Motion Autos Art & Architecture

Norman Foster, arquitecto mundialmente conocido por sus famosas construcciones, es el comisario junto con Manuel Cirauqui y Lekha Hileman Waitoller, de esta exposición sin igual de coches únicos y raros de ver de cara al público.

Organizada en conjunto entre Norman Foster Foundation y el Museo Guggenheim de Bilbao, patrocinada por Iberdrola y el Grupo Volkswagen, ha acogido a más de 750.000 personas de todo el mundo en Bilbao, un 30% de los cuales procedían del País Vasco, coincidiendo con el 25 aniversario del museo.

Además de ambos patrocinadores, se incluyeron varios colaboradores del sector de la industria de automoción: Automotive Intelligence Center (AIC), Cadillac y Sennheiser, teniendo como mecenas al grupo de ingeniería Gestamp. Algunos de los vehículos expuestos pertenecen a la colección propia de la Fundación Norman Foster y otros a prestadores privados como Phillip Sarofim, Evert Louwman y Merle Mullin.

Justo el día anterior a la inauguración de la exposición, el día 7 de abril de 2022, se presentó esta exhibición o ponencia introductoria única e irrepetible, donde se relataron anécdotas e historias que transmitían los cuatro prestadores mencionados anteriormente sobre cómo es su visión acerca del automóvil. Un discurso liderado por la moderadora, Lekha Hileman Waitoller, que turnaba la palabra a cada ponente introduciendo sus vehículos prestados, el lugar de donde proceden, su respectiva historia y la razón por la cual se han expuesto en particular.

Motion Autos Art & Architecture, Sala 1 - Begginings, el origen del automóvil

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La exposición mas visitada de la historia del Museo Guggenheim es la de "El arte de la motocicleta", con más de 870.000 visitantes, mientras que la de Norman Foster ha sido la tercera, con algo más de 751.000 asistentes.

La exposición de Norman Foster es la tercera con más visitantes de la historia del Museo Guggenheim con más de 751.000 asistentes

Si bien es cierto que la muestra de la motocicleta estuvo activa 278 dias, mientras que la de Motion Autos Art Architecture ha estado solamente 160. Esto quiere decir que, traducido a cifras, la exhibicion de la motocicleta tuvo 3.130 visitantes diarios, y en cambio la de Norman Foster ha tenido 4.695, un 50% más de asistentes por día.

Primero, tras un breve discurso introductorio por parte del Director General del Museo Guggenheim de Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, Foster comentó la evolución y el cambio de la movilidad durante la historia del ser humano llevándonos a una reflexión de replantearnos los diferentes ámbitos de la automoción. El automóvil prestado que eligió Norman Foster como su obra artística más representativa de todas las expuestas en la muestra es sin duda el innovador y vanguardista Dymaxion, anticipando influencias por la movilidad, arte, aviación, navegación, diseño y arquitectura.

Lord Norman Foster explicó el fin de la exhibición en una visión general del diseño que nos dice que todas las actividades artísticas están interconectadas cultural y visualmente, planteando algunas conexiones en esta exposición para indicar de qué manera los artistas adelantados a su tiempo han sido capaces de lograr diseñar los vehículos en su determinado momento

Motion Autos Art & Architecture, Sala 2 - Sculptures, la sala de las esculturas automovilísticas

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El famoso arquitecto britanico dirige la Fundación Norman Foster situada en Madrid, que promociona el pensamiento interdisciplinar y ayuda a que las siguientes generaciones de diseñadores y arquitectos se anticipen al futuro.

Evert Louwman relató la laboriosa restauración por parte del Museo Louwman de 6 años de duración desde su año de adquisición en 2004 del modelo de Pegaso que cedió a esta exposición temporal realizando una comparación entre los modelos de la época. Cabe mencionar también el origen que narró el actual dueño de este singular vehículo: el presidente de la república dominicana compró el coche en el Salón del Automóvil de Nueva York en 1953, guardándolo durante 21 años hasta su muerte. Más tarde un coleccionista alemán lo encontró modificando su color original, hasta parar a manos de su actual propietario, influenciado en su infancia por una revista en la que aparecía en portada.

Según Louwman, los automóviles no solamente tienen que ver con las esculturas sino que también plantean el universo de las emociones. Nunca se debe cambiar el color de un coche, siempre debe mantener su aspecto original, desde su inicio hasta su final.

Para Merle Mullin, el automóvil que ha prestado, el Delahaye Type 165 Cabriolet, es el favorito de toda su colección expuesta en su museo de California. Desde hace 26 años la señora Mullin heredó el amor por los coches y su manera de verlos como obras de arte a través de su marido además de recibir esta unidad única, que por aquel entonces se hallaba en el Petersen Automotive Museum.

Con el acontecimiento de la Feria Mundial de 1939 se mandó fabricar 2 unidades de este elegante auto siendo galardonado como el mejor del certamen. Debido al poco tiempo de su preparación, su motor se dejó en Francia para continuar con el trabajo, lo que supuso una creación de una caja a medida a modo de motor improvisado. Como consecuencia de la invasión de Francia por parte de la Alemania de Hitler, este vehículo se almacenó durante 8-9 años, hasta que finalmente un coleccionista californiano lo adquirió añadiendo un potente motor Chrysler viajando desde Los Ángeles hasta Honolulu. Durante un tiempo perteneció a un teniente del ejército americano en Hawai, donde más tarde llegó a parar a un agente de automóviles de Beverly Hills.

Durante el evento Pebble Beach Concours d'Elegance, se compartió la información de la localización de su motor original trasladado desde Europa hasta el almacén del aeropuerto de Fresno. Años después los Mullin consiguieron juntar el motor y su correspondiente chasis formando el automóvil completo.

En 2011 abrieron el Museo Mullin de California con los 8 automóviles en propiedad de su marido y su creciente colección, basada en la época francesa en el siglo XIX y mediados del XX.

Phillip Sarofim lleva en su corazón este especial y único Lancia Stratos HF Zero de 1969. Este prototipo vino de una época de revolución social centrada en nuevas tecnologías llegando a ser una fuente de inspiración para muchos diseñadores creativos. En ese periodo en auge del diseño, principalmente italiano, hubo una carrera en crear este tipo de propuestas experimentales de movilidad o concept cars para intentar hacer las cosas de manera diferente y ver el mundo desde una diferente perspectiva. Este modelo pertenece a los primeros automóviles tipo cuña, forma presente en los coches del futuro que creó un nuevo concepto de diseño en aquella época.

Según Sarofim, los coches no solo son un medio de transporte sino que son la intersección de muchas de las partes que tiene con la misión humana incluyendo arquitectura, escultura, arte, ingeniería, diseño, historia, etc… y pocas otras disciplinas del diseño pueden decir lo mismo, también sirviendo el automóvil como un retrato totalmente cultural.

La exposición temporal situada en el Museo Guggenheim de Bilbao, relaciona varios vehículos históricos con diseños arquitectónicos y obras de arte en diferentes salas: Beginnings, Sculptures, Popularising, Sporting, Visionaries y Americana. Cada sala refleja una época diferente de la historia del automóvil, creando una línea temporal cronológicamente ordenada que detalla al milímetro los entresijos de una obra de ingeniería sublime a la que llamamos vehículo. Antes de la apertura de la exposición al público, Norman Foster hizo un recorrido por ella visualizando todas las obras y vehículos acompañado de la comisaría Lekha Hileman Waitoller, el Director Ejecutivo de Iberdrola Ignacio S. Galán, el Director Ejecutivo del Grupo Volkswagen Herbert Diess y el Director General del Museo Guggenheim Bilbao Juan Ignacio Vidarte.

Entre dichas salas y algún que otro pasillo se distribuyen los 38 automóviles protagonistas, desde hace más de 130 años hasta el futuro, una selección de los mejores de cada clase en lo que respecta a su belleza, singularidad, progreso técnico y visión de futuro, concibiendo la dimensión artística del automóvil, de la fusión entre tecnología y arte, reflejada en pinturas y esculturas, plasmada en la arquitectura, el cine y la fotografía.

Ubicados en el centro de las salas y rodeados de importantes obras de arte y arquitectura, muchos de ellos se presentan por primera vez ante el público, pues no habían abandonado nunca antes las colecciones privadas o instituciones públicas a las que pertenecen. Al final de las salas, se recopila una serie de propuestas por estudiantes de diferentes universidades enfocadas en el diseño y la movilidad sostenible que hacen cuestionarse la problemática actual de la sociedad moderna y plantean cómo será el futuro del transporte en relación al ecosistema ecológico y la tecnología innovadora.

Durante la visita, hemos podido contemplar con detalle en su cronología la historia de todos los vehículos expuestos, mientras asistimos a una experiencia sonora ideada por Nick Mason, batería de Pink Floyd, que recoge todos los sonidos grabados en movimiento de algunos de los automóviles protagonistas de la muestra. Con este enfoque, ofrece una exploración profunda de lo visual y cultural que concierne al automóvil y el arte, incluyendo nuevas maneras de crear o diseñar objetos por medio de materiales como la arcilla.

La exposición más exitosa de la historia del Guggenheim de Bilbao ha sido la comisada por el arquitecto, una muestra evidente de que el motor, la gasolina y las historias de coches y motos son un motor social incuestionable.