La presentación de la nueva serie de iPhone 16, con el añadido de nuevos relojes y auriculares, fue canónica. Menos espectáculo que otras veces y una apelación constante a la gran ausente: la inteligencia artificial. Y es que al esfuerzo constante de los de Cupertino por contar las virtudes de Apple Intelligence (buen juego de iniciales: AI, que puede ser de Artificial Intelligence o de Apple Intelligence) se contrapone el hecho de que todavía no está disponible.
No es la primera vez que Apple -y otros fabricantes- presenta soluciones que todavía no están implementadas, pero en esta ocasión debía ser el plato principal, la característica que tenía que marcar la diferencia entre una evolución normal en la línea de mejoras de cada año y un salto cualitativo.
Y eso que la aproximación que hacen a la inteligencia artificial es, valga la redundancia, muy inteligente. El esfuerzo de comunicación, al margen de la enumeración exhaustiva de los avances en el terreno de los procesadores para llegar a los A18 y A18 Pro, con tecnología de tres nanómetros, se ha centrado en lo que quieren conseguir con su Apple Intelligence y en la protección de los datos personales. El mensaje está muy bien trabajado: mejora de los textos en diversas aplicaciones en función del contexto y del destinatario, ayuda en la organización de correos y mensajes, categorización, creación personalizada de emojis, mejoras de sonido... En cuanto a la protección de los datos, Apple trabaja en una doble vía. Por un lado, siempre que pueda, el proceso se realizará en local, en el propio iPhone y sin acudir a la nube; cuando lo necesita, utiliza la Computación Privada en la Nube, basada en servidores propios y ejecutada con procesadores desarrollados por la casa.
El problema es que AI (de Apple Intelligence) no estará disponible hasta el mes que viene mediante una actualización de software y únicamente con algunas prestaciones. Pero en Europa el asunto pinta peor por las exigencias de la Unión Europea (aunque parece que se han limado muchas asperezas en las últimas semanas). De cualquier forma, AI de momento solo funcionará con Siri configurado en inglés estadounidense y únicamente en iPhone a partir de la serie 15. También en iPad y Mac con procesador M1 o posterior.
En su hoja de ruta, irá añadiendo idiomas y versiones. Así, para finales de año, AI podrá trabajar con el inglés de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Reino Unido. Y ya para 2025, incorporará el español, el chino, el francés y el japonés.
"Si la característica clave no va a estar disponible hasta el año que viene, ¿me compraría el iPhone 16 o esperaría a 2025 y compraría el iPhone 17?"
A pesar de que ya se sabía que le iba a llevar tiempo incorporar Apple Intelligence y que en la propia presentación se explicitó que llegaría a finales de este año en Estados Unidos y a partir de 2025 al resto del mundo, la pregunta que me rondaba durante la presentación era: "Si la característica clave no va a estar disponible hasta el año que viene, ¿me compraría el iPhone 16 o esperaría a 2025 y compraría el iPhone 17?".
La respuesta es un poco a la gallega: depende. ¿Hay motivos para pasar del iPhone 15 al 16? Probablemente, los mismos que para evolucionar del 14 al 15. Vaya por delante que los iPhone son móviles tan bien construidos y con una imbricación tal entre hardware y software que pueden superar sin quedarse obsoletos los cuatro años. Con un plazo de reposición de tres años se va sobrado. Aunque muchos usuarios quieren contar con lo último. Para estos, los avances en el sistema de cámaras, la incorporación de un botón dedicado a fotografía, las mejoras en los modos pro, el incremento de potencia, la adecuación para enfrentarse a juegos triple A con soltura... y el diseño serán motivos suficientes para dar el paso y desembolsar los 1.219 euros que costarán los iPhone 16 Pro o los 959 euros de los iPhone 16. Pongo por delante el modelo Pro porque si estás dispuesto a pagar alrededor de 1.000 euros, tal vez te compense gastar un poco más y pasarte al Pro.
Apple Watch Series 10 y nuevos AirPods
Del resto de equipos presentados, hablaré del Apple Watch Series 10 dentro de unos días porque aún estoy probando el Series 9 (sí, voy con muuuuucho retraso). En cuanto a los AirPods, han lanzado dos versiones en esta cuarta iteración. Una "normal" y otra con cancelación activa de ruido. Me produce curiosidad comprobar cómo funciona la cancelación de ruido en unos auriculares de botón que no se introducen en el canal auditivo, como los AirPods sin Pro.
Pero aún me llama más la atención una nueva característica que podrán disfrutar los usuarios de AirPods Pro 2. Al margen de la calidad en la reproducción del sonido y una cancelación de ruido espectacular, los AirPods Pro 2 tienen un modo de sonido ambiente buenísimo. En breve, van a utilizar esta característica para convertirlos en unos audífonos. Me parece una idea genial.