Hace ya unos cuantos años que no volvía a probar un sistema de control de un ordenador utilizando únicamente la mirada y el salto que se ha dado es tremendo en múltiples aspectos. Lo que he probado estas semanas pasadas ha sido el dispositivo Hiru, de la compañía con base en Donostia, Irisbond, que se dedica, como ellos mismos se definen, a "tecnología con propósito".
Hiru permitir el uso de un ordenador con Windows o un iPad a personas con la movilidad muy reducida usando sólo la mirada
En el caso concreto de Hiru, el propósito es permitir el uso de un ordenador con Windows o un iPad a personas con la movilidad muy reducida y, a la vez, facilitar la comunicación utilizando la mirada.
Hiru es bastante más que un dispositivo de seguimiento de la mirada, ya que se integra con el iPad (yo he utilizado el sistema montado sobre un iPad de 12 pulgadas) de tal forma que permite acceder a aplicaciones nativas de iPad y manejarlas.
Lo cierto es que me ha sorprendido la facilidad en el control del cursor. Y es que lo más difícil puede ser conectar Hiru con el iPad, una tarea que te lleva unos cinco minutos hasta que descubres qué cables utilizar (el paquete venía con un juego de conexiones para ordenador con Windows o para iPad). Lo segundo más complejo es calibrar el Hiru: se trata de seguir el cursor con la mirada para que aprenda: otros cinco minutos.
En apenas unos minutos nos acostumbramos a desplazar el cursor hasta el punto de la pantalla que queremos
A partir de ahí, a practicar con las aplicaciones y con el sistema de control propio del Hiru. En apenas unos minutos nos acostumbramos a desplazar el cursor hasta el punto de la pantalla que queremos. Es un poquito más complicado mantener la mirada fija para que el sistema lo interprete como un doble clic y que abra la aplicación que estamos seleccionando con la vista.
Pero, ¿cómo nos movemos por una página web? Hiru tiene un control que se muestra como un mini-mando en la pantalla muy sencillo con instrucciones básicas que nos permite utilizar navegadores y hacer scroll en una página.
El sistema funciona gracias a la proyección de haces de luz infrarroja que le permiten seguir los ojos y calcular con precisión dónde están mirando. A diferencia de otros sistemas basados en la cámara del ordenador o tableta, Hiru trabaja por su cuenta y para reconocer el ojo y la dirección de la mirada utiliza la detección precisa del ojo, la pupila y los reflejos de la córnea, incluso si lo calibras y utilizas con gafas (es mi caso).
Al contar con potencia de procesado independiente no utiliza recursos del equipo al que está conectado y cuenta con la ventaja añadida de que puede acceder directa e inmediatamente a las mejoras de software que desarrolle Irisbond.
La cesión del dispositivo, junto con el iPad correspondiente, se produjo en el entorno del 21 de junio, Día Mundial de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa para la que Hiru está aconsejado, ya que permite comunicarse con programas como Predictable o Grid.
El problema de estos equipos avanzados que se dirigen a públicos muy específicos es que no logran escalas de producción que permitan bajar precios. El Hiru cuesta 1.777 euros.
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