiones, las prestaciones son excepcionales, alcanzando una velocidad máxima de 333 km/h y acelerando de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.

La suspensión de doble brazo con amortiguadores activos y el sistema de eje delantero elevable garantizan una maniobrabilidad óptima y un confort sobresaliente. Además, el sistema de frenado Alfa Romeo Brake-By-Wire y los frenos carbocerámicos Brembo proporcionan un rendimiento de alto nivel.

Tomando la plataforma del Maserati MC20, la estructura del vehículo se basa en un chasis en forma de H fabricado en aluminio y un monocasco de fibra de carbono que asegura tanto rigidez como ligereza. Para garantizar una mayor seguridad se ha diseñado una estructura del techo en fibra de carbono y aluminio, que incorpora puertas con apertura tipo alas de mariposa. Los marcos de las ventanillas también están confeccionados en fibra de carbono, y la luneta trasera es de policarbonato.

Diseño

Producido por el Centro Stile de Alfa Romeo, el diseño rinde homenaje al icónico modelo de 1967 al enriquecer su belleza escultural con elementos inspirados en el nuevo lenguaje estilístico de Alfa Romeo. El diseño exterior logra un equilibrio excepcional entre proporciones, volúmenes y tratamiento de las superficies, estableciéndose como el epítome de la "belleza esencial" que define a Alfa Romeo. Mientras que el interior resulta un equilibrio entre minimalismo y la herencia estética y técnica que distingue al 33 Stradale original.

Frontal

El frontal presenta un volumen potente y musculoso, en el que destaca el uso de diferentes elementos que recuerdan al 33 Stradale original como el icónico “scudetto” insertado en la parrilla ovalada, esta vez siendo retroiluminado o las formas complejas de los faros, con base elíptica rodeada por finas líneas LED. En el interior del foco se disponen dos líneas LED horizontales y una en diagonal en vez de los dos focos originales.

Lateral

El lateral es dinámico y esbelto, acompañado de puertas con apertura vertical y dos grandes entradas de aire laterales. La carrocería está proyectada hacia delante y las superficies modeladas según los criterios típicos de la expresión formal de Alfa Romeo hacen de este un diseño claramente continuista respecto al 33 Stradale original. Además, gracias a la apertura angular de las puertas y a la gran parte acristalada del techo, el conductor puede disfrutar de una vista muy similar a la de la cabina de un avión. Por último las llantas de tipo “teléfono” son un claro homenaje al estilo de llanta usado por la firma de Milán a lo largo de las décadas.

Trasera

La trasera se corta al estilo “coda tronca” al igual que en el 33 Stradale. A diferencia del modelo de 1967, las ópticas no son completamente redondas sino que éstas obtienen un corte en diagonal en su parte superior. Bajo la inscripción Alfa Romeo se realiza un corte en V para dejar paso a una rejilla. La parte baja de la trasera culmina con un gran difusor funcional terminado en carbono y dos salidas de escape a cada lado de la trasera.

Interior

El habitáculo, diseñado con el propósito de reducir al mínimo los componentes que pudieran distraer al conductor, se termina con un número de mandos reducido en la consola central para evitar dichas distracciones y aumentar así el minimalismo.

A modo de “cupolino” se dispone una pantalla tras el volante, cuyo diseño en 3D se disponen de manera digital elementos como el velocímetro o el cuentarrevoluciones. El volante, con ausencia total de botones o mandos, busca elevar el placer de conducción. Al igual que en la cabina de un avión, los mandos están situados a distintos niveles en la parte baja de la consola central y en un plano superior, instalados en el revestimiento central del interior del techo. Los interiores están disponibles en dos niveles de acabado: "Tributo" y "Alfa Corse".

¿Verdadero homenaje al 33 Stradale?

En los últimos años en la automoción son muchos los supuestos homenajes que hacen gala de nombres de modelos legendarios, pero en muchas ocasiones estos homenajes suelen ser un sucedáneo, aún teniendo en cuenta los procesos de homologación y leyes actuales que complican más si cabe realizar un producto con guiños al pasado.

En este caso, teniendo en cuenta que la marca italiana ha decidido partir del chasis del Maserati MC20, pudiendo obtener así la dualidad de mecánica convencional o mecánica eléctrica, y además de aprovechar una plataforma ya existente en el grupo, resulta inteligente el movimiento de la marca, teniendo en cuenta el resultado final del vehículo.

Considerando aspectos como las similitudes con el modelo original, la completa renovación del interior y el tributo al coche mencionado, así como el volumen de unidades producidas, el 33 Stradale se convierte en un auténtico homenaje al vehículo fabricado en 1967.