Los comienzos de todo
La sala Begginings engloba los orígenes de la automoción, desde el carruaje sin caballos hasta los automóviles de producción en masa
La sala inicial de la exposición situada en el Guggenheim de Bilbao engloba los orígenes de la automoción: desde el carruaje sin caballos hasta los automóviles de producción en masa. En sus inicios, este vehículo de cuatro ruedas solucionó diversas problemáticas a las que se enfrentaban las urbes: suciedad de los caballos, enfermedades múltiples, ruidos molestos, acumulacion del estiércol y fluidos pestilentes.
Introducción a Motion Autos Art & Architecture
Leer más
El principal medio de transporte era la tracción animal fusionado con el invento de la rueda, a modo de carruajes, diligencias, carrozas, etc… Debido a la gran evolución de las grandes ciudades provocó el crecimiento de la población, lo que conllevó el necesario desplazamiento en busca de trabajo y nuevas riquezas. El automóvil ha evolucionado a un paso agigantado durante los años, partiendo desde su aspecto más primitivo y rudimentario con materiales artesanales y formas muy arcaicas y simples, hasta llegar a los vehículos modernos más sofisticados con un método de fabricación más complejo.
A lo largo de la historia, el diseño de los vehículos a motor se ha visto influenciado por la aerodinámica. La tendencia al estilizado viene de la mano de los artistas y artesanos del siglo XX. Más adelante se han empleado nuevas técnicas mediante el uso de la nueva tecnología como el túnel de viento, una manera milimétrica con la cual los diseñadores de hoy en día tienen la oportunidad de ver in situ cómo afecta el viento a la carrocería del vehículo.
Inicialmente, el automóvil solventó una serie de problemas que dominaban las ciudades, como enfermedades y suciedad, mayoritariamente generados por los carruajes tirados por caballos. Actualmente, el automóvil se ha convertido en el villano contaminante de las ciudades en esta época de transición ecológica por el cambio climático. La energía eléctrica estuvo presente desde los inicios del automovilismo y la historia ha cerrado el círculo, estamos envueltos en el umbral del movimiento para electrificar los vehículos. La era del motor de combustión cada vez está más cerca de llegar a su fin con esta nueva tendencia.
Motion Autos Art & Architecture, Sala 2 - Sculptures, la sala de las esculturas automovilísticas
Leer más
La era del automóvil
En esta primera sala, se pueden apreciar los inicios de la era moderna, recorriendo la historia cronológicamente con el primer coche a vapor de Mercedes-Benz del mundo, el Benz Patent Motor Car de 1886, cedido por Mercedes-Benz Classic para esta ocasión tan especial. Construido en madera e inspirado y basado en un carruaje de caballos que llegó a ser el primer automóvil producido en serie. Karl Benz conjuntó todos los elementos ya existentes que conforman este vehículo para crear un automóvil de éxito comercial internacional.
A la par de este, está el Elektrischer Phaeton Modell NR. 27 System Lohner-Porsche de 1900, prestado por el Technisches Museum Wien, que fue el primer automóvil eléctrico de la historia, compuesto en sus dos ruedas delanteras del eje motriz por dos motores eléctricos. Este concepto de propulsión fue considerado una auténtica revolución, ideado por el ingeniero austriaco Ferdinand Porsche junto con su compañero carrocero Ludwig Lohner, llegando a fabricar un total de 305 unidades de este convertible biplaza.
Cabe mencionar también uno de los primeros y más famosos vehículos americanos jamás construidos hasta la época, el Ford T Tourer de 1914, prestado por la “Colección Miguel de la Vía” en el Museo de Torre Loizaga. Fue el coche universal según Henry Ford, y revolucionó la producción en serie en 1913, comercializado con el mismo chasis y color negro caracteristico de este modelo que por aquella epoca se ofrecia en diferentes variantes logrando así fabricar 16 millones de unidades de las cuales 15 fueron vendidas. Justo al lado se encuentra el Rolls Royce 40/50 Alpine Eagle, facilitado por el National Motor Museum de Beaulieu, que nació derivado de la participación de 4 Silver Ghost en la competición Alpine Trial de Austria.
Más adelante, se puede observar el Bugatti Type 35 de 1924, también del mismo prestador anterior, que rememora la época de las carreras del siglo XX, el exitoso coche de carreras, con más de 2.000 victorias en competición en tan sólo 7 temporadas, avalado por su mecánica excepcional. Este ejemplar concretamente fue uno de los creados para el Gran Premio de Francia de 1924 y ha participado en otras como en el circuito de Lasarte del Gran Premio de San Sebastián de 1925.
En paralelo se sitúa el Voisin C7 Lumineuse, ofrecido por la colección privada de la familia Foster, un automóvil robusto, pero ligero que avanzaba la idea de arquitectura que tenía su creador con este modelo de la tercera década del siglo XX, el pionero de la aviación Gabriel Voisin. Este robusto vehículo se caracteriza por anticipar la tendencia de la luminosidad por medio de la zona amplia acristalada además de su interior diseñado por Coco Chanel.
Por último, se disponen dos automóviles juntos uno al lado del otro, el Chrysler Airflow y el Tatra T87, el Airflow siendo el precursor de la aerodinámica en carrocerias de automoviles incluyendo en su conjunto las redondeadas aletas y el T87 fue un famoso sedan veloz pilotado por oficiales nazis en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, siendo el primer gran proyecto aerodinámico de Europa en 1936, con un peculiar morro delantero compuesto por tres faros y un chasis aligerado consiguiendo sentar las bases del diseño del futuro modelo Volkswagen Beetle. Ambos modelos son propiedad también de la familia Foster los cuales dan mayor protagonismo a su dueño comisario.
Este primero pertenece a la colección de la familia Foster, un vehículo con una estudiada aerodinámica que anticipó soluciones como su carrocería autoportante. El segundo, inspirado en el diseño de los dirigibles Zeppelin, diseñado por Paul Jaray; es un coche checo con carrocería abombada, encargado por una autoridad soviética en 1949. Además de los coches, también se han expuesto varios cuadros relacionados con la temática, algunos del propio Andy Warhol, otros cedidos por el taller especialista en reparación de clásicos bilbaíno Retromobile.
Justo en medio de la sala, rodeando a los vehículos expuestos se encuentra la escultura del artista Constantin Brancusi que simboliza un pájaro en el espacio mediante la figura elongada eliminando las alas de un ave para enfocarse en el concepto del vuelo.
Si (
No(
