El escenario Cartier ha rendido varios homenajes a diseñadores y coches en el Goodwood Festival of Speed de este año, siendo el Bugatti Type 57S Corsica el ganador absoluto del concurso de elegancia.
El Festival of Speed de Goodwood tiene varias paradas cuanto menos obligatorias: desde encontrar un sitio para ver a los superdeportivos más extremos de cada marca enfrentarse a la icónica subida, hasta ver a los espectadores mancharse de barro en el rally stage, pasando por los stands de las marcas y los homenajes históricos a marcas, como el 130 aniversario de Mercedes-Benz en el mundo de la automoción o los 100 años de historia de MG.
Una de estas paradas obligatorias es el escenario Cartier Style et Luxe, una explanada donde se busca el máximo exponente del lujo, tratando de convertir la explanada en una galería de arte en la que se encuentran, de manera cien por cien estática, coches pertenecientes a diferentes clases.
Fue el McLaren F1, indudablemente un icono de la década de los 90, quien en 2022 se convirtió en el absoluto protagonista del escenario de Cartier, con seis ejemplares. Este año, sin embargo, nos hemos transportado a la década de los 2000 para rendir homenaje a uno de los coches que sin duda ha marcado una década en la que las marcas aún se atrevían con conceptos y diseños radicales: el Pagani Zonda.
Este año, el Cartier Lawn ha mostrado seis ediciones diferentes del Pagani Zonda. Para empezar, el icónico C12 con el que Horacio Pagani comenzó su andadura como fabricante independiente. Además, se mostraron las variantes coupé y descapotable de su sucesor, el S, ambos configurados en un precioso color Blu Francia. Finalmente, se mostraron tres ediciones únicas, entre las cuales figura la última creación del programa Grandi Complicazioni: el Zonda Attack. Este coche, que cuenta con un Zonda F como base, cuenta con el motor del Zonda 760 RS y apéndices aerodinámicos del Cinque. Las otras ediciones mostradas fueron el PS, con una historia curiosa que repasamos aquí, y el Nero, un proyecto que, curiosamente, tiene como base el primer Pagani que portó matrícula española.
Un detalle, a nuestro juicio, precioso, del Cartier Lawn este año, ha sido el tributo al fallecido Marcello Gandini. La explanada se ha llenado de proyectos encabezados por el italiano, desde el Fiat X1/9 Lido hasta el Countach LP400 “Periscopio”, pasando por el rarísimo BMW Garmisch. Si bien se pudo ver también el que quizá fuera su proyecto más emblemático, el Miura, destacaron en nuestra opinión dos coches mucho más mundanos diseñados por el italiano: el Volkswagen Polo MK1 y el Citroen BX. Al final, fueron el Fiat X-1/9 Lido y el Lamborghini Countach quienes se llevaron el premio a sus respectivas clases.
Otro hecho muy curioso fue una clase plenamente destinada a los jolly, una serie de coches que parten de compactos convencionales, pero que cuentan con una estructura totalmente abierta en lugar de puertas y techo. El Fiat Jolly, un proyecto llevado a cabo por Carrozzeria Ghia en la década de los 60 y el principal causante de que carroceros se atrevieran a realizar modificaciones de tipo jolly en compactos, también se mostró en el Cartier Lawn, cortesía de Kiklo Spaces, quienes también llevaron el McLaren F1 al Concorso d’Elleganza Villa D’Este previamente este año, donde se coronaron ganadores. Finalmente, sería el Meyers Manx, con un VW Beetle como base, quién se coronaría ganador.
Además, se rindió homenaje a dos marcas históricas, Rolls Royce y Bugatti. Mientras la primera, cuyas instalaciones curiosamente se encuentran en las inmediaciones de Goodwood, celebraba 120 años de historia, Bugatti trajo varias ediciones de su emblemático Type 57 para conmemorar su nonagésimo aniversario. Mientras el Rolls-Royce Silver Ghost Barrel Sided Tourer de 1925 y el Type 57SC Atalante se llevaban los premios a sus categorías, fue el Type 57S Corsica quien se llevó el premio absoluto al mejor coche de todo el escenario de Cartier.
Finalmente, hubo una clase destinada a tractores; sí, tractores. Si bien esto puede resultar raro de primeras, hay nombres de ciertos tractores que pueden resultar familiares: David Brown, Porsche, Lamborghini, Fiat, Ford, Renault… sí, todos llevan el nombre de un fabricante de automóviles. El premio a esta categoría se lo llevó el David Brown 880 Selectamatic de 1967. Es posible que David Brown no suene familiar a más de uno a simple vista, pero es la persona detrás de las siglas DB de los modelos comercializados en Aston Martin. Brown adquirió Aston Martin en 1947 y Lagonda en 1948, y sería a partir de ahí cuando empezaron a ver la luz los coches de la saga DB.