El HomePod de Apple es un gran altavoz, pero todavía le falta aprender

Siri no está al 100% en el último equipo de Apple, un poderoso  altavoz que, en la línea de los Echo de Amazon o los Google Home aspira a convertirse en el centro del hogar digital.

Cuando leí que Apple lanzaba su altavoz HomePod me acordé inmediatamente del iPod Hi-Fi. Con esa caja blanca que encerraba dos medios, dos tweeters y un subwoofer de gran tamaño, Apple demostraba que también sabía de audio o, al menos, era lo necesariamente inteligente para rodearse de los que saben.

Sonaba realmente bien. Y tenía una cuna para colocar el iPod, así, de paso, se cargaba la batería. Lanzaron el iPod Hi-Fi 2006 y costaba, como todo lo que hace la compañía californiana, una buena cifra: 350 euros. El proyecto no funcionó como esperaban y un año y medio más tarde, desapareció del catálogo de Apple.

Unos dicen que no sonaba todo lo bien que debería, otros que era más caro que los equivalentes de la competencia incluso con el sello “made for iPod”. Para mí, sonaban muy bien. Como los actuales HomePod. Aunque no son lo mismo. Ni de lejos. Hace 12 años había que ser muy, pero muy visionario para imaginarse unos altavoces prácticamente autoconfigurables, controlados por la voz y que fueran capaces no sólo de reproducir música de muy diversas fuentes, sino contestar a preguntas como el tiempo que va a hacer en determinado sitio (señores de Apple, por favor, ¿Siri no sabe dónde está Zarautz y, en cambio sí sabe donde está Orio? Esto hay que arreglarlo), las citas del calendario, que lea las noticias…

Para usuarios de iPhone (o iPad)

Los HomePod están construidos alrededor de Siri, el asistente de Apple controlado por Voz, aunque muy orientados hacia la música, no sólo la reproducción sino también la búsqueda y recomendación. De hecho también podrían considerarse como una apéndice de Apple Music, el servicio de música de la firma de la manzana mordida. O una mezcla de ambos. También admite la música que llevamos en el propio móvil, pero no se le puede conectar Spotify u otros servicios como Tidal.

Es un equipo para usuarios de Apple. De hecho, se necesita un iPhone o un iPad para realizar la configuración. Eso sí, es pasmosamente sencilla. Prácticamente funciona como el emparejamiento de los AirPods al iPhone. En cuanto se conecta el HomePod a la corriente eléctrica y acercamos el móvil, aparecerá en la pantalla nuestro altavoz y en tres pasos que llevan un par de minutos tendremos el equipo en marcha.

Suena bien, incluso muy bien. Se apoya en siete tweeters distribuidos en 360 grados y un woofer que apunta hacia arriba. Cuando se configura, los seis micrófonos que incorpora se encargan de medir el rebote del sonido en las paredes para mapear la habitación y lanzar el sonido hacia un sitio u otro. Esos mismos micros sirven para que Siri nos pueda oír incluso cuando la música está sonando en volúmenes altos. Uno tiende a subir la voz y gritar a Siri, pero no es necesario, cancelan el sonido para Siri y así nos puede oír hablándole con normalidad.

¿Demasiado grave?

Nada más oír el primer HomePod en solitario, sentado en un sillón de la central de Apple en Madrid, anoté precisamente eso: “¿Es posible que los graves sean demasiado profundos?”. A mí me gusta, pero no siempre. También pensé, será cuestión de ecualizarlo a través de la aplicación, pero, sorpresa, no se puede; está configurado de una forma y no se puede tocar.

Es otro signo más de que está fundamentalmente orientado a la música. De hecho, el efecto se multiplica cuando se colocan dos HomePod en estéreo. El proceso es igual de simple: al enchufar el segundo altavoz y acercar el móvil, lo reconoce, pregunta si está en la misma habitación y lo parea. A partir de ahí, uno de los dos equipos hace de control y el otro es el esclavo. Siri sólo oirá y responderá por un canal.

El sonido estéreo es realmente bueno (cada altavoz cuesta 349 euros, así que estamos hablando de un estéreo de 700 euros), suena bien con el volumen alto y bajo, aunque para mi gusto los graves son demasiado acusados, sobre todo si se conectan al Apple TV para ver una película: las voces quedan sepultadas por los efectos sonoros y la propia música.

Distribuidos por casa

La calidad del sonido de un solo HomePod es suficiente para cubrir una habitación, de tal forma que, si se compran dos unidades también se pueden instalar en habitaciones distintas. Si los equipos no se “ven” en la misma habitación se instalan en modo multiroom. Al invocar a Siri con el “Oye, Siri” nos responderá el altavoz más cercano (se pueden instalar más de dos) y le podemos decir que nos ponga una canción, un autor, una lista de reproducción, una emisora… Se puede especificar el equipo en el que queremos que suene, que reproduzca cosas distintas en cada altavoz o lo mismo en toda la casa. Incluso podemos enviar una canción al altavoz de otra habitación.

A la escuela

Siri está basado en inteligencia artificial y machine learning, es decir, es un sistema vivo, que aprende con el uso y lo necesita. El salto de Siri de los móviles a los HomePods deja lagunas, probablemente porque en un móvil, puede comunicar los resultados a través de audio e imagen (“esto es lo que he encontrado en internet”), mientras que en los altavoces se ve restringido al audio.

En el uso de estos días he notado respuestas incoherentes, cierta cabezonería de Siri en contestar a algo que no le habia preguntado. Son las excepciones, pero sin duda tiene le falta mucho que aprender.

Características

El HomePod de Apple está disponible a partir del viernes 26 en dos colores: blanco y gris. Se puede colocar en cualquier sitio, ya que apenas mide 17 centímetros de alto por 14 de ancho. Eso sí, como los buenos altavoces, pesa: 2,5 kilos.

En la parte baja tiene siete tweeters autoamplificados dispuestos en círculo, un poco más arriba y también en círculo hay seis micros y en la parte superior un woofer cuyo diafragma se mueve hasta 20 milímetros. El conjunto está controlado por un procesador “musical” desarrollado por Apple, el A8. Una malla recubre las “tripas” de forma que no tapa en ningún punto la salida de sonido.

Entre las tareas que se pueden realizar, además de escuchar música, destaca su función como manos libres para el móvil, tanto para llamadas de voz como para mensajes (le podemos pedir que los lea y acepta WhatsApp Messenger o Skype), crea y escribe notas, recordatorios (también en aplicaciones de terceros como Evernote), programa múltiples alarmas, le podemos preguntar por el tiempo, el valor nutricional de un alimento, el estado del tráfico y también controla los equipos conectados, lo que se ha conocido como domótica, compatibles con HomeKit, que reconocerá en la app directamente.

En la parte superior tiene una superficie táctil que permite parar la reproducción, reanudarla, saltar o volver a la canción anterior, subir o bajar el volumen o invocar Siri sin necesidad de hablar. Por cierto, para que sepamos que Siri nos escucha, se activarán unas luces en esa misma superficie.