Asus ROG Phone, un móvil especialista en videojuegos

Como móvil es un terminal de gama alta -cuando se lanzó-, pero Asus lo ha dotado de componentes y herramientas que lo acercan a una consola portátil (o no tanto)

ROG es el acrónimo de Republic Of Gamers (República de Jugadores) y bajo esas tres letras la compañía tailandesa Asus agrupa todos sus modelos especializados en videojuegos. Así que cuando uno oye ROG Phone, ya puede suponer que se trata de un móvil para jugar.

Dejemos la parte ‘normal’ con un par de pinceladas y centrémonos en la especializada. Como terminal de gama alta, estaba equipado con el Snapdragon 845 de Qualcomm, el procesador más potente de la compañía estadounidense. Y digo estaba porque ya está superado por el 855 que equipan los móviles recién llegados, desde el Xiaomi Mi9 hasta el Samsung Galaxy S10+, pasando por el LG V50, del que pronto hablaré aquí. Ocho gigas de RAM y 128 (o 512) de almacenamiento acompañan al procesador.

Doble cámara principal (trasera) de 12 y 8 millones de píxeles con una apertura de diafragma luminosa: f/1.8 y autoestabilizada. La delantera, la de los selfies, es también de ocho megapíxeles y cuenta con la misma apertura. Por supuesto cuenta con desenfoque de fondo para lograr el famoso e hipercitado efecto Bokeh, mediante el que se resalta la figura en primer plano desenfocando el fondo.

Llegó a las tiendas españolas hace un par de meses a un precio de 899, precio que se ha mantenido. Cuando escribo estas líneas lo encuentro en Amazon, especialista en romper precios, a 835 euros.

Para jugar

Aunque parezca una paradoja, la cosa se pone sería al tratar de este terminal cuando se habla precisamente de jugar. El tiro está muy bien apuntado, porque Asus tiene muy poco peso relativo en el mercado de la telefonía, pero tiene un nombre en el sector del videojuego en donde ha logrado introducir su sello ROG, con ordenadores y periféricos para los seguidores de la República De Jugadores -Republic Of Gamers en inglés: ROG-.

Y ¿qué se le puede pedir a un móvil para jugar? Primero una pantalla adecuada, sonido en condiciones, controladores físicos y / o virtuales, potencia para mover todo esto, compatibilidad con periféricos especializados, batería suficiente, personalización, lucecitas (para muchos, imprescindibles) y refrigeración, mucha refrigeración para no quemar el procesador ni las manos.

Comenzando desde este último, a pesar de contar con un sistema de refrigeración de vapor y un diseño pensado para disipar el calor que produce el trabajo del Snapdragon 845, no logra mantenerlo frío cuando se juega a títulos muy demandantes.

(El Snapdragon 845 es un SoC, System on a Chip, es decir que integra los distintos componentes necesarios, desde la propia CPU -Central Processing Unit, Unidad Central de Proceso- hasta el soporte para gráficos o GPU -Graphics Processing Unit, Unidad de procesamiento Gráfico-)

Una parte del diseño está pensada para disipar el calor, por ejemplo, el borde metálico. Además, la trasera combina dos materiales: cristal y plástico. En ella se pueden observar dos radiadores, dos áreas perforadas para ventilar.

Las cámaras de vapor, ya aplicadas en ordenadores y que pasaron hace poco tiempo a los móviles, son circuitos cerrados de líquidos refrigerantes que se colocan junto al procesador para ayudar a enfriarlo.

Asus es consciente de que, a pesar de la cámara de vapor y el sistema de ventilación, no consigue rebajar suficientemente la temperatura y en la caja ha incluido un ventilador extra que sí lo logra. Sin embargo, hace sufrir a la batería. Por sí misma y para un teléfono de alta gama convencional, la batería está muy bien: 4.000 miliamperios, en el punto más alto de la competencia, pero los juegos son más demandantes de batería que las aplicaciones convencionales, incluyendo el vídeo. Cuando se somete a juegos, añadiendo el modo X y el ventilador externo extra, se ve físicamente cómo baja la barra de la batería. En estos momentos, conviene estar conectado.

La carga rápida es un alivio relativo. Logra rellenar la mitad de la capacidad en media hora aproximadamente. Tras ese tiempo, aumenta el tiempo de carga y necesitará casi dos horas para llegar al máximo.

Pensando en mantenerlo conectado a la red eléctrica mientras se juega, el puerto USB tipo C se ha colocado en el extremo inferior izquierdo, aunque también se puede utilizar el puerto para periféricos emplazado en el lateral. De esa forma, los cables no interfieren en el manejo del terminal como si fuera una consola.

Enciende los LED y olvídate del resto del mundo

Al margen de los componentes, aunque algunos sean especializados, y el diseño, hay dos modos que lo convierten en especial: el Modo X y el Genio. Mediante el primero, el sistema se centra en mejorar la experiencia de juego priorizándolo sobre otras tareas. Además, ilumina el anagrama trasero, por si los compañeros no se han dado cuenta de que estás jugando.

Genio, por su parte, es un menu específico que permite desde establecer la sensibilidad de los botones virtuales hasta activar el modo no molestar que bloquea llamadas y notificaciones.

Si complementamos estos dos modos con un sistema de botones en pantalla más otros invisibles y configurables en el marco, tenemos una verdadera consola con una pantalla AMOLED de seis pulgadas de diagonal y una resolución de 2.160 x 1.080 píxeles.

El sonido en un videojuego es tan importante como la imagen. Sobre todo si hablamos de títulos de acción. Asus ha montado un par de altavoces en los dos extremos de la pantalla que consiguen una sensación más inmersiva. Siempre es recomendable utilizar cascos, tanto cuando se escucha música como cuando se juega. En este caso, la recomendación es que sean inalámbricos, ya que el conector minijack para los auriculares está en el lado opuesto del puerto USB C y entorpece el manejo del móvil cuando se sujeta en horizontal.

A pesar de los pequeños reparos, es una buena opción para jugones si obviamos el precio. Y atención, cuando se deja sobre una superficie pulida con la pantalla hacia abajo, se desliza como ninguno. Es un peligro.