¿Pueden hacer un Reno6 con las cámaras del Pro?

La guerra fratricida por ocupar el hueco que está dejando la retirada paulatina de Huawei del mercado de los móviles está llenando las presentaciones y nuestras bandejas de entrada del correo de estadísticas de venta globales, chinas, europeas del conglomerado de marcas en ascenso. Un día es Realme quien se enorgullece de un aumento del 200%; otro es Xiaomi... Hoy es el turno de OPPO.

En las presentaciones de su nueva serie Reno6 -una familia que llega a España sólo con el Reno6 y el Pro, no con el más económico Z-, OPPO presume del crecimiento en envíos del 227% en el segundo trimestre del año. Y también sacan pecho por otro dato importante. Se ponen a la venta el mismo día de su presentación europea: hoy, 9 de septiembre.

Ese dato hace presuponer un potente músculo industrial y también de marketing, aunque en China ya está a la venta desde mayo.

A principios de esta semana, titulaba el análisis del Sony Xperia 1 III "El móvil para quien quiere una cámara". La verdad es que la compañía japonesa lleva unos años trasladando eficazmente su experiencia en cámaras a los móviles. Pero también es cierto que las cámaras son uno de los aspectos que utilizan los fabricantes para diferenciarse de la competencia.

De la foto al vídeo

OPPO ha puesto el foco con sus Reno6 un poco más allá de la fotografía: en la "videografía", y ha llevado los efectos a los que nos hemos asoctumbrado en foto al vídeo. Por ejemplo, el modo retrato con desenfoque en vídeo, el resaltado en color del modelo sobre fondo en blanco y negro, la mejora de la iluminación en los videorretratos...

Los modos y efectos fotográficos y "videográficos" son comunes a los dos modelos. Pero la ejecución es bastante diferente. Para el Pro, OPPO se ha decantado por un sensor IMX766 de Sony. Eso marca una importante diferencia. La arquitectura del módulo de cámaras es cuádruple. La principal es un gran angular con un sensor de 50 millones de píxeles. Lo acompaña un ultra gran angular (16 MP), un tele (13 MP) con un 2,6x óptico que alcanza el 5x en modo híbrido y hasta un 20x en digital. En lugar de optar entre tele y macro, ha dedicido quedarse con los dos. El macro cuenta con un sensor de dos millones de píxeles.

En el tiempo que pude trastear los dos modelos, comprobé la suavidad del paso del tele por todas las posiciones, desde el ultra gran angular hasta los veinte aumentos digitales. No se observan cambios en la colorimetría al pasar de un objetivo a otro. Pero tampoco sabes cuándo estás utilizando el tele óptico y cuándo pasas a híbrido (cosas de tiquismiquis).

La cámara selfie también es destacable: sensor Sony IMX 615 de 32 millones de píxeles. La del Reno6 también es de 32 megapíxeles, pero no es el mismo sensor. También es diferente la composición del módulo trasero de cámaras.

La cámara principal de este Reno6 es de 64 millones de píxeles, cuenta con un súper gran angular de ocho millones de píxeles (119 grados) y un macro de dos que permite enfocar a cuatro centímetros. Como en el caso de su hermano más aventajado, tiene un sensor de temperatura de color que permite ajustarlo al color real.

Más allá del hardware y de los propios modos de captura -algunos curiosos como el Bokeh Flare que desenfoca el fondo y especialmente los puntos de luz-, OPPO acude a la interpolación para aumentar la resolución de las capturas hasta los 108 MP. Lo llaman ultraclear XHD, pero consiste en que la inteligencia artificial se invente píxeles intermedios para estirar la foto.

Procesadores y diseño

Las cámaras marcan la diferencia, pero también los procesadores. Enm ambos casos son compatibles con la 5G, pero el Reno6 cuenta con un MTK (Mediatek) Dimensity 900, mientras que el Pro acude al Snapdragon 870 de Qualcomm (se han quedado a un par de pasos de los ultimísimos 880+).

El diseño y la elección de los materiales es básico en la pugna para diferenciarse y destacar. OPPO ya hizo un gran trabajo con la trasera de cristal curvado con el último Find X3. En esta ocasión se están esforzando en destacar el diseño y la trasera del Reno6 Pro, con sus cinco capas y su forma de reflejar el color, pero parece que gusta bastante más el diseño mucho más sencillo del Reno6, de líneas rectas y limpias muy en la línea de los iPhone 12.

Las pantallas son AMOLED con un refresco de pantalla de 90 hercios adaptativo y refresco táctil de 180 hercios. La del Pro es un poco mayor: 6,55 pulgadas frente a 6,43, pero es curvada.

De ahí el título de este artículo. Me parece mejor el diseño del Reno6, pero, sin duda, prefiero las cámaras y el procesador del Pro. También me quedo con los 12 gigas de RAM y 256 de almacenamiento de este último frente a los ocho y 128 del primero, que tampoco están mal.

Tener más memoria de almacenamiento tiene el valor añadido de que la puedes convertir en memoria RAM.

Las baterías son grandes -4.300 y 4.500 miliamperios, respectivamente- y tienen carga rápica Super Vooc 2.0 a 65 vatios.

Como oferta de lanzamiento, por los 499 euros, el OPPO Reno6 incluye de regalo hasta fin de mes unos auriculares Enco Free2 y una funda curiosa con un sistema de flash frontal original. El pack del Pro -799 euros- lleva los auriculares Enco X, la pulsera de activida Band Style y una funda de silicona.