No la busquen. Yo lo he hecho y no he encontrado la Digital Audio Broadcasting (Radio digital o DAB) en ninguna de las listas que se elaboran sobre las tecnologías que despegarán en 2024.
Lo cierto es que, a pesar de que la radio es un medio que está resistiendo bien la competencia de internet y, aunque tarde, se está adaptando a los podcasts, no me habría interesado por la DAB si no hubiera sido por el magnífico equipo de Loewe que estoy probando ahora. De hecho, quería haberlo publicado antes. Incluso podría haber sido uno de esos modelos recomendables para regalo navideño o de reyes. Pero me encontré con un problema. Estaba fuera de Madrid. Y excepto en Madrid y Barcelona no hay cobertura DAB.
¿Y eso? Resulta que España había desarrollado un plan a finales del siglo pasado que, a través del Real Decreto 1287/1999 pretendía que las emisiones en radio digital alcanzaran al 80% de la población. Entonces España era un pionero. Pero en 2009, se invirtió la cifra: se cubriría el 20% de la población. Sin obligaciones ni incentivos, al final, ese 20% se quedó en las áreas de Madrid y Barcelona.
En Europa, los datos son muy diferentes. De hecho, hay países en los que las emisiones digitales (DAB) han sustituido totalmente a las de radio analógica. La Unión Europea aprobó una norma para darle un nuevo impulso y, desde el 21 de diciembre de 2020 todos los coches nuevos que se vendan en el territorio de la UE deben estar equipados con receptores DAB+.
Las ventajas que tenía la emisión digital frente a la analógica a finales del siglo pasado se han reducido sustancialmente con la llegada de la extensión de la radio por Internet y, sin embargo, parece que este 2024 puede ser el año del resurgir de la DAB de la mano de Hola Dab, un proyecto en el que participa Ibertel y que aspira a dar cobertura al 95% de la población. La primera fase ya incumbe a 18 provincias.
Diseño
En este panorama, cobra más interés todavía la Loewe radio.frequency. Es un equipo con una estética muy cuidada, algo que viniendo de la mano de Loewe se presupone, lo mismo que la calidad de sonido.
En cuanto al diseño, combina un frontal de madera con una botonadura que reinterpreta las teclas y el botón de sintonización clásico, con un cuerpo cubierto totalmente por una malla textil excepto una pequeña pantalla de 2,7 pulgadas, suficiente para saber de un vistazo qué estamos escuchando, por qué tipo de canal, el volumen y modo y la batería restante.
Sonido y conectividad
Por lo que se refiere al audio, el sistema cuenta con dos drivers de 2,5 pulgadas y rinde 28 vatios en estéreo. El sonido es muy amaderado, muy europeo y equilibrado.
Se pueden sintonizar emisoras DAB y de Frecuencia Modulada y también se empareja por Bluetooth 5.0. Cuando se enciende hace un barrido de las emisoras DAB, que también se puede hacer manualmente a través del menú de configuración. Se pueden almacenar hasta diez presintonías, cinco DAB y otras cinco FM. También puede conectarse a una fuente de audio externa mediante un puerto minijack de 3,5 mm.
Es más grande que un transistor AM/FM de pilas (mide 21,1 x 13,2 x 6,8 centímetros), pero sus 1,2 kilos de peso no son un obstáculo para trasladar la Loewe radio.frequency por toda la casa y que nos acompañe en el cuarto de estar, la terraza, el jardín (si no llueve)... Y, como no es cuestión de buscar enchufes ni reponer pilas, se alimenta por una batería de iones de litio de 2.200 miliamperios que se carga completamente en tres horas y que le proporciona una autonomía de 14 horas de reproducción.
Esta radio, con la que Loewe ha estado celebrando su centenario, cuesta 199 euros.
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