2024 se postula según los analistas como el año de la recuperación de las ventas en el mercado de la telefonía móvil. Y Xiaomi se ha preparado para pescar en la importantísima gama media-alta con la recuperación de su política de 'honest pricing'.
El gran fabricante chino Xiaomi hizo de los precios justos (honest pricing) una de sus banderas: ofrecer tecnología de última generación empaquetada en un producto de calidad y buen diseño a un precio que les dejara márgenes comerciales del 5%. Con esa política de precios, buenos terminales y una política de mercadotecnia basada en los clubes de fans de la marca, han logrado auparse a los primeros puestos en la mayoría de los mercados.
Siguendo esas políticas ocuparon el hueco que dejaba Huawei y lograron desplazar a Samsung, al menos en lo que se refiere a unidades.
Sin embargo, en los últimos ejercicios, el mensaje de la marca fue cambiando. Al precio justo se le fueron añadiendo matices. Xiaomi se iba haciendo adulto y con la madurez llegaron las ganas de ganar más. El experimento del "honest pricing" se iba quedando relegado a la submarca Poco. Y también con matices. Los Poco ya no llegaban con lo ultimísimo en tecnología a pesar de que los precios seguían siendo rompedores.
Si los precios de los Poco se mantenían a raya, en los buques insignia, en los Xiaomi con número detrás, se disparaban con fuerza. El lema cambiaba: "Si quieres un tope de gama de Xiaomi, tendrás que pagarlo, igual que pagas por un Samsung o por un iPhone...". Pero, ¿qué pasaba en la gama media-alta? En este territorio es en el que se vende el bacalao y en el que la competencia es más feroz. Ahí es donde encajan las series Redmi y Redmi Note y donde Xiaomi hace caja. Y también habían ido subiendo los precios, aumentándolos más allá de ese 5% de baneficio por terminal que habían marcado como "honest pricing".
El mercado de la telefonía móvil es muy competitivo y el de la gama media todavía más. Para poder asomar la cabeza y mantenerse hay que convencer a los distribuidores y al público con argumentos diferentes cada año: no vale con renovar componentes y cambiar el diseño. Hay que ventear y adelantarse al resto incluso con las gamas de colores. O con la curvatura de las pantallas...
A la hora de comprar un móvil hay un criterio que se impone: el presupuesto. Importa la batería, la velocidad de carga, el procesador, las cámaras, el tamaño de la pantalla... si podemos comprarlo.
Pero, más allá de lo que los periodistas del sector pensemos, a la hora de comprar un móvil hay un criterio que se impone: el presupuesto. Importa la batería, la velocidad de carga, el procesador, las cámaras, el tamaño de la pantalla... si podemos comprarlo. De ahí el equilibrio entre características y precio. Y más en un año que puede ser muy importante para el mercado de la telefonía.
Y es que tras dos años de caída, en 2024 se verá el cambio de curva y las ventas comenzarán a crecer. Al menos, es lo que dicen en IDC y Canalys.
Colores, componentes renovados, nuevo diseño, ajuste de precios... y otro elemento clave en la estrategia de venta: apuntar a todo. La serie 13 de los Redmi Note llega con cinco modelos diferentes y algunos de ellos se pueden configurar con distintas memorias RAM y ROM. Son los Redmi Note 13, Note 13 5G, Note 13 Pro, 13 Pro 5G y 13 Pro+ 5G.
Que sea una serie que se lanza en 2024 no quiere decir que sean 5G. Dos de los modelos, el Note 13 y el Note 13 Pro (con sus variaciones de RAM/ROM), son 4G. Eso, y el encaje de componentes de distintos fabricantes -MediaTek y Qualcomm en procesadores, por ejemplo- les permite un ajuste importante de precios que se podría interpretar como un regreso a los precios justos. Y es que la gama arranca con los 199 euros del Redmi Note 13 con seis gigas de RAM y 128 de almacenamiento. Para poder comparar, el modelo equivalente el año pasado costaba 249 euro, 50 euros más.