Samsung Galaxy Watch, la espera ha valido la pena

Si todavía quieres comprar un reloj inteligente y aún no lo has hecho, éste puede ser el momento. El nuevo Watch de Samsung lo tiene todo.

Aunque Samsung ha presentado dos modelos diferentes, me voy a centrar en el 4G. El Bluetooth es igual, pero no tiene módulo para la SIM, es decir, depende para todas las funciones de conectividad, llamadas, etcétera, de estar emparejado y al alcance de un teléfono móvil.
La ventaja del Samsung Watch sobre el modelo Bluetooth de la misma casa es obvia: se podría salir a la calle sólo con el reloj y permanecer conectado sin problemas. El inconveniente es que, de momento, está disponible con un único operador, así que se tendrá que contratar su plan de tarifas.
Se puede elegir también entre dos tamaños: 42 y 46 milímetros de esfera y aquí no sólo varía el tamaño (el de 42 tiene una pantalla de 1,2 pulgadas de diámetro, mientras que la del de 46 es de 1,3 pulgadas. Los dos con la misma resolución de 360 x 360 píxeles) y la compatibilidad con correas (el grande con las de 22 milímetros y el pequeño con las de 20), sino algo mucho más importante: la batería.
Samsung ha destacado la duración y la capacidad de la batería de esta nueva generación de relojes: 80 horas de autonomía en un uso típico. Pero eso sólo lo consigue el modelo grande, el de 46 milímetros, mientras que el de 42 se conforma con algo más de la mitad: 45 horas.

Cuestión de autonomía

Es difícil medir de forma objetiva la autonomía de una batería. El dato objetivo es su capacidad. Por ejemplo, el Samsung Watch de 42 pulgadas monta una de 270 miliamperios y el de 46, de 472. Pero con esa batería ¿cuánto tiempo puedo estar sin cargarlo? Depende del uso. Por eso se utiliza el “uso típico”, una combinación de llamadas, mensajería, deporte, música…
A los más tecnólogos les interesará que todos los modelos utilizan el mismo procesador, un dual core a 1,15 GHz de velocidad de reloj y una memoria de 0,75 gigas de RAM y cuatro de almacenamiento, aunque el sistema ocupa la mayoría y deja libres 1,5 gigas.
El sistema operativo que lo mueve es Tizen. En esto Samsung difiere de la mayoría de los fabricantes, no sólo de Apple. El resto de la industria utiliza Android Wear y Apple WatchOS, pero Samsung utiliza Tizen. Éste está basado en la plataforma Linux de Samsung y desarrollado en asociación con Intel, Panasonic, Huawei, Vodafone, Orange, Fujitsu… Es también el sistema que rige la mayoría de los televisores inteligentes de la marca coreana.
En la entradilla de este artículo me atrevía a decir “lo tiene todo”. Y es que este reloj, que mostró en IFA, combina las ventajas de los equipos conectados, ampliadas con numerosas funcionalidades añadidas (salud, deporte, navegación…), con la imagen y estética propias de un reloj analógico y con otras características típicas como la resistencia al agua (5 atmósferas) y los impactos (presume de varias certificaciones militares). De hecho, visto a cierta distancia sería difícil diferenciarlo.

Los relojes 4G cuestan 379 (42 milímetros) y 399 (46 milímetros) y los Bluetooth, 309 y 329, respectivamente.
Puestos a elegir, el 4G grande: la batería de 80 horas de autonomía lo vale.