AM-RB 003, la antesala del Valhalla
En colaboración con Red Bull, Aston Martin presentó en 2019, el futuro hypercar de la marca
En 2019, Aston Martin presentó un coche conceptual llamado AM-RB 003, en colaboración con Red Bull Advanced Technologies. Este prototipo fue presentado en el Salón de Ginebra y anticipa el futuro hypercar de la marca. En un principio, se preveía que el coche utilizaría un sistema de propulsión híbrido acompañado de un motor V6 turbo, en contraposición al V12 del modelo Valkyrie.
Limitado a unos supuestos 500 ejemplares, el planteamiento del AM-RB 003 se decantaba más hacia el uso en carretera y practicidad respecto al Valkyrie o al Valkyrie AMR PRO, este último enfocado al uso en circuito.
Desde Aston Martin, se buscaba que el diseño del AM-RB 003 estuviese inspirado en el Valkyrie, pero manteniendo las distancias y distinguirse como un coche totalmente diferente. Las ópticas, tanto delanteras como traseras, serán de nueva factura, pero compartiendo tecnología. Claramente, en algunos aspectos no será tan radical como el Valkyrie. Sin embargo, ambos vehículos comparten la misma filosofía basada en la aerodinámica.
AM-RB 003, una inspiración directa del Valkyrie, pero con su propia filosofía, comodidad y practicidad
Este prototipo aerodinámicamente hacía gala de detalles como un splitter muy pronunciado, un difusor trasero trabajado, fondo plano o el alerón trasero con tecnología Flex Foil. Dicha tecnología procede del sector aeroespacial, permitiendo variar la carga aerodinámica ejercida por el ala sin variar físicamente la posición de este, lo cual permite una mejora de la eficiencia, reducción de ruido aerodinámico y así evitar el aumento de drag o resistencia al aire al cambiar el ángulo de este.
Por último, el habitáculo del AM-RB 003 es el cambio más diferencial respecto al Valkyrie. Teniendo en cuenta el propósito al que se pretendía dirigir, debía ser un coche más cómodo y más práctico que el Valkyrie, pero sin renunciar a la deportividad. Las puertas son de tipo LMP1, liberando espacio en el techo y así permitiendo mayor comodidad al acceder al vehículo. Por otro lado, en el interior se dispone una consola central ancha y un hueco para equipaje tras los asientos, creando así un espacio más práctico y más usable en el día a día.
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Cambio de planes para el AM-RB 003
En el momento de llevar el modelo a producción, Aston Martin decidió cambiar el nombre al AM-RB 003 y realizar los cambios necesarios para hacer viable el modelo de producción. El nombre comercial del modelo acabaría siendo “Valhalla”, para seguir la tradición de la marca británica de nombrar sus modelos con la letra V, al igual que el Valkyrie, Vantage y demás modelos de la firma de Gaydon.
Valhalla es una palabra que en la mitología nórdica hace referencia al “cielo” donde los guerreros caídos en combate descansaban y eran seleccionados por las valquirias, creando así cierta conexión entre el Valkyrie y el Valhalla.
El último gran cambio para llevar al Valhalla a producción fue el cambio de propulsor. Pasando del bloque V6 con tecnología híbrida enchufable a un bloque V8 firmado por Mercedes AMG acompañado por dos motores eléctricos.
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Chasis británico, mecánica de Affalterbach
Curiosamente, Aston Martin, aun derivando y adaptando el chasis del Valkyrie, no optó por montar el bloque V12 atmosférico de origen Cosworth, con una cilindrada de 6.5 litros y una potencia máxima de 1130 cv. Mientras que el AM-RB003 optaba por un propulsor V6 híbrido enchufable, Aston Martin decidió acudir a Mercedes-Benz para la parte motor.
Uno de los cambios para hacer del AM-RB003 un coche de producción, fue el cambio de propulsor. El propulsor empleado trata del más que conocido M178 LS2, empleado también en el Mercedes-Benz GT Black Series. Es un motor de 8 cilindros en V a 90º, que cubica 4 litros de cilindrada, fabricado íntegramente en aluminio. Este eleva la potencia del Black Series en 20 cv, siendo así la potencia máxima de 750 cv.
Por otro lado, los motores eléctricos son fabricados por Rimac, consiguiendo una potencia máxima de 204 cv acoplados a una batería con arquitectura de 400V con KERS (sistema de recuperación energética mediante energía cinética). Con este pack de motores y batería consigue una autonomía total de 15 km. La potencia combinada entre el propulsor eléctrico y el térmico es de 950 cv. Por último, el propulsor se une a una transmisión de doble embrague Graziano de 8 velocidades, que consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos y una velocidad máxima de 330 km/h.
El chasis del Valhalla está fabricado en fibra de carbono, la suspensión delantera es tipo push-rod (siendo una configuración de dobles trapecios con el amortiguador en posición prácticamente horizontal). La suspensión trasera es multibrazo (compuesta de diferentes brazos permitiendo un mayor control y precisión en la suspensión del coche) y amortiguación variable en dureza. El peso total del Valhalla, en orden de marcha, es de 1650 kg.
Cuando el diseño y el rendimiento se dan la mano
Miles Nürnberg, director de diseño de Aston Martin y su equipo pretendían que el Valhalla tomase inspiración directa del Valkyrie, compartiendo la filosofía de casar el rendimiento con el diseño. Cabe decir que CarDesign.es tuvo la oportunidad de ver y analizar el diseño en persona por primera vez en el Salon Privé Blenheim Palace del pasado año.
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El frontal se percibe de líneas muy puras, llamando la atención la gran boca inferior que incorpora la forma en S habitual de Aston Martin. El inicio del capo de diseño afilado, se acompaña por un splitter inferior que además de generar carga aerodinámica, hace las veces de elemento estético para dotar de agresividad al Valhalla. Los faros, ubicados en una especie de zócalos colocados por encima de la línea del capó, forman una suerte de óvalo que aun resultando algo simples, se mantienen alineados al conjunto.
La vista lateral es una oda a las curvas y líneas de diseño, las cuales, entre unas y otras, tienen continuidad para crear un diseño fluido, como sería la segunda línea de cintura que acaba en forma de zigzag después de recorrer toda la puerta a media altura.
Siguiendo la filosofía de casar el diseño con el rendimiento, Aston Martin ha integrado una toma de aire superior justo detrás del habitáculo. Esto, unido al elaborado diseño, consigue hacer de una toma de aire un elemento puramente funcional a la par que estético.
La parte baja del lateral y gran parte de la puerta conforma toda la gestión del flujo aerodinámico, creando así, una serie de líneas suaves y dinámicas para evitar que el aire que penetre el vehículo sea turbulento en la parte media del coche.
La trasera la conforma una doble salida de escape integrada en la parte final de la caída del techo, seguido del alerón con tecnología Flex Foil, permitiendo variar la carga aerodinámica ejercida sin necesidad de variar el ángulo del ala. Aston Martin asegura que la carga aerodinámica a 240 km/h es de 600 kg. Seguidamente, las ópticas traseras están compuestas por 10 leds individuales dando sensación de tridimensionalidad y limpieza. A la altura de las ópticas, se disponen las letras de Aston Martin en el centro.
Por último, el difusor da continuidad al fondo plano, reduciendo al máximo el aire turbulento por la parte baja del coche. Unas oberturas de tamaño generoso en la parte trasera, dejan la parte trasera del paso de rueda al descubierto, exponiendo en todo momento parte del neumático.
El interior es uno de los grandes cambios respecto al Valkyrie, añadiendo un plus de confort respecto a su hermano mayor. A grandes rasgos se percibe un espacio lleno de fibra de carbono y muy minimalista.
Tras el volante de diseño achatado por la parte superior e inferior, que está acabado en alcantara y fibra de carbono, se esconde una pequeña pantalla, pero suficiente para el panel de instrumentos mientras que en la zona central del salpicadero se encuentra una más grande. En la parte inferior del salpicadero, solo hay dos elementos: el botón de encendido y el selector de marcha.
Aston Martin ha trabajado también en la entrada y salida del habitáculo, haciendo la abertura de las puertas de tipo mariposa, permitiendo una mejor entrada y salida hacia el interior gracias a que parte del techo se integra en la puerta.
Y, ¿es mejor que el Valkyrie?
La respuesta es, ni mejor ni peor, el Valhalla y el Valkyrie son dos coches que aun compartiendo lenguaje de diseño o chasis, son dos coches con propósitos diferentes. Mientras tanto, el uso del Valkyrie, aun siendo un coche legal para su uso en carretera, está muy enfocado para circuito. El Valhalla aún siendo un coche que parte de su uso está enfocado a circuito, resulta un coche más confortable y polivalente teniendo en cuenta sus características.
Aston Martin, construirá 999 ejemplares del Valhalla, cada uno a un precio de unos 800.000 euros. Teniendo en cuenta los retrasos que han afectado durante estos años a los fabricantes, se prevé que las primeras entregas se realicen en la segunda mitad de 2023.
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