Tuthill ha presentado el GT One, un tributo ultralimitado al 993 GT1, diseñado para la carretera. Se fabricarán 22 unidades personalizadas, cada una con un motor de hasta 600 CV y tecnología avanzada. Con materiales de alta calidad y un enfoque en la excelencia mecánica, promete ser una obra maestra del automovilismo.
Durante los últimos días, este Tuthill fue el protagonista en las redes en la semana previa al Monterey Car Week, ya que se filtró una foto de una suerte de 993 GT1 con aire restomod mientras este se descargaba en el aeropuerto de Los Ángeles. Después de todo este revuelo, Tuthill, ha presentado el GT One. Un tributo al 993 GT1 de producción ultralimitada.
GT1, más que un conjunto de regulaciones
En 1993, la FIA introdujo la categoría GT1 en Le Mans, marcando el inicio de uno de los periodos más emblemáticos de la historia del motorsport. Hasta la fecha, más de 15 fabricantes han construido coches para la categoría GT1, entre ellos CLK GTR, McLaren F1 o Nissan R390 GT1 entre otros. De esta manera se creó un legado extraordinario en cuanto a competición e innovación. Estos coches de homologación a menudo tenían un rendimiento en carretera comprometido, ya que se construyeron para permitir a los fabricantes optimizarlos para su uso en pista. En este caso, el Tuthill GT One está específicamente construido para la carretera.
Los detalles de la creación del GT One
El GT ONE nació de una conversación entre Richard Tuthill y el cliente Elliot Ross, productor de cine y coleccionista de coches.
Tuthill fabricará 22 ejemplares de serie, cada uno de los cuales requerirá 3.500 horas de meticulosa construcción para crear el coche personalizado de cada cliente. El GT ONE, está diseñado por el californiano Florian Flatau, cuenta con una carrocería de fibra de carbono y está propulsado por un motor de 4.0 litros y 6 cilindros, disponible en versiones atmosféricas y de inducción forzada, aún sin confirmar si será turbo o supercargado. El motor atmosférico produce más de 500 CV, inspirado en el motor del 911K con un corte a 11.000 rpm, mientras que el motor de inducción forzada produce más de 600 CV.
Tuthill también ofrece a los clientes la posibilidad de elegir entre dos transmisiones: una opción de una automática de doble embrague de 7 velocidades, como la que monta el coche expuesto en The Quail, o una equivalente manual.
Por último, los neumáticos elegidos para el GT One fueron los Michelin Pilot Sport 4S, gracias a una colaboración estrecha entre Tuthill y el fabricante galo de neumáticos, han conseguido adaptar el agarre del PS 4S al chasis y potencia del GT One.
Además, el GT ONE está equipado con suspensión delantera y trasera de doble horquilla, frenos cerámicos de carbono y pinzas de freno a medida, con lo que alcanza un peso de 1.200 kg. En todo el vehículo se utiliza ingeniería de vanguardia y materiales excepcionales. Los bajos y la superficie aerodinámica se han optimizado mediante análisis CFD para mejorar el rendimiento. El coche cuenta con un alerón delantero de fibra de carbono, un alerón trasero y un techo totalmente de carbono con una toma de aire integrada. Dentro de la carrocería hay un sistema de protección antivuelco (ROPS) basado en las regulaciones de la FIA y puertas de fibra de carbono con barras de impacto laterales.
Las declaraciones de los artífices
«Ha sido un placer absoluto trabajar con este increíble grupo de personas en Wardington, que siguen teniendo tanta pasión por crear estos coches increíbles. En el corazón de esta obra de arte está, por supuesto, la búsqueda constante de la excelencia mecánica. Nos hemos inspirado en todo lo que hemos hecho en el pasado y nos hemos inspirado en lo que otros han hecho antes que nosotros y siguen haciendo. Como de costumbre, espero sinceramente que quienes deseen poseer uno de estos también deseen conducirlos tan a menudo como puedan y crear recuerdos que durarán toda la vida. La clase GT1 de la FIA permitió a los fabricantes crear coches de carreras impresionantes.
Nosotros hemos cogido lo mejor, pero nos hemos centrado en producir un coche de carretera maravilloso». Exponía Richard Tuthill.
«Nunca habría imaginado que algún día se me confiaría la libertad, en este entorno, de revivir el espíritu de una era automovilística como la de la clase GT1 de la FIA; es una experiencia muy profunda y personal para mí. Espero que este proyecto tenga una resonancia emocional, que suscite un diálogo único, que le permita viajar en el tiempo y, en definitiva, que le enriquezca su colección personal como primera inversión en una serie coleccionable que pretendo establecer en los años venideros.» Expresaba Florian Flatau, director de diseño de Tuthill.
Aun sin conocer más detalles del Tuthill GT One, todavía no se han hecho públicos los precios, pero conociendo el nivel de detalle en el trabajo de Tuthill, la exclusividad de este modelo y la demanda, podemos deducir que no será un número reducido.