Marca histórica
A pesar de llevar 115 años fabricando aviones, karts y coches de carreras, Praga realmente es conocida por sus coches de alto rendimiento, poco peso y su estética de prototipo. La marca checa acaba de presentar su última adquisición, el Bohema, un coche de menos de 1.000 kg, con 710 CV capaz de rodar en tiempos de GT3 en neumáticos semislicks de Pirelli.
Ideado por Grosjean
Romain Grosjean, expiloto de Fórmula 1, ha estado implicado en el desarrollo del modelo
Romain Grosjean, expiloto de Fórmula 1, propuso a Praga hacer un coche con un compromiso entre desempeño de circuito y calle. El piloto francés también ha estado implicado en el desarrollo de dicho coche, siendo el encargado de realizar las pruebas tanto en calle como en circuito.
“Me ha sorprendido lo bien que funciona el Bohema en circuito y lo cómodo que puede llegar a ser en la calle. En la calle puedes tener un coche con una suspensión cómoda, el coche se traga los baches sin que te des cuenta, y el ruido en cabina no es elevado, así que se puede hablar perfectamente con el pasajero. En el momento que entras al circuito las cosas cambian, se convierte totalmente en otro coche y es un coche que destroza vuelta tras vuelta en pista, Praga ha superado mis expectativas.” Estas eran las palabras del francés respecto a las sensaciones que le había dado el Bohema.
Chasis de carbono, carrocería aerodinámica
El Bohema ha sido totalmente diseñado utilizando CFD (Dinámica de fluidos computacional), seguido del trabajo realizado en el túnel de viento de un equipo de Fórmula 1. Los ingenieros tenían como misión hacer que todas las superficies fueran igual de elegantes que de excitantes pero sin comprometer la eficiencia aerodinámica del conjunto.
El Bohema es capaz de entregar 900 kg de carga aerodinámica a 250 km/h, cifra muy elevada que han conseguido gracias a su gran alerón entre otros elementos. El chasis, es un monocasco de fibra de carbono fabricado por Praga, dato positivo ya que la firma checa ha producido todos sus coches de carreras modernos en este compuesto. De los 982 kg que anuncia en seco, solo 180 kg son de masas no suspendidas. Con este dato, Praga se asegura del buen comportamiento y la agilidad que tiene el Bohema.
Mejor relación peso potencia que un Le Mans LMH
Declarando un peso tan reducido y una potencia alta, Praga ha conseguido una relación peso potencia muy interesante en el Bohema, siendo 1.40 kg/CV. Se sitúa 0.13 kg/CV por debajo que un LMH de Le Mans, lo que dice mucho del desempeño que va a obtener en pista.
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Soluciones de diseño de prototipo
El Bohema tiene claros atributos de prototipo de competición, tanto en diseño como en conjunto chasis/propulsor.
El frente del Bohema, al igual que el resto del coche, es claramente afilado. Un frontal lleno de aristas y ángulos, con faros redondeados de estilo flotante sobre un marco afilado hacia arriba, un splitter encargado de generar sustento aerodinámico y la parte central considerablemente más baja que los pasos de rueda.
El lateral del coche es todavía más agresivo, el voladizo delantero cae de manera muy rápida, la cúpula del habitáculo sube de manera considerablemente horizontal mientras que cae progresivamente. La línea de diseño lateral nace debajo de la puerta, avanzando de manera ascendente hasta difuminarse en el paso de rueda trasero.
La trasera recuerda mucho a los prototipos de Le Mans, percibiéndose totalmente funcional y agresivo gracias al gran alerón que conecta los dos laterales del coche en forma de arco. A cada lado encontramos dos tiras led como óptica trasera y el difusor encargado de ordenar el aire por la parte baja del coche.
Interior inspirado en competición
Praga se inspiró en la competición y la aviación para diseñar y fabricar esta parte. Tenían un objetivo dual, un interior cómodo en el trayecto hasta el circuito y que una vez en circuito sea un interior con sensaciones de carreras.
La inmersión en la conducción juega un papel importante en este coche. El volante, como el asiento y la pedalera son ajustables para crear un ambiente prácticamente hecho a medida para el conductor.
Aún teniendo ese enfoque tan de carreras, ofrece espacio para equipaje. Praga afirma que puede llevar cómodamente un casco, un mono y las botas de conducir, o una bolsa para un viaje de fin de semana.
El volante desmontable integra un Display en el cual se puede visualizar información como temperaturas, presiones, modos de conducción y demás funciones. La consola central integra botones como el launch control, el gatillo de extinción y el botón del freno eléctrico. A cada lado de la consola encontramos los desbloqueos eléctricos de las puertas y los controles de los retrovisores. La botonera del aire acondicionado se inspira en la aviación, dispuesta en el techo en forma de teclas al más puro estilo de un caza. Sobre la consola central, Praga ha integrado un soporte flotante para el teléfono, de manera que se puede utilizar como navegador y monitor de rendimiento.
Corazón basado en el Nissan GTR
El Bohema utiliza el bloque motor PL38DETT, basado en el bloque motor del Nissan GT-R. Un motor V6 de 3.8 litros de cilindrada, con 2 turbos gemelos. Está construido en aluminio con dos árboles de levas por cilindro y distribución variable continua en admisión. Después del trabajo que hace Praga sobre el bloque de Nissan, eleva la potencia hasta más de 700 cv a 6.800 revoluciones.
El motor está asignado a una caja secuencial fabricada por Hewland, el embrague de esta es robotizado, de manera que permite circular con la caja en modo semiautomático.
89 unidades a 1,28 millones de euros
Praga fabricará a mano en la planta de Kresta Racing las 89 unidades del Bohema, planeando llevar a cabo 20 unidades al año, mientras que en 2023 se harán 10 para asegurar la calidad de fabricación de este. El precio en euros del Bohema será de 1.280.000 euros, siendo un coche de capricho para disfrutar en circuito.
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