Hasta que el Galaxy Fold baje de la nube y se pueda tocar, el buque insignia de Samsung en la tierra es el Galaxy S10 +. Es el móvil con el que Samsung debía celebrar el décimo aniversario del lanzamiento de la familia Galaxy y, por tanto, se esperaba un salto adelante. Sin embargo, el […]
Hasta que el Galaxy Fold baje de la nube y se pueda tocar, el buque insignia de Samsung en la tierra es el Galaxy S10 +. Es el móvil con el que Samsung debía celebrar el décimo aniversario del lanzamiento de la familia Galaxy y, por tanto, se esperaba un salto adelante.
Sin embargo, el S10 y S10 + son una evolución lógica de la familia, una puesta al día sin rupturas. Vaya por delante que el resultado de esta progresión es excelente, aunque encierra cierta decepción, sobre todo cuando han dejado ver, pero no tocar, el Galaxy Fold (en el reciente MWC19 de Barcelona, dicen que sólo lo sacaron de la urna para el Rey). Vamos, que las cosas habrían sido diferentes si el Galaxy S10 hubiera sido el Fold (por si acaso hay algún despistado, el Fold es el móvil desplegable de Samsung).
En realidad, los Galaxy S10 son una familia de cuatro miembros: S10, S10+, S10e y S10 5G, de los que ya hablamos aquí, pero hoy me quiero centrar en el S10+ con el que he estado conviviendo estos días.
La primera precisión es que son terminales diferentes; no se distinguen sólo por el tamaño de la pantalla. El 5G, por ejemplo, como indica su nombre, está preparado para la nueva generación de telefonía móvil, además de incluir una cámara 3D Depth -que igual debería haber incluido el S10+- y una pantalla de 6,7 pulgadas que tiene poco que envidiar en tamaño a la de 7,3 pulgadas del Fold ya desplegada.
El S10e es el más sencillo. Además de que la pantalla sea más pequeña y plana -sin los bordes laterales redondeados-, la cámara trasera es dual, no triple, tiene menos batería… Conste que a mí el formato de pantalla plana me gusta.
Las diferencias entre el S10 y el S10+, al margen del tamaño de la pantalla: 6,1 frente a 6,4 pulgadas pero la misma tecnología y resolución, son la cámara frontal, la batería y la memoria.
Nueva tecnología de pantalla
La nueva familia Galaxy S estrena pantalla, la Dynamic AMOLED, sustituyendo a las Super AMOLED. Para el usuario este cambio va a pasar prácticamente desapercibido. Mantiene los niveles de brillo y la saturación de color que tanto parece gustar. Yo, particularmente, prefiero colores más reales, pero reconozco que estas pantallas se ven muy bien también en exteriores.
Que para el usuario puedan pasar desapercibidas, no quiere decir que no tengan innovaciones. Por ejemplo, es una pantalla perforada para dejar asomar la cámara; en el caso del S10+, las dos cámaras frontales; integra sensores en la propia pantalla, ha sido certificada por la Verband Deutscher Elektrotechniker (VDE), la Federación de Industrias Electrotécnicas, Electrónicas y de Tecnologías de la Información alemana, por su gama de color, es el primer móvil certificado como HDR10+ y ha obtenido el sello Eye Comfort por la multinacional de ensayos industriales TÜV Rheinland.
Si hablamos de los componentes fundamentales de un móvil en la actualidad, probablemente comenzaremos por el procesador, el módem, la antena… pero lo que miramos y con lo que actuamos es con la pantalla, así que cualquier mejora en este elemento redunda en el rendimiento de todo el equipo. Incluido el escáner de huellas que, en línea de otros fabricantes, como Huawei, se integra bajo la pantalla.
Desbloqueo con la huella…
Funciona desde la pantalla en reposo y reconoce la huella desde distintas posiciones, pero hay que tener la precaución de realizar bien el escaneo inicial. En el proceso de registro de la huella hay que ir moviendo el dedo, no sólo para cubrir toda la huella, sino para que sea capaz de registrarla desde distintos ángulos. Si se hace de esta forma, no será necesario colocar el dedo en una única postura.
El desbloqueo del móvil mediante la huella dactilar lleva entre nosotros un lustro. Ha ido ganando en rapidez y en seguridad, pero se han sumado otros sistemas que suponen un reto. Un ejemplo puede ser el escaneo de la palma de la mano para identificar al usuario por las venas, como ha hecho LG, otro mucho más común es el reconocimiento facial.
…¿y con la cara?
Prácticamente, todos los fabricantes que trabajan con Android advierten de que este sistema es mucho menos seguro que el pin, los patrones o la huella dactilar. Pero tanto… El sistema que utiliza Samsung es bidimensional; no tiene en cuenta la profundidad del rostro como sí hacen otros (nadie, hasta el momento, ha sido capaz de batir el sistema que utiliza el iPhone X en este terreno).
El resultado es que si tienes en alguna estima la seguridad, no uses el desbloqueo facial. Con una fotografía de la cara del usuario registrado se puede desbloquear. No es una noticia falsa ni una experiencia aislada de un usuario que conoce a otro que conoce a un amigo de alguien que lo hizo. Es experiencia propia. Apple renunció al lector de huellas y apostó por el reconocimiento facial. Si no puedes hacerlo igual o mejor, déjalo. Apuesta por la huella y olvídate de la cara.
Ultra gran angular
En cuanto a la fotografía, la elección de un ultra gran angular para la tercera cámara es un acierto. Los 123 grados que abarca son similares a la mirada humana. Con eso se consigue que una foto pueda recoger lo mismo que estamos viendo con nuestros ojos. Eso sí, procesado por un sistema de inteligencia artificial mas rápido y completo que los anteriores gracias a su unidad de procesamiento neuronal (NPU).
El trío de cámaras del S10+ se compone del ultra gran angular equivalente a 12 mm (123 grados), con resolución de 16 megapíxeles y una apertura de f/2,2, un gran angular de 26 mm (77 grados), 12 megapíxeles y f/1,5-2,4 y un tele equivalente a 52 mm (2 X óptico) que cubre un ángulo cerrado (45º) con apertura de diafragma de f/2,4 y resolución de 12 megapíxeles.
La triple cámara resulta muy versátil y el trabajo conjunto que realizan permite capturas de gran calidad apoyándose también en los estabilizadores ópticos de imagen del gran angular y el tele.
En cuanto a la frontal, el S10+ añade a la cámara para selfies de 10 megapíxeles una cámara de profundidad de ocho millones de píxeles.
Los procesadores más potentes
Los procesadores de las unidades que se venden en Europa son los Exynos 9820, con tecnología de ocho nanómetros, fabricados por la propia Samsung y equivalentes a los Snapdragon 855 de Qualcomm con los que van equipados los terminales que se venden en China y Estados Unidos.
La batería del S10+ es inmensa y da para un día desconectado del enchufe. Uno suele llevar una batería extra por si acaso cuando sabe que tiene una jornada larga fuera, pero no la he necesitado. Es más, los 4.100 miliamperios del S10+ (3.400 en el S10) tienen capacidad suficiente como para dar un chute al final de la jornada a otro equipo. Además de carga rápida tanto por cable como inalámbrica (compatible con el sistema Qi), los S10 pueden compartir su batería con otros equipos compatibles con el mismo sistema, incluso un iPhone.
La última diferencia entre el S10 y el S10+ es que este último añade una opción más de configuración de la memoria RAM y de almacenamiento. A los 8 GB / 128 o 512, suma la posibilidad de aumentarlos a 12 GB de RAM y un tera de almacenamiento, pero sólo en los modelos de cuerpo cerámico.
Los precios también varían, claro. El Galaxy S10 cuesta 909 euros con 128 gigas y el S10+ arranca en 1.009 con la misma memoria, si subimos a 512 gigas (ya con cuerpo cerámico) pasa a 1.259 euros y si queremos el máximo de almacenamiento -1 TB- nos ponemos en 1.609 euros.
¿Que son caros? El precio es alto, desde luego, pero, según la última nota de prensa de Samsung, la familia S10 ha logrado más ventas anticipadas que ningún otro modelo de la compañía en España. Calculan que un 30% de reservas que con el anterior S9. Será por dinero…
Si (
No(
