Orcam MyEye 2.0 es una cámara dotada de capacidad para aprender que lee e identifica objetos, colores, billetes… y caras
La mejor publicidad que se puede hacer de un equipo ideado para ayudar a personas con algún problema es que te lo cuenten ellas. En este caso, quien ha contado su experiencia ha sido Alejandro Centeno, un universitario salmantino ciego que lleva un mes con sus Orcam MyEye 2.0. “Lo primero que le enseñé es a reconocerme y cuando me miro en el espejo me dice ‘eres tú”.
Puede que esto sea sólo una anécdota si tenemos en cuenta las capacidades de este equipo, pero, a veces las pequeñas cosas pueden suponer mucho. Lo que Alejandro ha ganado en este mes ha sido “independencia, autonomía y, sobre todo autoestima“. “No tienes que depender de otro para leer el menú de un restaurante o para saber el color de la camisa que te estás poniendo”, explica el universitario salmantino, que también valora poder leer los libros “normales” de la biblioteca para hacer su trabajo de fin de grado.
El equipo que está utilizando Alejandro Centeno, desarrollado por la compañía israelí OrCam, es una cámara de apenas 22 gramos de peso y 13 megapíxeles de resolución que se acopla a la patilla de unas gafas convencionales. Está dotado de un sistema de inteligencia artificial y de machine learning que le permite identificar objetos, reconocer caras, leer textos en cualquier tipo de superficie, ya sea papel o la pantalla de un móvil, ordenador o televisor, distinguir el valor de los billetes o decir el color de la ropa que estamos eligiendo.
Todo el proceso de aprendizaje y de reconocimiento lo realiza en local, es decir, no se conecta a la nube. Tan sólo se conecta para recibir actualizaciones y lo hace mediante un sistema un tanto complejo. Hay que entrar en la web de OrCam, acceder a la página de configuración de WiFi y seguir un proceso para recibir un código QR que debemos leer con la propia cámara. Una vez se ha establecido la conexión WiFi, las actualizaciones se descargan automáticamente. Tanto este proceso de configuración, como los de audio o la fecha, son algo complejos, al menos para quienes estamos acostumbrados a realizarlos a través de interfaces visuales y manejando un ratón o el dedo en la pantalla.
Para poder leer utiliza un sistema de reconocimiento de caracteres (OCR) que extrae el texto de la imagen que ha capturado y lo convierte en voz, un text to speech que se reproduce mediante un pequeño altavoz colocado cerca del oído del usuario en el mismo cuerpo de la cámara. Por la experiencia de Alejandro, embajador de la marca, el sistema es intuitivo y debe de ser más sencillo de lo que parece. Hay que mantener el texto que queremos leer a la altura de los ojos y a unos 30 centímetros de distancia; podemos activar la lectura (primero capta una imagen y luego la procesa para extraer el texto) señalándola con el índice extendido o bien mediante un toque del lateral de la cámara en donde hay una barra táctil.
Tanto el reconocimiento de objetos como de personas requiere un proceso de aprendizaje. Por ejemplo, para poder identificar a una persona, antes ha tenido que posar para el MyEye 2.0 durante una sesión de medio minuto aproximadamente. Se pueden guardar hasta 100 personas. En el caso de que no los reconozca, sí detecta que es un niño, hombre o mujer.
La batería del MyEye 2.0, así se llama el modelo, le permite dos horas y media de uso continuo y se carga mediante un puerto USB.
Es un equipo caro, muy caro. Quien quiera saber su precio, tendrá que pedirlo en la web o en Optica2000, uno de los distribuidores, que lo está introduciendo en el mercado tras su presentación en España en mayo de este mismo año.
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