La historia de los cinco Ferrari 250 GT TdF Zagato

A pesar de las múltiples carroceras asociadas a la marca Ferrari como Ghia, Pininfarina, Vignale, Touring Superleggera y Scaglietti, la buena relación entre Enzo Ferrari y Ugo Zagato hizo formar una serie de vehículos exclusivos pasando a la cúspide de la elegancia y deportividad a lo largo de la historia del automóvil. Una de las múltiples colaboraciones entre ambas firmas italianas fue la más exitosa de todas, solo para los clientes más distinguidos.

Partiendo de la base del modelo icónico clásico Ferrari 250 GT con silueta Tour de France tipo “berlinetta”, término italiano utilizado para designar a la forma coupe particular de la marca, propulsado por un motor V12 el cual desarrolla 240 CV de potencia, que prácticamente ya tenía el éxito asegurado, el carrocero italiano Zagato fabricó solamente cinco ejemplares con un chasis de batalla larga de baja resistencia aerodinámica usando técnicas aeronáuticas de peso ligero. Además, la carrocera italiana estaba abierta a sugerencias por parte de los clientes que deseen adquirirlo, añadiendo su toque único y especial a su preciada unidad.

Diseño elegante y deportivo

Todas las 5 versiones fabricadas por Zagato fueron diseñadas exclusivamente a petición del cliente, partiendo de un diseño en común que variaba en detalles según cada versión pero siempre manteniendo la carrocería base Long Wheel Base (LWB) o batalla larga. Su distintivo techo con forma de dos burbujas, el pilar trasero, las rejillas laterales, la silueta baja del cuerpo del vehículo, los parachoques cromados y las llantas de tipo multiradio son elementos que han utilizado en las diferentes versiones, algunas ligeramente alteradas para su exclusividad y gusto del propietario.

Presenta una carrocería muy estilizada con multitud de curvas en comparación con el modelo original de Ferrari, un capó con líneas definidas más curvilíneas a la par de una toma de aire bien estudiada que ensalzan la belleza de esta creación. Las manillas de las puertas acompañando a la estética elegante y lujosa se enrasaron a la carrocería para favorecer la aerodinámica.

El logo con la letra “Z” de Zagato se dispuso en los laterales justo encima de las rejillas, añadiendo valor histórico y artesanal al modelo. Los guardabarros traseros o aletas posteriores fueron una parte que resultó inalterada en todas las versiones, un claro ejemplo del estudio de aerodinámica que conllevo la fabricación de esta carrocería ligera.

En cuanto a los interiores, variaron desde los más lujosos y elegantes hasta los más básicos y austeros, dependiendo el enfoque y su uso que iba destinado a cada unidad. El equipo de diseño de Zagato elaboró a mano todo el tapizado interior, las costuras internas, las alfombrillas de terciopelo y el cuero de alta calidad en consonancia a la gama cromática del vehículo, creando una obra artística dentro de un automóvil deportivo de lujo a nivel de unos pocos-

1956 “Berlinetta” Chasis #0515GT

El modelo Berlinetta fue diseñado tanto para carreras como para participar en concursos de elegancia

Apodado como “El Berlinetta”, fue exclusivamente encargado para uno de los mejores clientes de Ferrari, el piloto de carreras de éxito, Vladimiro Galluzzi, quien pagó la cifra de 3.900.000 liras (200 000 euros) por su adquisición. Como resultado se entregó un automóvil deportivo con una configuración de colores en gris y azul válido tanto para carreras como para un concurso de elegancia, convirtiéndose en uno de los automóviles más bellos de todos los tiempos. En 1956, Galuzzi recorrió una cuantiosa cantidad de kilómetros con el automóvil durante aquel año, y después de competir con él moderadamente se lo vendió al piloto Luigi Tramazzo antes de pasar por el genovés Orlando Palango.

En 1958 cambió de propietario a manos de Luciano Ravira, y los dos años siguientes permaneció en Italia con los dueños Roberto Sorcinelli y Vittorio Malago. Justo a finales de 1960, embarcó con destino a Estados Unidos, concretamente a California junto con su nuevo dueño Edwin K. Niles. En los 4 años siguientes pasó por dos dueños, Shirley Geringer encargado para Cary McQuoid y George M. Shiffler, antes de que volviera a su anterior propietario Edwin K. Niles, quien lo mandó pintar de rojo en 1965.

Al año siguiente lo vendió a Charles P. Brinker, pero Edwin sólo tardó 5 años en volver a recuperarlo, en un necesario trabajo para realizar labores de restauración en California en 1971. Ese mismo año, Niles volvió a desprenderse del exclusivo Ferrari al venderlo a Jim Sullivan, que solo pudo disfrutar de él 2 años, hasta que 1973, otra vez, Niles lo adquirió para al año siguiente poder traspasarlo al vendedor de Ferrari de St Louis Bud Pessin, y no fue hasta 1982 cuando Niles pudo hacerse con él por última vez.

Al año siguiente, Steve Tillack terminó su restauración completamente, dejando ver el color original, el bitono azul y blanco que trajo de fábrica el vehículo. De ahí en adelante, pudo competir en el circuito de Laguna Seca de Monterrey en 1984 además de exponerlo en certámenes como International Ferrari Concours en 1984 y Pebble Beach Concours en 1985. A finales de ese año, Niles lo puso en venta por 180.000 dólares cuyo nuevo dueño, Erich Traber, no lo dejó escapar.

Lo transportó hasta Suiza, donde al cabo de tres años de su disfrute lo subastó en The Sportscar Auction Geneva por 2.130.177 dólares, aunque sin éxito. Hasta que en 1991 lo llevó a la World Vintage Auction de Tokio y logró venderlo a su nuevo dueño, Lorenzo H. Zambrano. Desde ese momento, este automóvil único viajó hasta Monterrey donde participó en infinidad de concursos como Vintage Ferrari Concours, International Ferrari Concours, Pebble Beach Concours, Rodeo Drive Concours y Ferrari at 50 Exhibit en el Petersen Museum entre el 1991 y 1997.

Además de exponerse en certámenes de elegancia también compitió en carreras en el circuito de Laguna Seca en carreras históricas en 1993 y 1994. Finalmente para colofón del dueño y su último año junto al vehículo, en 1999 compitió en la carrera Mille Miglia junto con su restaurador para poner el broche de oro en su recuerdo. A finales de ese mismo año, fue vendido, y adquirido por su actual propietario, el californiano David Sydorick.

Este último dueño, ha hecho un buen uso de este automóvil, exponiendo y exhibiendo el exclusivo modelo en los certámenes internacionales más prestigiosos del sector automotriz. En 2003, recibió el premio Platinum, entre otros galardones, en el evento XII Cavallino Classic Concorso d'Eleganza. Cuatro años después, en el evento del 60 aniversario de la marca Ferrari se le otorgó el premio al segundo mejor puesto de todo el evento.

Pero el año 2011 fue muy relevante para el modelo variante de Zagato, asistiendo al XX Cavallino Classic, donde fue galardonado con la copa Platinum, además de la insignia “Best of Show” del Concours d'Elegance celebrado en Firenze. Al año siguiente, se expuso en el prestigioso y famoso Concorso dEleganza de Villa D'Este proclamándose el número 1 del concurso. En 2022 sus actuales propietarios David y Ginny Sydorick acudieron con el icónico modelo al certamen donde fue galardonado con el distintivo de “Best Of Show'' en el Salon Privé dentro del Concours dÈlegance presentado por Aviva localizado en Blenheim Palace, donde el equipo de CarDesign.es tuvo el placer de ver el modelo por segunda vez ese mismo año. Actualmente, este vehículo por su extensa historia y palmarés, es reconocido como uno de los más bellos de su categoría, valorado en 10 millones de dólares.

1956 “Coupe Corsa” Chasis #0537GT

Denominado “El Coupe Corsa”, fue fabricado para Camillo Luglio en un tiempo récord, un piloto veterano de las fuerzas armadas, quien consolidó la tradición de los caballeros conductores invirtiendo en una carrocería para aumentar la velocidad y el rendimiento de los automóviles.

Esta unidad era más ligera que el chasis anterior, con un interior más sobrio y unos asientos ligeros atornillados directamente al suelo, lo que ayudó mucho en la competición, proclamándose campeón de Italia en 1956 en diversas carreras y campeonatos.

No fue hasta el año 1992 que Al Guggisberg se decantara por comprar este exclusivo automóvil llegando a participar en la Mille Miglia ese mismo año. Dos años más tarde el estadounidense Robson S. Walton lo compró, exhibiéndolo en certámenes como el Pebble Beach Concours en 1996 y el Arizona Concours d'Elegance en 2015.

1957 “Competizione” Chasis #0665GT

El Competizione fue diseñado con ciertas modificaciones para mejorar su aerodinámica y su peso

También llamado “El Competizione”, después de declararse campeón de Italia en 1956, Camillo Luglio encargó otra unidad para el año siguiente y solicitó diversas modificaciones que Zagato amablemente ejecutó: un diseño más refinado y mejorado que los dos ejemplares anteriormente fabricados. Gracias a la investigación aerodinámica extrema se cubrieron los faros con plexiglás alojándose en una posición ligeramente hacia atrás. Esta creación incluye materiales ligeros, faros cubiertos, parte frontal más compacta y distanciada que la carrocería original de Ferrari. Además, se modificó el pilar trasero original, rellenando una sección angulosa, convirtiéndola en más estilizada.

Con este nuevo chasis compitió de nuevo otra vez alcanzando el podio de diversos campeonatos, hasta el año siguiente que Vladimiro Galluzzi se adjudicó el vehículo acabando segundo en su categoría en la famosa carrera histórica Mille Miglia. En 1959 se trasladó el automóvil a Estados Unidos para disfrute de su nuevo dueño, J.C. Meade.

Fue pasando por varios dueños durante un periodo de tiempo: Ed Marshall en 1967, William Wright en 1972 y Richard Milburn en 1976. En 1979 se agenció el vehículo el coleccionista alemán Peter Kaus, trasladándolo directamente a Frankfurt. Llegó a competir en el famoso circuito GP Nurburgring en la categoría Oldtimer en los años 1988 y 1994 hasta su posterior venta en 1999.

Finalmente, a partir de ese año, se transportó a Estados Unidos por petición de su nuevo dueño, Lee Herrington, quien, poco después, mandó enviar su reciente compra a una completa restauración para su participación en diferentes eventos y certámenes. En 2004 debutó en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach de California, obteniendo el tercer puesto, que más adelante en los años 2009 y 2022 volvería a participar en el concurso. También compite en las ediciones XIV Cavallino Classic y XIX Cavallino Classic en los años 2005 y 2010, respectivamente. Además de exhibirse en otros certámenes como el Amelia Island Concours en 2006 y 2014.

1957 “Lusso” Chasis #0689GT

El Lusso, la versión más lujosa de todas

Conocido como “El Lusso”, encargado en 1957 por Vittorio De Milcheli, un piloto distinguido de Florencia que compitió con él en una serie de ocasiones. Este chasis fue fabricado con un interior más cuidado y un motor menos potenciado, lo que lo convirtió en una versión más lujosa que las anteriores. Finalmente sufrió una colisión y la parte frontal se vio modificada esperando una pronta restauración. Después de su reparación, fue adquirido por el piloto italiano Umberto Filotico compitiendo y logrando grandes premios en multitud de carreras hasta 1960.

A partir de esa fecha se importó a Estados Unidos pasando por estados como Indianápolis o Milwaukee donde fue comprado por Charles Glapinski en 1983. Durante los años 1986 y 1987 asistió como participante en la Mille Miglia hasta su venta en la subasta por 750.000 dólares en Estados Unidos, alcanzando previamente una puja de 1.732.500 dólares en la anterior subasta de Monterrey.

En 1992 lo compró Henk P.C. Van de Meene y permaneció en Holanda hasta que se vendiera a Vincenzo Scandurra, que lo utilizó de nuevo para participar en la histórica carrera de la Mille Miglia los años 2002 y 2003. Finalmente el estadounidense Rick Nash se agenció el automóvil para su restauración original en territorio americano. El 19 de agosto de 2011 se presentó al Concurso de Elegancia de The Quail, y desde entonces no se ha vuelto a ver.

1959 “Prototipo” Chasis #1367GT

Bautizado como “El Prototipo”, Vladimiro Galluzzi encargó este ejemplar tan diferente: carecía de la doble burbuja en el techo característica de Zagato y añadía dos plazas más en la parte trasera. La parte trasera se diferenciaba del resto por sus dos largas aletas muy pronunciadas. Asimismo, las ventanas, las entradas de aire y la parrilla delantera se vieron modificadas especialmente destinadas para la competición, aunque nunca se utilizó con ese propósito. Tan pronto como fue entregado el vehículo, Galuzzi sustituyó los frenos de disco por los del modelo Scaglietti de Ferrari, una mejora sustancial claramente enfocada en las carreras.

En 1960 fue vendido a Cornelia Vassali, la mujer de Camillo Luglio, que pudo disfrutar 15 años antes de que se adjudicara su nuevo dueño en Estados Unidos, el californiano James Boulware en 1975. Al siguiente año pasó a manos de otro coleccionista local llamado Robert Gatien, pero no fue hasta dos años después que O. Owen disfrutara sus dos últimos años en tierras americanas antes de su vuelta. Finalmente, en 2008 corrió la Copa de Oro de los Dolomitas y actualmente reside en Los Ángeles, Estados Unidos.