Sony lanza sus LinkBuds L900, los primeros con driver en anillo

Por fin, un concepto nuevo. Al menos yo no conozco otro driver en anillo abierto. La idea es, a la vez, sencilla y complicada. Tanto que, aunque la teoría la comprendo, no sé cuál sera el resultado una vez que te coloques los LinkBuds L900 en las orejas.

Es tan simple como crear un auricular cuya parte central esté abierta para dejar pasar libremente el sonido del exterior a la vez que, mediante un altavoz en forma de anillo alrededor de ese orificio, reproduce música, una llamada telefónica, el podcast de moda o un curso de inglés.

Ahora que se ha puesto de moda la función "transparencia" en los auriculares con cancelación del ruido ambiental, tiene toda la lógica. En principio, podrías estar todo el día con los LinkBuds colocados sin necesidad de activar ninguna transparencia ni quitártelos para mantener una conversación, escuchar los avisos de megafonía o estar atento a la circulación.

Pensando en un uso prolongado, Sony también ha trabajado para ofrecer un equipo muy compacto y ligero. Comparándolos con los WF-1000XM4 (también es verdad que son de los más voluminosos), son un 51% más pequeños y pesan un 44% menos: 4,1 gramos.

Adiós a la presión en los oídos

No solo el driver tiene un diseño abierto, sino que los auriculares son del tipo botón. Es decir, no son internos, sino que se apoyan en la concha de la oreja y se sujetan mediante unas aletas al pliegue superior de la concha. Cada LinkBuds incluye en la caja dos juegos de soportes con cinco tamaños de aleta.

Los auriculares internos tienen sus ventajas -bloquean de forma pasiva el ruido exterior, se sujetan bien al encajarse en el orificio externo del oído...-, pero también sus inconvenientes. En cuanto a la calidad del sonido, generalmente, parece que la música procede del interior de la propia cabeza (las últimas generaciones de auriculares han superado con nota este inconveniente, pero todavía subsiste). Probablemente, sea un inconveniente mayor la presión a la que someten al oído. De hecho, cuando te quitas los auriculares tras una videoconferencia larga, sientes alivio.

No son internos, sino que se apoyan en la concha de la oreja y se sujetan mediante unas aletas al pliegue superior de la concha

Sony enumera otras ventajas de este tipo de auriculares frente a los internos. De ellas, la que me parece más obvia y útil es la regulación del volumen de la propia voz. Es cierto que los auriculares de gama más alta permiten escucharte a ti mismo cuando estás manteniendo una conversación telefónica, pero la mayoría no. Es una de las causas por las que mucha gente grita cuando habla por teléfono con los cascos colocados. Es otro problema que se evita.

¿Cuál es la parte complicada?

Hasta aquí todo parecen ventajas. Pero al comienzo de este texto decía que la idea es a la vez sencilla y complicada. La parte complicada es cómo lograr una buena calidad de sonido en la reproducción de música y en las llamadas telefónicas con un auricular abierto físicamente al exterior.

Para afrontar el reto, Sony ha acudido a la misma tecnología del aclamado WF-1000XM4, con el procesador V1 adaptado, el motor de sonido DSEE para recuperar los sonidos de alta frecuencia que se pierden al comprimirlos desde la fuente original... En el caso de las llamadas, el truco consiste en procesar la voz mediante la aplicación de inteligencia artificial. El algoritmo para separar la voz humana del usuario de los ruidos de ambiente se ha adiestrado utilizando más de 500 millones de muestras.

El algoritmo para separar la voz humana del usuario de los ruidos de ambiente se ha adiestrado utilizando más de 500 millones de muestras.

No cuenta con cancelación de ruido -sería imposible cuando se deja una ventana físicamente abierta al exterior-. Sin embargo, sí cuenta con ecualización para personalizar el sonido al gusto. Se controla a través de la aplicación Headphones Connect y cuenta con ocho perfiles preconfigurados, más dos personalizados y otro manual.

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Control sorpresa

Los LinkBuds son bastante pequeños y quedan -según las imágenes- bien encajados en la concha de la oreja. De esta forma hay poca superficie libre para crear un área táctil con la que controlar los auriculares: subir y bajar el volumen, pasar de pista, aceptar una llamada...

En esta ocasión, Sony también ha innovado. Ya no hace falta tocar el auricular, basta con un doble (o triple, según el caso) tap en la parte de la cara cercana a la oreja. Los acelerómetros (y la inteligencia artificial añadida y el aprendizaje) hacen el resto. Esto, junto con la calidad del audio, tanto en reproducción como en las dos direcciones de las llamadas telefónicas, es lo que tengo más interés en probar. Espero que pronto.

El aprendizaje también se ha aplicado al ajuste automático del volumen, que se adapta automáticamente en función del ruido ambiental. A mayor ruido, mayor volumen y viceversa.

Siempre con la idea de automatizar al máximo las funciones, mantiene el Speak-to-Chat: en cuanto detecta que estás hablando con alguien, para la reproducción para que la conversación se escuche con claridad. Cuando se deja de hablar, al cabo de un tiempo que se puede programar en la app, vuelve a reproducir la música que se estaba escuchando.

Es compatible con los asistentes de voz y se les puede invocar directamente por voz. Lo habitual, suele ser activarlos mediante una pulsación. También comparte Fast Pair y Swift Pair, los sistemas de emparejamiento rápido BlueTooth en Android y Windows, respectivamente. (También queda pendiente probar la compatibilidad de emparejamiento automático con Apple, así como el funcionamiento con el asistente digital Siri, de la que no hablan en Sony).

Pequeños, pero...

...Con una carga completa los LinkBuds ofrecen cinco horas y media de reproducción, a los que hay que sumar algo más de dos cargas completas en la base de carga. En total, la autonomía del conjunto son diecisiete horas y media.

Cuentan con un sistema de carga rápida: con un chute de diez minutos se consigue energía para noventa minutos de reproducción.

Lo que me ha sorprendido en unos auriculares previstos para llevarlos puestos todo el día que no sean multipunto

Los auriculares tienen la certificación IPX4, lo que significa que resiste salpicaduras, lluvia o sudor. Debería resistir un chorro de 10 litros de agua por minuto durante cinco minutos a una presión de 80 Kilonewton por metro cuadrado, vamos, que hace falta sudar mucho para que le pueda entrar algo de agua.

Lo que me ha sorprendido en unos auriculares previstos para llevarlos puestos todo el día que no sean multipunto. Es una opción que incluyen pocos auriculares, pero que me parece muy práctica. ¿Qué sucede si estás conectado al ordenador para una videoconferencia y entra una llamada al móvil?

Están disponibles en color gris o blanco desde esta misma tarde a un precio de 180 euros.