Mi interés por la báscula de SPC se despertó en una convocatoria de la firma alavesa en la que quería mostrar sus propuestas de casa conectada de cara a la campaña navideña. No conocía la Atenea Fit Pro y me llamó la atención que duplicara el número de sensores habituales en estos sistemas.
Con el proceso de solicitar una unidad de demo, recibirla, hacerle hueco para probarla... se acercó irremediablemente la Navidad. Y la de este año ha sido especialmente larga en comidas y celebraciones de marcas. De hecho, la última comida navideña, al menos para mí, fue el 26 de enero.
Cuento esto porque ya en diciembre comencé a visualizar la prueba de la Atenea como un test personal para comprobar los efectos de los excesos navideños y lo que se tarda en superarlos.
No voy a dar los datos exactos, pero sí las tendencias. El indicador más sencillo es el peso: entre mediados de diciembre y mediados de enero, gané tres kilos y 600 gramos. El indicador de grasa visceral pasó de ser verde a cruzar la línea del amarillo, lo mismo que el de la edad corporal que, por primera vez, alcanzó mi edad real.
También hay que decir que la puntuación final me daba "Muy bueno", pero el prurito de la edad corporal y de la grasa visceral... Lo cierto es que no sólo influyeron los excesos navideños, tanto comerciales como familiares, sino también una cierta pereza a mantener el nivel de ejercicio habitual.
La buena noticia es que con apenas un par de semanas de vuelta a un régimen de comidas normales y con el aumento de actividad, la fotografía ha cambiado y se pueden apreciar buenas tendencias. Por ejemplo, la edad corporal baja, el nivel de agua sube, la grasa corporal baja...
La bácula en sí no hace sino medir y mostrar en gráficos y comparaciones el momento y la evolución. No vale con tenerla para progresar adecuadamente
A ver, la bácula en sí no hace sino medir y mostrar en gráficos y comparaciones el momento y la evolución. No vale con tenerla para progresar adecuadamente. Pero sí que sirve, al igual que las aplicaciones deportivas y los relojes o pulseras de actividad, como acicate.
Si tú te pesas por la mañana y la báscula te dice que, según sus sensores, tu edad corporal es superior a la que marca el DNI, o que tu grasa visceral está en zona roja, igual comienzas a tomar alguna decisión como alimentarte mejor y complementarlo con más actividad física.
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Ocho sensores
La Atenea Fit Pro tiene una ventaja sobre la mayoría de sus competidoras. Y es que, en lugar de cuatro sensores de bioimpedancia colocados en la base, tiene ocho. Cuatro en la base y otros cuatro electrodos en una barra que hay que sujetar con las manos y está unida a la base mediante un cable.
El cristal de la base sobre el que nos pesamos incluye una capa de óxido de indio y estaño (ITO) que es la encargada de capturar la información de la composición corporal de las extremidades inferiores, mientras que los electrodos de la barra se encargan de la medición de las superiores. De esta forma, el chip BIA y el algoritmo correspondiente son capaces de mostrarnos una fotografía muy detallada de la composición corporal de piernas y brazos (izquierdos y derechos por separado) y tronco, que, además, desglosa en 29 parámetros, que puede ir almacenando y comparando.
Sólo puedo sacarle un par de pegas. Por un lado, es algo más voluminosa que otras básculas "inteligentes" -aunque más completa también- y la aplicación podría ser un poco más intuitiva.
El precio oficial de lanzamiento fue de 99 euros, pero ahora mismo en la propia página de SPC está en 69,90 euros. Y sirve para toda la familia. Admite hasta 10 perfiles.