Con el nuevo DB12, sitúan un modelo por debajo del DBS Superleggera pero un paso por encima de su antecesor. Con un diseño similar en muchas facetas a otros modelos pero con un interior totalmente renovado.
Gracias al lanzamiento del DB11 en 2016, Aston Martin daba inicio a una nueva etapa en la marca. La línea de diseño, totalmente renovada tras los viejos éxitos del Vantage 2013, necesitaba una revisión completa que comenzó con el DB11 y se expandió al resto de modelos de la marca: Vantage, DBS Superleggera y DBX.
Presentación del nuevo DB12, el nuevo "Superturismo".
Un diseño que recuerda mucho a modelos anteriores de la marca
Hoy ha presentado el fabricante anglosajón su sucesor, el DB12. Sorprendentemente, han logrado mantenerse lejos de las filtraciones como sucedió recientemente con el McLaren 750S. No obstante, el diseño recuerda mucho a varios modelos anteriores de la marca.
A la plataforma del coche se le ha dado el nombre de "superturismo", siendo algo distinto de lo esperado, ya que no se trata de una continuación directa de la del DB11. Más bien, se podría entender como un paso por delante de esta, pero todavía por debajo del buque insignia, el DBS Superleggera. Desde la vista lateral, se pueden apreciar componentes del DBS como las entradas de aire situadas por detrás del paso de rueda delantero y una silueta muy rectangular en la parte delantera. También la línea por encima de la maneta de la puerta, muy singular en el DBS, ha sido incorporada al DB12. Sin embargo, el diseño de la zona trasera recuerda mucho al existente DB11, ya que los faros y el parachoques son prácticamente idénticos.
El mayor lavado de imagen respecto al diseño exterior ha tenido lugar en la zona delantera, que cuenta con un nuevo diseño de parrilla, similar al que se puede encontrar en el modelo V12 Speedster pero de mayores dimensiones. También llama la atención el nuevo diseño de los faros y un parachoques delantero con una clara inspiración en el DBS 770 Ultimate.
A rasgos generales, el diseño del nuevo DB12 recuerda a una versión renovada del DB11, manteniendo la silueta coupé gracias al techo posterior que prácticamente minimiza el tamaño de las ventanas traseras, pero cuya parte delantera resulta más acorde a la de un "super GT" como el DBS Superleggera o Ferrari 812 Superfast.
Respecto al interior, se sigue manteniendo la configuración 2+2, aunque las plazas traseras tienen un espacio muy limitado. El interior ha sido completamente renovado, y se han sustituido gran parte de los botones que reinaban en el habitáculo del DB11 por una pantalla de 10,25 pulgadas. Destaca un volante totalmente nuevo en la marca, que resulta algo similar al del AMG SL63 (recordar que Daimler AG controla un 20% de Aston Martin) y se ha renovado todo el display y zona central para otorgar ese nivel de lujo y modernidad que los últimos modelos Aston Martin empezaban a carecer. La excepción en esta transformación del interior han sido los asientos, pudiendo configurar los tradicionales Sport Plus Seat o los Performance Seat ya presentes en otros modelos previos.
Motorización
Con un V8 biturbo, entrega 680 CV y 800 Nm de par
En cuanto a las prestaciones, se ha sustituido el V12 que se podía configurar con el DB11 por únicamente un V8 biturbo que entrega 680 CV a 6.000 RPM y 800 Nm de par desde 2.750 RPM. La marca defiende una cifra de aceleración de 3,6 segundos de 0 a 100 Km/h y una velocidad punta de 325 Km/h. Otros componentes prestacionales incorporados son una caja automática de 8 relaciones, una suspensión con amortiguadores adaptables al modo de conducción (ya presente previamente en el DBS Superleggera) y un nuevo diferencial electrónico.
El precio del primer "superturismo" de Aston Martin todavía no ha sido desvelado pero ya puede ser configurado y encargado en sus concesionarios. Se espera que las primeras unidades se matriculen a finales de 2023. 
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