La decisión de aliarse con esta compañía busca resolver los problemas a los que se está enfrentando a nivel administrativo para conseguir una licencia que le permita fabricar coches por su cuenta, de modo que con Beijing Automotive Group podría hacerlo ya que esta empresa ya cuenta con la licencia pertinente.
Este tipo de asociaciones es cada vez más común en las nuevas compañías de vehículos eléctricos y los fabricantes de automóviles tradicionales ya que los legisladores han limitado la concesión de licencias para tratar de contener la inversión excesiva.
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Por el momento, Xiaomi y BAIC están explorando diferentes opciones, incluida la posibilidad de que Xiaomi compre una participación en una de las tres plantas de Hyundai en Pekín, que tiene licencia para fabricar coches en China, según avanza la agencia Bloomberg. La planta cuenta con una capacidad anual de fabricación de 300.000 unidades.
Este sería el último paso necesario para que Xiaomi avance en su plan de lanzar al mercado vehículos eléctricos ampliamente digitalizados, siguiendo el plan anunciado el pasado año con la creación de una filial específica y su objetivo de invertir hasta 10.000 millones. Para ello, la compañía inició a principios de este año la construcción de su primera fábrica de automóviles en Pekín con el objetivo de empezar la producción en masa en la primera mitad de 2024.
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