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Samsung Z Fold 2, casi todo arreglado
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Samsung Z Fold 2, casi todo arreglado

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
miércoles 23 de diciembre de 2020, 09:00h

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Análisis del Samsung Galaxy Z Fold 2 (publicado originalmente en Innovadores el 13 de noviembre de 2020)

Con la segunda versión de su móvil desplegable Z Fold, Samsung ha superado casi todos los defectos, grandes y pequeños que apuntó la crítica.

(Publiqué este tema en Innovadores el 13 de noviembre de 2020)

Es diferente una prueba corta que un análisis de uso de varios días. También es verdad que si está bien montada, una sesión dirigida por uno de los responsables del producto da para mucho. En realidad, para casi todo.

Lo que toca en esos casos es comprobar que no hay trampa ni cartón. Que lo que se toca y se ve en un caso corresponde a la realidad y no es un efecto demo con todo controlado y sujeto por alfileres. Y, básicamente, es lo que ha sucedido con el uso de una semana larga.

A principios de septiembre, Samsung organizó una serie de sesiones individuales para poder tocar y probar durante un rato el Z Fold 2. La conclusión de aquellas sesiones fue que, efectivamente, Samsung había superado los retos de hardware, sin embargo, quedaban dudas sobre la ventaja de una pantalla cuadrada de 7,6 pulgadas.

Y es que el foco de las presentaciones de Samsung con este terminal ha sido el uso: ¿para qué sirve? ¿cuáles son las aplicaciones en los que se aprecia una ventaja sustancial?

Se puede pensar -y en mi opinión, acertadamente- que quienes buscan una pantalla grande lo hacen pensando en disfrutar de contenido multimedia a lo grande. Y este es el “casi” al que alude el título del presente artículo. Se puede arreglar o mejorar todo, pero si se mantiene el formato de pantalla…

La pantalla principal, es decir, la que se despliega cuando se abre el móvil es de 7,6 pulgadas, pero si la quieres para ver una película o una serie (generalmente grabadas y distribuidas en formatos panorámicos de 16:9 o el cinematográfico puro de 21:9), desperdicias aproximadamente la mitad de la superficie. Prácticamente, tienes más superficie de visualización en la pantalla frontal de 6,23 pulgadas que en la de 7,6, aunque parezca una paradoja.

Sin embargo, se muestra muy versátil en situaciones muy variadas y es especialmente útil para multitarea hasta tres ventanas funcionales y una cuarta con la que no se puede interactuar. La distribución de las tres ventanas por la pantalla es bastante intuitiva y es sencillo (cuando lo aprendes) crear atajos para lanzar varias apps juntas.

La multitarea es el punto diferencial, igual de versátil que en una tableta, aunque menos que en un portátil. El otro uso destacado es la cámara. En el desempeño de la combinación de las dos pantallas (desplegable y frontal) y de las cámaras del Z Fold 2, podría escribir palabra por palabra la descripción tras la prueba en corto:

“Para empezar, puedes depositar el terminal en una superficie abierto en 90 grados (o un poco más) para que no te tiemble el pulso o para grabarte un vídeo. A eso lo llaman Modo Flex. En esa posición, con la aplicación Cámara, parte automáticamente la pantalla en dos. La parte de arriba (queda en posición vertical) hace de visor para encuadrar mientras que en la de abajo se muestran los controles de ajustes y disparo y también se pueden visualizar las fotos que vas tomando. Es una pena que no hayan incluido un botón de borrado y tengas que seleccionar la imagen, la muestra en la parte superior, das al botón de borrar y lo confirmas con eliminar.
Otra opción es desplegar el móvil, darle la vuelta y apuntar la cámara principal (en la parte trasera) hacia ti. Si activas así la función de retrato, utilizas la pantalla exterior para verte y elegir la mejor pose. Con el gesto de mostrar la palma de la mano se activa el disparo.
En este modo, la pantalla principal, a pesar de estar desplegada, continúa apagada. Pero hay otro modo, vista dual, que la enciende. El fotógrafo en esta ocasión utiliza al pantalla principal desplegada para encuadrar y tomar la foto, mientras que el que está siendo fotografiado se ve a sí mismo en la pantalla exterior y puede decidir qué pose quiere.
Volvamos al modo Flex y con el Z Fold2 apoyado en una superficie podemos hacer un vídeo o grabarnos sin perder el foco ni el encuadre del personaje. Es una función de tracking, pero han decidido llamarlo encuadre continuo”.

En el momento de la prueba corta existía una latencia entre el movimiento que queríamos captar y lo que se veía en la pantalla. Entonces se achacó a que el software no era definitivo, pero sigue existiendo esa latencia. Sin embargo, no influye en el resultado. En la grabación final no influye esa latencia. Es apenas un efecto al que te acostumbras mientras grabas.

Una de las cosas que no probé como se debe en aquella primera toma de contacto fueron las cámaras. A ver, el efecto de encuadrar y verlo en un pantallón de 7,6 pulgadas y de compartir imágenes en ese tamaño es bestial. En conjunto monta cinco cámaras: tres en el bloque trasero de la cámara principal, una frontal y otra en la parte superior derecha de la pantalla desplegada.

Cada una tiene su función: selfie con el móvil plegado, selfie (videoconferencia, muy útil en estos tiempos de encierros) con la pantalla abierta o en 90 grados, ambas con resolución de diez millones de píxeles y las tres principales, de 12 millones de píxeles, son gran angular, súper gran angular (123 grados) y un tele (52 milímetros) de dos aumentos.

En una semana larga no se puede probar el mecanismo de apertura, la famosa bisagra que tantos problemas le dio a Samsung en su primer intento, 200.000 veces, pero no hay picos, funciona muy bien, nada que ver con el primero.

Al margen de la parte mecánica y de las funcionalidades especiales por la pantalla desplegable, el procesador Qualcomm Snapdragon 865+ que monta (parece que, definitivamente, Samsung opta por dejar sus Exynos para gamas más bajas) y los 12 gigas de RAM se le notan: desempeña con suavidad y rapidez cualquier acción que se le encargue.

En cuanto a la batería, decir que lleva una capacidad de 4.500 miliamperios dividida en los dos cuerpos del móvil no parece mucho, pero es suficiente para un día incluso intenso con esa enorme pantalla. Es compatible con carga rápida a 25 vatios utilizando cable y a 11 vatios con carga inalámbrica.

Por supuesto, es 5G, aunque, de momento, la diferencia de velocidad entre las redes 4G y 5G no es suficiente para considerarlo como un motivo de compra. Lo que sí puede ser un motivo para pensárselo, son los descuentos que está ofreciendo Samsung por el Día del Soltero. En el Galaxy Z Fold2, 250 euros menos que el precio oficial: ahora sale por 1.759 euros. Y el día 27, Black Friday.

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