Por fin, Alexa habla español y llega a nuestro país

Amazon ha tardado, pero desembarca en toda regla con la familia completa de equipos con el asistente de voz Alexa: cuatro altavoces Echo y dos complementos interesantes.

Amazon se inventó en 2014 una nueva categoría de producto: un altavoz con micro incorporado que podías controlar con la voz. El invento se llamó Alexa y ha ido aprendiendo y evolucionando desde entonces. Ahora podría controlar la luz y la temperatura de la casa, arrancar una rutina en determinadas circunstancias, poner música, responder a preguntas, contarnos un chiste, arrancar la cafetera… Y, por fin, lo hace en español.

El gigante del comercio electrónico ha arrancado esta noche (23 de octubre) la campaña de pedidos adelantados, aunque no comenzará a enviar los equipos hasta el día 30 de octubre. Desde aquí va un aviso: si alguien está seguro de que quiere uno de los Echo de los que estamos hablando, que lo pida ya; tienen un 40% de descuento promocional. El que avisa no es traidor.

El asistente en castellano de Alexa se ha construido desde cero. Primero se le enseñó a entender. Los comienzos parece que fueron muy torpes, hasta que se distribuyeron miles de Echos por toda España y empezó a aprender distintos acentos, giros y modismos. Hoy nos comprende hasta en el 90-95% de los casos.

El siguiente reto tras los acentos fue lograr que entendiera lo que queríamos que hiciera. Las lenguas no son unívocas y una palabra puede querer decir una cosa en un contexto y otra distinta en otro diferente. El ejemplo que han utilizado, probablemente porque les costó lo suyo hacerle entender, es la palabra “Pon”. Puedes ponerte ropa, poner una canción…

Tercer paso: vamos a hablar con una máquina, le vamos a pedir cosas y nos va a contestar, asé que más vale que tenga una voz agradable y hable con fluidez. La verdad es que lo que oí me resulto cercano a Siri, pero espero probar los equipos Echo más a fondo.

Y, por último, había que dotarle de cierta personalidad: sentido del humor…

¿Qué hace?

Ya tenemos un interfaz por voz con el que podemos controlar un altavoz inteligente. ¿Qué le podemos pedir? Por ejemplo, que programe diferentes alarmas, con o sin música, que nos lea el calendario, que nos haga un resumen de las noticias del día… y, por supuesto, para reproducir música. Tanto el Echo como el Echo Plus, sobre todo este último, tienen una calidad de sonido más que aceptable, mientras que el Echo Dot se consideraría como un altavoz complementario.

Utilizan como fuente el servicio musical de Amazon, Prime Music, gratuito y con dos millones de canciones en su catálogo; Music Unlimited, servicio de pago de Amazon con 50 millones de canciones, pero también reproduce la música de los móviles, Spotify o el servicio de radio Tuning.

La pieza básica del ecosistema de equipos con Alexa de Amazon es Echo, un altavoz que incorpora siete micrófonos capaces de detectar la voz y cancelar el sonido ambiental para entender lo que dice el usuario. Como altavoz integra un twitter dedicado y un woofer de 63 milímetros, con procesamiento Dolby y distribución del sonido omnidireccional.

Una evolución del Echo es el Echo Plus, un woofer mayor, mejor sonido, pero, sobre todo, se le ha integrado un centro de control del hogar, una especie de mando para los equipos conectados de la casa, desde un sistema de luces Hue de Philips hasta el termostato de la calefacción. La gran, enorme ventaja, es que hace innecesarios los hubs que los conectan a la red wifi e, incluso, las aplicaciones que los controlan.

El Echo Dot es una especie Echo jibarizado, un manos libres que comparte el reconocimiento de voz de campo lejano de sus hermanos mayores e incorpora conexión de 3,5 milímetros para enganchar el móvil, por ejemplo.
El Echo Spot es una especie de Dot, pero con pantalla. Parece un despertador y en la pantalla puede mostrar desde el tiempo hasta vídeos.

Al margen de la propia familia Echo, hay dos complementos: un subwoofer, que reforzará los graves de los altavoces Echo, y el Amazon Smart Plug, un enchufe inteligente que se puede controlar por voz con los Echo. Lo único que se le puede decir es que se encienda o se apague, pero puede servir para que te ponga en marcha una cafetera que esté preparada o te encienda la luz del pasillo.

Todo el sistema está creado para trabajar en la nube y también para velar por la privacidad. El cerebro de los equipos Echo no reside en ellos mismos sino en la red de servidores que llamamos la nube. Los Echo están preparados para permanecer inactivos hasta que se pronuncia la palabra que les invoca, en este caso Alexa. Hasta ese momento no atienden, no transmiten, no ven…

La conexión permanente con la nube y la utilización no sólo de un usuario sino de todo el conjunto de propietarios enriquece de forma constante el cerebro de Alexa, que se sirve del machine learning para afinar cada vez más las respuestas y aprender del uso.

Precios y colores

Los Echo son equipos que van a estar permanentemente a la vista, así que es importante que estén bien diseñados por dentro, pero también por fuera. Los colores para los Echo, Echo Plus, Dot y Spot son gris oscuro, gris claro y antracita, mientras que el Spot está disponible en blanco o negro y el Sub (el subwoofer), solo en negro.

En cuanto a los precios, el Echo cuesta 99,99 euros; el Echo Plus, 149,99; el Dot, 59,99 y los Echo Spot y Sub, 129,99. El enchufe inteligente cuesta 29,99 euros.

Lo he escrito al principio, pero lo vuelvo a recordar, durante estos primeros días, los Echo, Echo Dot, Echo Plus y Echo Spot tienen un descuento del 40%.

Cuando los probemos a fondo, volveremos a hablar de ellos.