El fabricante de electrodomésticos australiano Breville, que opera en Europa con la marca SAGE, se presenta en España con su gama de cafeteras y con la Bambino como novedad.
Para los periodistas de tecnología españoles -y los administrativos, contables, responsables de recursos humanos...- Sage es una compañía que se dedica al desarrollo de aplicaciones de gestión empresarial.
De ahí que, cuando me convocaron a una presentación de la marca SAGE Appliances, con degustación de café e, incluso, visita a un tostador, me dejó descolocado. La confusión duró lo que tardé en escribir "SAGE Appliances" y "Wikipedia" en el cajón de búsquedas de Bing. Ahí es donde me enteré de que es el nombre con el que actúa el gigante australiano Breville en Europa.
Breville, que comenzó fabricando radios en 1932, cobija bajo su paraguas un buen puñado de marcas. En Wikipedia recogen, además de la propia Breville con la que opera en todo el mundo excepto en el Viejo Continente, Kambrook, Ronson, Sage, Solis, Gastroback, Stollar...
Su desembarco en España se produjo el año pasado. Y no hace falta que comentemos lo que sucedía. Digamos que no fue el mejor momento. Así que no es extraño que esperaran para hacer su presentación a un momento más sencillo. Y lo han hecho en formato presencial y con una buena docena de máquinas de café para poder comprobar cómo funcionan. Y, de paso, apreciar lo que cuesta conseguir un buen café.
Hace poco estuve probando la Philips 5400. Me costó casi un centenar de cafés llegar al punto que yo quería tanto del café latte como del capuccino. Lo fui logrando a ojo, ajustando la cantidad de café, el nivel de molido, la cantidad de agua... Si la presentación de SAGE y su cafetera The Bambino se hubiera realizado antes, me habría costado menos.
Los responsables de la marca -estuvieron presentes los de Portugal y de España- se apoyaron en unos cuantos baristas de Hola Coffe, entre ellos Pablo Caballero, uno de sus fundadores, que nos ayudaron a calibrar las máquinas y a apreciar los cambios en el sabor del café conforme cambiaban las variables.
Los principios de un buen café
La estrella de la presentación fue The Bambino, la más sencilla del catálogo, una máquina que cuesta 349,90 euros (en Amazon), pero que comparte las caracterísiticas básicas de, por ejemplo, la avanzada Barista Pro -611,90 euros, pero con molinillo incorporado-. Para lograr un café de premio, además de la calidad del café, se necesita que la dosis por taza sea de 18 gramos de café recién molido; que la presión sea de nueve bares y constante; que la temperatura del agua sea de 93 grados centígrados y que la potencia de vapor alcance los 130 grados para lograr que la leche no sólo esté caliente, sino que adquiera una textura sedosa.
La Bambino cumple con esas funciones: presión de 15 bares para lograr los nueve constantes, temperatura del agua a 93 grados y la lanza de vapor con 130 grados. Como no incluye el molinillo, la dosificación y nivel de la molienda es responsabilidad de otro aparato, una báscula de precisión o el ojo del usuario.
A mí, y creo que al resto de los periodistas que compartimos la presentación, españoles y portugueses, nos quedó clara una idea: qué difícil es preparar un buen café, ya sea solo, cortado, con leche, corto de café, corto de leche, con la leche fría, templado...