La nueva marca española LIUX ha elegido Madrid para presentar su primer coche, que ya se puede reservar desde su página web y cuyas primeras unidades se entregarán en 2024. OkMobility, uno de los inversores de la marca, será la primera compañía en recibir unidades de las que ya ha adquirido más de una veintena que estarán disponibles para su alquiler dentro de dos años.
Un proyecto muy sostenible
Este proyecto es una apuesta por aprovechar la innovación para simplificar el concepto de fabricación del automóvil bajo estrictos criterios medioambientales, creando soluciones sostenibles, eficientes y duraderas. El nuevo prototipo está diseñado y construido para tener un alto impacto positivo en la sociedad y un impacto mínimo en el planeta.
Se trata de un proyecto llevado a cabo por una startup española con sede en Madrid, formada por un pequeño equipo de jóvenes ingenieros, emprendedores, diseñadores, arquitectos, mecánicos y expertos en tecnología. El proyecto está liderado por Antonio Espinosa, un arquitecto emprendedor reconocido por Forbes y One Young World, y David Sancho, especializado en el mundo de la automoción y el diseño, trabajando en el pasado junto con Michelin en un hypercar híbrido de 1000 cv llamado Boreas.
“Es un proyecto muy ambicioso, no hay ninguna startup en toda Europa haciendo algo similar a esto ahora mismo. Estamos perdiendo el tren de Estados Unidos y China”, advierte Espinosa. “Es fabricación cien por cien española y para nosotros ha sido muy importante tener el caldo de cultivo de una industria muy potente de automoción como es la española”, explica el cofundador de la empresa.
Se ha presentado el primer modelo de LIUX, llamado "Animal", un shooting break compacto de 5 plazas, con una línea moderna, dinámica y rompedora, pero de líneas atemporales. Además, serán vehículos personalizables e incluso el cliente podrá diseñar el modelo a su gusto a través de un configurador online muy novedoso.
Se prevé que la fase de producción del modelo comience en 2024 y con un precio entre 35.000 y 50.000 euros.
El modelo es totalmente eléctrico, con una autonomía de hasta 600 km con una sola carga, una velocidad máxima de 200 km/h, con aceleración de 0-100 km/h en 5 segundos y una potencia máxima de 284 cv, número establecido por los latidos del corazón de un Colibrí. El 90% de los materiales usados en la fabricación del modelo son reciclados o incluso de origen vegetal. Gran parte del vehículo está hecho de un biopolímero a base de fibras (gonatodes albogularis), materiales (semillas de lino) y resinas orgánicas. Se prevé que la fase de producción del modelo comience en 2024 y que tendrá un precio de entre 35.000 euros en su versión más económico y superior a los 50.000 euros en la más completa.
La startup española también tiene en mente otro modelo, uno urbano de 2 plazas que será presentado más adelante.
"Lo que presentamos es un prototipo preindustrial. La industria de la automoción es absolutamente espectacular y la española es el caldo de cultivo perfecto para un proyecto como este", destaca Antonio Espinosa, el CEO de LIUX.
Un proceso de diseño y desarrollo sostenible
Utilización de la impresión 3D como proceso de producción principal de LIUX.
El objetivo no era solo crear un coche sostenible, sino también ofrecer al mercado un coche con la mejor relación autonomía-precio en este segmento. Y para ello, se empleó el uso de la impresión 3D para la fabricación de herramientas para automóviles, que permite una reducción del 70% en costes, tiempo y consumo de energía en este proceso.
Gracias a su tecnología innovadora, una impresora 3D gigante, son capaces de fabricar moldes y partes del chasis directamente en impresión 3D, mediante un robot 3D que es capaz de acortar los tiempos de fabricación, reduciendo el peso de la carrocería, la energía y las emisiones de CO2 en un 70%, creando así un proceso más sostenible y flexible.
En el proceso de construcción del vehículo, LIUX trata de simplificar las piezas y los materiales, y así lo han hecho, reduciendo tanto las piezas como el empleo de materiales en un 25%. Está hecho con componentes extremadamente simples que son fáciles de montar, desmontar, reparar y reciclar.
Gracias a la modularidad del vehículo, LIUX está preparado para cualquier cosa, principalmente en las baterías de los coches, donde utiliza unos paquetes de baterías modulares extraíbles de hasta 170 kW.
El chasis y la carrocería están hechos de un biocompuesto de fibras de lino y resina de biobasada
“Tuvimos claro que debíamos cambiar el proceso de producción basado en la estampación de piezas de chapa, por la escala que requiere y por el impacto medioambiental que produce, y como la fibra de carbono contamina mucho, apostamos por el lino como tejido y por una resina biobasada. Y esto permite, entre otras cosas, que una vez que el coche ya no esté operativo, se pueda recuperar el tejido para darle otro uso”, comentaba David Sancho, CEO de Producto de LIUX.
Se quería romper con lo establecido, tanto en la innovación del proceso de fabricación como en el de diseño. Y es que estamos ante un modelo realmente bello, con unas formas muy modernas y estilizadas. En el modelo destaca principalmente las puertas tipo suicida que nos recuerdan a las del Ferrari Purosangue, dando paso a un interior muy amplio.
El modelo, como ya se ha dicho antes, trata de ser sencillo, simple y minimalista, y eso se ve claramente en el exterior, con formas simples en las que trata de dar hincapié en las luces del vehículo, teniendo como faros delanteros dos tiras led muy finas que complementan la forma de la carrocería y en la parte trasera, donde se sitúa una tira led que recorre de lado a lado, una característica que es tendencia en los vehículos eléctricos.
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