El robot de limpieza de suelos Eufy Omni E25 tiene un par de ventajas sobre la mayoría de los que hay en el mercado. En la función de fregado, admite la adición de jabón al agua, lo que aporta un extra de limpieza.
Para empezar, pongamos a Eufy en el mapa. A la mayoría les sonará a otra marca china más. Alguien que intenta rascar algo en un mercado bastante saturado de fabricantes: sirva de botón de muestra que incluso el inventor de este tipo de productos, el mismísimo iRobot, está pasando por un mal momento.
Pues no se trata de un fabricante advenedizo, sino que detrás está la firma china Anker, uno de los mayores fabricantes de cables, cargadores externos... Desde hace unos años, está diversificando su catálogo con enchufes múltiples, cámaras de seguridad... y aspiradores. Es cierto que en el pasado ha tenido un par de problemas técnicos y que hace un par de años reconoció que algunas cámaras de seguridad suyas enviaban vídeo sin cifrar que se podía interceptar, problemas supuestamente parcheados.
El E28 aprovecha la potencia de aspiración de la base de carga como un aspirador-limpiador de mano portátil con el que atacar manchas
Antes de contar sus virtudes y defectos, vaya por delante que el equipo que más me apetecía probar era el Omni E28. Es un modelo más avanzado y complejo que el E25 que ha estado trabajando en casa estas semanas pasadas. La diferencia fundamental es que el E28 aprovecha la potencia de aspiración de la base de carga como un aspirador-limpiador de mano portátil con el que atacar manchas que no estén en el suelo: tapicería, escaleras... espacios por los que el robot clásico no se puede mover.
Lo que tienen en común los dos modelos es que son aspiradores-fregona muy potentes (20.000 Pascales), que trabajan con una base de recarga con funciones de autovaciado (depósito de tres litros para el polvo), cambio de agua, carga de la batería y limpieza y secado de la mopa. También tienen en común un diseño del conjunto curvilíneo bastante atractivo, un poco retrofuturista pero agradable.
Nada más recibir el cajón en el que viene la unidad con la base de carga, te das cuenta de una diferencia notable: pesa bastante más. El robot, sin agua ni polvo en el depósito, pesa sus cinco kilos con 200 gramos. ¿Será bueno o malo que pese más? La respuesta desde mi punto de vista es positiva. El peso se corresponde con la inclusión de una tecnología bastante avanzada. Además, el peso puede suponer mayor presión sobre el suelo a la hora de fregar.
Potencia total
Pero, a estas alturas de la película, ¿que se puede inventar en un robot aspirador 'tipo roomba'? Pues varias cosas. Lo primero es que admite jabón y que lo dosifica en la base de carga (se puede configurar, al igual que la frecuencia, el tipo -solo aspiración, aspirar y fregar...-, la potencia de aspirado y fregado...). Eso le confiere una ventaja cuando en la mayoría de los equipos que he probado se especifica que funcionan sólo con agua.
Otra diferencia es que uno de los cepillos laterales es articulado: cuando detecta que hay un punto al que no puede llegar, despliega el cepillo lateral derecho para llegar a rincones más inaccesibles. Lo llaman CornerRover arm. También han bautizado como Duo Spiral Rolling Brushes al sistema del cepillo central. En lugar de ser una única pieza, son dos cepillos que dejan un pequeño espacio central. Esto permite librarse de pelos enredados más fácilmente.

La mopa no es una superficie más o menos amplia con sistema de vibración y presión o no, sino que está montada en un rodillo en la parte inferior trasera del robot. El rodillo gira 360 veces por minuto mientras aplica una presión de 15 Newtons. A esto lo llaman HydroJet. Si unimos a esto que emplea jabón, el resultado es una limpieza más parecida al fregado a mano con mopa. Generalmente, las bases de recarga y autovaciado lo más que hacen es limpiar la mopa, pero la humedad permanece y eso genera malos olores. Los Omni E25 y E28 tienen un proceso de secado de la mopa para evitarlo. Eso sí, es muy largo: cuatro horas. Se puede configurar uno más corto, pero apenas resta media hora. Lo hace mediante aire caliente, entre 35 y 50 grados. Mientras está secando, se escucha un zumbido parecido a un secador de pelo.

Mejoras necesarias en el software
Así como en la parte mecánica me ha parecido sobresaliente, el software de mapeo necesita afinarse más. Entiende el plano general pero falla en la delimitación de los espacios. Sin embargo, sí es capaz de detectar objetos e identificarlos. Utiliza un sistema LiDAR (láser pulsado) para el proceso de mapeado y se apoya en una cámara y un mini foco LED tanto para el reconocimiento de objetos como para la identificación de manchas en el suelo. Por cierto, desde Eufy prometen que el procesado de las imágenes se queda en local. Imagino que tras los problemas de vídeos sin encriptar que algunas cámaras de la casa matriz (Anker) reconoció en 2023, así será. El sistema de LiDAR más el sensor RGB y los focos LED también tiene su nombre: AI See.

El gran conjunto de tecnología que encierran estos equipos no sólo redunda en peso, sino que también necesita algo más de volumen. Con sus 11,1 centímetros, es un poco más alto que otros modelos de la competencia. Lo suficiente para que no se pueda colar bajo varios muebles en los que sí se deslizan otros. Puede parecer fútil, pero no lo es. A mí me resulta muy práctico un robot que se cuele por lugares de acceso algo difícil en los que incluso es complicado llegar con un aspirador manual.
La altura es uno de los pocos inconvenientes que le he podido sacar a este Omni E25
La altura es uno de los pocos inconvenientes que le he podido sacar a este Omni E25. Otro es la autonomía que le permite el depósito de agua. Es muy pequeño: 120 mililitros para el agua limpia y 180 para la sucia. En principio, no importa porque en cuanto detecta falta de agua vuelve a la base de carga, vacía el depósito de sucia y recarga. Pero ¿qué sucede cuando hay varias alturas en la casa? Como no puede volver a la base de carga, avisa de que se realice la limpieza con el modo de poca agua, pero aún así, a los pocos minutos da un aviso para cambiar a modo de aspiración descartando el fregado. Y es una pena, porque en esta ocasión, el multimapa funciona bien. Es sencillo guardar un mapa y añadir el de otra planta y otra...
Es compatible con los asistentes digitales habituales -Alexa, Siri, Google Assistant- y es compatible con el protocolo Matter, tiene diversos modos de limpieza, sensores anticaída, promete privacidad y tiene un modo para que los niños no lo pongan en marcha queriendo o sin querer: se desactivan los botones. Para ponerlo en marcha hay que acudir a la aplicación.

Mide 346 x 327 x 111 milímetros; pesa 5,2 Kg, tarda 3,5 horas en cargar la batería, puede estar funcionando 114 minutos en modo dual (aspiración y fregado), la base tiene un depósito de agua limpia de 2,5 litros y otro para el agua sucia de 1,8, entre ambos se coloca un bote de jabón de la propia marca Eufy que se dosifica automáticamente, utiliza bolsas de tres litros para recoger el polvo del autovaciado...
Como siempre que nos enfrentamos con dispositivos avanzados, la mala noticia suele ser el precio: 899 euros. Todavía está en marcha la campaña de lanzamiento con un ahorro de 150 euros.
Y, por favor, actualicen el firmware para hacerlo compatible con redes de 5 GHz. Sólo se puede conectar a las de 2,4 Ghz. Yo las tengo desactivadas y no lograba ponerlo en marcha hasta que me di cuenta...