Xiaomi confía en su gama Redmi Note para asaltar a Samsung

El objetivo de Xiaomi es superar a Samsung y prepara sus nuevos modelos para ser superiores en características a los equivalentes coreanos. Es lo que ha hecho con los nuevos Redmi Note 10, 10S, 10 Pro y 10 5G.

Los Redmi constituyen la segunda gama de Xiaomi. O la tercera, si consideramos los PocoPhone como una familia más de la casa. Tradicionalmente se caracterizan por ofrecer un diseño bastante cuidado compaginado con procesadores y características de gama media-alta y un precio bastante contenido.

Tal vez la última de las características, el precio, que ha sido clave para colocar a Xiaomi como la marca más vendida en España y una de las más exitosas internacionalmente, está ajustándose un poco hacia arriba, en la línea de lo que hizo Huawei en su momento, cuando los móviles chinos dejaron de ser sinónimo de móviles baratos.

Por ejemplo, si optamos por el último Mi 11 con ocho gigas de RAM y 256 de almacenamiento, se nos pone en 800 euros. Un precio que se acerca a los que marcan fabricantes como Samsung o Apple.

Los Redmi Note 10 que acaban de presentar no son tan caros: desde los 199,99 euros que cuestan el modelo básico y el 5G, a los 279 que costará el modelo Pro, pasando por los 229 del 10S.

El equipo que he podido probar estos días es el básico. En un momento en el que los componentes que utilizan todos los fabricantes son prácticamente estándar, los procesos de fabricación están muy afinados y experimentados y el sistema operativo es común (excepto en Apple), la diferencia entre marcas se basa en la elección de esos componentes y el diseño.

Precisamente, el diseño de este Redmi Note 10 es uno de los aspectos que más me ha gustado. En esta gama de precios no se puede aspirar a traseras de cristal, pero el plástico y el color del terminal resultan elegantes. Y, atención, aunque es una especie de imán para el polvo, sin embargo, no se marcan las huellas al sujetarlo. Continuando con la trasera, el módulo de cámaras es muy aparente, está algo sobredimensionado y resaltado con el rótulo “Ultra Premium”.

En realidad, a pesar del Ultra Premium, es una quad camera al uso. La cámara principal es un gran angular de 48 millones de píxeles, una resolución que permite hacer ampliaciones de calidad que pueden reemplazar la ausencia de un tele. En su lugar, han optado por una cámara macro de dos millones de píxeles y un súper gran angular de ocho megapíxeles y 118 grados de campo visual. La cuarta cámara es un sensor de profundidad de dos MP. Como corresponde a una cámara moderna, incluye los modos más habituales sin olvidarse de los dos de los que más se habla últimamente: time-lapse y Modo Noche.
El sensor de la cámara delantera es de 13 millones de píxeles y se echa en falta una mayor luminosidad (f/2,4).

¿Es la mejor cámara del mercado? Evidentemente, no. No espero que desde DxOmark la certifiquen como la mejor, pero sí cumple su papel en la mayoría de las condiciones. Mejor con buena iluminación, claro.

La pantalla es una AMOLED perforada de 6,43 pulgadas de diagonal, con una buena resolución: 2.400 x 1.080 píxeles, un brillo de 450 nits que permite utilizar sin problemas el terminal a plena luz del día (con un pico de 1.100 nits) y un formato cinematográfico de 20:9, que la hace muy apta para ver películas o series. Esta es una de las novedades esperadas en la familia Redmi, el salto a las pantallas AMOLED. La complementan con un sistema de audio estéreo (por favor, utilizadlo cuando no haya gente alrededor). Y también lleva conector de 3,5 milímetros para auriculares. Está certificado como Audio Hi-Res.

Con respecto a las baterías, hay tres aspectos claves: capacidad y gestión, compatibilidad con carga rápida y si se suministra el cargador o no en la caja. En este caso, las tres son positivas. En primer lugar, la batería es de 5.000 miliamperios y con una gestión eficiente da para un par de días de autonomía; es compatible con carga rápida a 33 vatios e incluye el cargador de 33 w en la caja cuando se adquiera el móvil. En una media hora de carga se llena el 60% de la batería. Y, además, su tamaño no influye muy negativamente en el peso: 179 gramos. Claro que ayuda que, en el caso del Note 10 a secas la trasera sea de plástico y no de cristal como en el 10 Pro.

La seguridad se encomienda a un escaner de huellas en el botón de encendido, que se encuentra en el lateral derecho, al igual que el del volumen. De la otra seguridad, de la física, se hacen cargo con una funda y Corning Gorilla Glass 3.0 en la pantalla. Es sólo IP53, así que no conviene jugar con él muy cerca del agua.

La configuración del escáner de huellas es un poco lenta (me costó unas 25 pulsaciones registrar una huella). Es rápido, pero, o bien por la posición o por la sensibilidad, está constantemente leyendo huellas. En cuatro días escasos de uso me ha bloqueado el sistema un par de veces por exceso de intentos fallidos.

El procesador es una de las claves para poder dar precios bajos. En el caso del Redmi Note 10, lleva un Snapdragon 678 de Qualcomm, suficiente para la mayoría de las tareas. Las seis gigas de memoria RAM del modelo que probé ayudan a que el móvil se mueva con suavidad, aunque hay otros con cuatro gigas.

Si se busca un móvil de prestaciones y precio similar pero más orientado hacia un aficionado a la fotografía, habría que pasar al Redmi Note 10S, con una cámara principal de 64 millones de píxeles en lugar los 48 MP del 10. Aquí también cambia el procesador. En lugar del Snapdragon 678, han optado por la competencia, el Mediatek Helio G95. Y el precio arranca en 229 euros, pero con seis gigas de RAM en lugar de cuatro.

El modelo 5G, que por cierto admite simultáneamente dos tarjetas SIM 5G, algo no tan común, también opta por un procesador de Mediatek. En este caso, el Dimensity 700, fabricado con tecnología de siete nanómetros. Además de la compatibilidad dual 5G, en este equipo apuestan por la pantalla: suben la resolución hasta Full HD + con un refresco de pantalla adaptativo de 90 hercios. Eso quiere decir que es capaz de moverse entre los 30 y los 90 hercios en función de lo que se requiera en cada momento. Los precios de este 5G dependen de la RAM y la capacidad de almacenamiento: 199 euros el modelo 4 / 64 y 229 el 4 / 128. El resto de características son muy similares a los 10 y 10S.

El Redmi Note 10 Pro cambia bastante. Como esperaban los Mi fans, la cámara principal sube hasta una resolución de 108 millones de píxeles, se acompaña con unos cuantos modos de tomas como pintura con luz, Photo Clones, Star Trails… Combina un objetivo tele y macro e incluye un super gran angular. El refresco de pantalla también se mejora hasta los 120 hercios, pero con un muestreo táctil del doble, 240 hercios. La batería gama 20 miliamperios, hasta los 5.020 y cuenta con un procesador mucho más potente que los anteriores: el Snapdragon 732G de Qualcomm, apoyado hasta por ocho gigas de RAM. Los precios, claro, también suben. El Pro básico, con seis gigas de RAM y 64 de almacenamiento (es poco) costará 279 euros; si se sube hasta 128 gigas de almacenamiento, pasa a 299 euros y si también se aumenta la RAM a ocho gigas, queda en 329 euros.

Por supuesto, en la presentación se tomaron como punto de comparación modelos equivalentes de Samsung. Y, también por supuesto, ganaban los Xiaomi en todas las características y a precios más bajos. Y es que Samsung es el objetivo de Xiaomi, tras convertirse en la tercera marca más vendida en todo el mundo.