La operadora española ha presentado una app turística basada en realidad aumentada para Segovia que recrea hitos históricos vinculados con la ciudad y con Isabel la Católica Los operadores quieren calentar el terreno antes de desplegar las infraestructuras necesarias para la nueva generación de telefonía móvil. El 5G traerá instantaneidad en la transmisión de datos […]
La operadora española ha presentado una app turística basada en realidad aumentada para Segovia que recrea hitos históricos vinculados con la ciudad y con Isabel la Católica
Los personajes que aparecen en las animaciones están recreados al estilo de los títeres; no en vano, Segovia es sede de Titirimundi, uno de los grandes festivales mundiales de marionetas. En la fotografía, con el fondo del acueducto, aparece el autor de este blog rodeado de los protagonistas de las historias recogidas en la app: Isabel la Católica, su hermano Enrique, el juglar que interpreta las presentaciones… Es una de las posibilidades de la app, una sesión de fotos con ellos por separado o en grupo.
Los operadores quieren calentar el terreno antes de desplegar las infraestructuras necesarias para la nueva generación de telefonía móvil. El 5G traerá instantaneidad en la transmisión de datos y multiplicará enormemente el número de equipos conectados simultáneamente, pero hay que modificar o cambiar antenas… invertir de nuevo en infraestructuras. Pero, ¿para qué va a servir esa mayor velocidad, ancho de banda y miles de dispositivos conectados? ¿Es necesario el 5G? ¿Cuáles serán las aplicaciones que justifiquen las inversiones?
El paso de la cuarta a la quinta generación de telecomunicaciones móviles no es sólo más velocidad. Antes se ponía el ejemplo de que te podías descargar una película en un puñado de segundos. Eso está superado. Ahora se trata de posibilitar acciones que requieren que no exista latencia (o que se pueda medir en pocos milisegundos). ¿Ejemplos? Intervenciones quirúrgicas asistidas a distancia, conducción realmente autónoma o los videojuegos.
La historia en la pantalla
Telefónica ha presentado otro caso de uso: una aplicación para móvil, tableta y gafas de realidad aumentada. Se trata de recrear en la pantalla del dispositivo diversos hitos históricos acaecidos en Segovia (el reencuentro entre Isabel de Castilla con su hermano Enrique, la coronación de la reina Isabel, el juramento del fuero de la ciudad…), así como una explicación del acueducto, tanto la parte visible como la soterrada, superponiéndolos al entorno real.
Es sólo un ejemplo, porque a la app le falta bastante desarrollo, tanto en integración como en algunas de las animaciones explicativas. Pero, ¿ejemplo de qué? ¿Qué pinta aquí el 5G?
Primero una explicación previa. En realidad, la demo no se realizó sobre 5G -Telefónica está trabajando en sus pilotos 5G fundamentalmente en dos ciudades: Talavera y Segovia, además de experiencias en Madrid, Barcelona o Galicia- sino lo que han bautizado como 4.9 G, es decir, una aproximación sobre redes 4G a lo que podría ser 5G y que ha conseguido en modo laboratorio superar el giga.
Una de las cosas que va a permitir la nueva generación de telefonía móvil es que las aplicaciones o los contenidos estén en la nube. En este caso, la aplicación estaba descargada en tablets, pero las secuencias de realidad aumentada, no. Se verían en streaming, directamente desde la nube. Pero, ¿por qué no descargarlas? Estas aplicaciones están dirigidas a visitantes y, en principio, sólo funcionarían en el entorno predefinido. Por ejemplo, sólo se podrá activar la escena de la coronación de Isabel como reina de Castilla si estamos ante la iglesia de San Miguel de Segovia, por lo tanto, ¿para qué descargar decenas de megas al móvil si no la vamos a poder usar más? Tiene todo el sentido que esté en la nube y se vean desde allí. Y para que fluyan sin tirones hace falta una conexión como la que proporcionará el 5G. Eso sí, para empezar a ver el 5G en todo su esplendor tendremos que esperar aún un par de años, por lo menos.
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