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Ring, el timbre de casa para el siglo XXI
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Ring, el timbre de casa para el siglo XXI

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
martes 21 de agosto de 2018, 07:06h

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El Vídeo DoorBell 2 permite atender y vigilar la puerta de casa desde la pantalla del móvil. Cuesta 199 euros y se puede instalar con otros equipos de videovigilancia, como cámaras exteriores. Los videoporteros fueron el gran avance del sector de los timbres: una cámara que permite ver quién está en la puerta, hablar con […]

El Vídeo DoorBell 2 permite atender y vigilar la puerta de casa desde la pantalla del móvil.

Cuesta 199 euros y se puede instalar con otros equipos de videovigilancia, como cámaras exteriores.

Los videoporteros fueron el gran avance del sector de los timbres: una cámara que permite ver quién está en la puerta, hablar con él y abrir o no. Todavía no entiendo cómo han podido pasar más de 20 años para que el concepto del videoportero diera el salto del “telefonillo” de la cocina o del recibidor y pasara al teléfono móvil. Es lo que ha hecho Ring, fabricante de equipos de seguridad para el hogar por la que Amazon pagó hace medio año 1.000 millones de dólares -por cierto, Amazon también ha comprado Blink, dedicada a cámaras y timbres conectados-.
El Ring que hemos probado es el Vídeo DoorBell 2. Se trata, básicamente, de un videoportero conectado a la red inalámbrica. Cuando alguien pulsa el botón suena el timbre y nos llega una alerta al móvil (Android, iOS o Windows). A partir de ahí, tanto si estamos en la vivienda (o el local en el que hayamos instalado el DoorBell) como si estamos fuera, podemos ver en tiempo real (hay un pequeño retardo), en color y con un ángulo de 160 grados, quién está en la puerta y hablar con él a través del móvil.
La calidad del vídeo que suministra la cámara del Vídeo DoorBell es bastante alta: 1080 p, y además es infrarroja, lo que permite visión nocturna, eso sí, en blanco y negro. El sonido, en las dos direcciones, tanto del altavoz como del micrófono incorporados, es más que aceptable.
Hasta aquí, todo bien. Sabemos quién está en la puerta, lo que quiere y si vamos a abrir o no. Sin embargo, no podemos abrir la puerta en remoto. No tenemos un botón conectado a la cerradura -en caso de que estuviera mecanizada- para abrir a distancia. En esto le gana el videoportero de toda la vida.

Detección de movimiento

En lo que gana con ventaja este equipo de Ring es en otra característica: el detector de movimiento. El Vídeo DoorBell 2 puede funcionar como una cámara de vigilancia gracias a esta característica. Podemos configurar el área de nuestra zona de seguridad (dependerá en cierta medida de la altura a la que lo coloquemos) a través de la aplicación gratuita disponible para móviles, tabletas y ordenadores con los sistemas operativos de Android, Apple y Windows.
También tendremos que configurar la frecuencia de los avisos por movimiento. Un algoritmo se encargará de identificar y descartar movimientos repetidos como la oscilación de una rama de un árbol cercano o el paso de una mascota. Cuando el Ring detecte movimiento en el área preconfigurada enviará una alerta a los móviles seleccionados (se puede crear una red para compartirlos) y, a partir de ahí, podremos ver lo que sucede en la pantalla del móvil e incluso iniciar una conversación con el visitante.

Para manitas

Si contáramos sólo con la información de la web, tanto el uso como el montaje de cualquier aparato es algo sencillísimo. Otra cosa es cuando nos ponemos manos a la obra.
A la hora de colocar el Vídeo DoorBell 2 tenemos que decidir el lugar en el que lo vamos a instalar: ¿a qué altura?, ¿sustituirá al timbre actual o lo complementará?, en el primer caso ¿nuestro timbre actual es digital o convencional -la diferencia básica es si suena con una melodía o simplemente con un ding-dong o el riiiiinnnggg de siempre-? y, para terminar, ¿hay buena cobertura WiFi en la zona elegida?
Si tenemos claro todo lo anterior, nos hemos descargado la aplicación en el móvil y hemos comprobado que todo funciona correctamente, es hora de remangarse y fijarse muy bien en el manual de instrucciones del montaje. Para que todo quede perfecto, viene con una plantilla e, incluso, un mini nivel y los tacos y tornillos necesarios. Al margen de realizar los taladros correctamente en la pared, lo más complicado es la conexión del timbre existente con el Ring. El objetivo es que suene tanto el nuevo Ring como el antiguo.
Un consejo: en el manual de instalación no lo dice porque es muy obvio, pero conviene tener en cuenta que debemos dejar un espacio libre en la parte inferior del DoorBell 2 lo suficientemente amplio como para poder extraer y volver a colocar la batería. Con un uso normal (unos 1.000 eventos) la autonomía de una carga completa da para entre seis y doce meses, dependiendo del uso que hagamos de la cámara y la conversación. El proceso de carga completa (en la caja se adjunta un cable USB) dura unas seis horas.

WiFi de buena calidad

Hay un pero fundamental que se debe comprobar antes de ilusionarse con este Ring Doorbell 2 o con equipos similares: necesitan una conexión a Internet de calidad, es decir muy estable y por lo menos con cinco megas por segundo disponibles. El fabricante habla de dos de subida, pero resultan muy escasas.

(Éste es un paréntesis para los menos expertos en el mundo de internet. Generalmente hablamos de velocidades de bajada, es decir, de la nube al ordenador, móvil, tableta… pero la comunicación se mueve en dos sentidos. Uno de bajada y el otro de subida. Las tarifas más recientes son simétricas, es decir, ofrecen la misma velocidad en los dos sentidos. Sin embargo, aún quedan líneas sin migrar basadas en el veterano par de cobre -el cable fino de cobre que conectaba nuestros teléfonos fijos-, sobre todo en áreas no metropolitanas y de población dispersa. Y sobre estas líneas se suele ofrecer ADSL, sigla de Asymmetric Digital Subscriber Line o, en castellano, Línea de Abonado Digital Asimétrica. Este último “asimétrica” quiere decir precisamente que no proporciona la misma velocidad de bajada que de subida, y en estos casos, la primera es bastante más rápida que la segunda.)

De hecho, comencé a probar el equipo en una casa con una conexión ADSL de 10 megas, un caserón grande y de muros anchos. A pesar de tener instalado un repetidor de señal inalámbrica (es cierto que no es de ultimísima generación y en breve hablaré de este tipo de equipos), apenas llegaban dos megas de bajada hasta la puerta exterior. Para completar las pruebas en condiciones, tuve que trasladarme a otra vivienda con buena cobertura.

¿Batería o red eléctrica?

Ésa es una de las grandes dudas en aparatos vinculados de alguna forma con la seguridad. Si, por ejemplo, conectamos una alarma a la red eléctrica y por cuaquier causa (apagón, tormenta, asalto de la vivienda…) nos quedamos sin luz, adiós a la alarma. Por otra parte, si funciona con batería, el riesgo es que nos quedemos sin energía y haya que recargarla.
Lo mismo sucede con este Ring. Por eso las mejores son las soluciones mixtas: un equipo con batería, pero conectado a la red eléctrica; cuando se corta el suministro entra en acción la batería, y en el momento en el que se restablece se va cargando la batería. Aunque, al tratarse de un equipo conectado también necesitaríamos que todo el sistema de comunicación (ONT, router…) contara con un respaldo autónomo. En caso contrario, si alguien corta la luz, nos quedamos sin router, sin wifi y sin videoportero.
El Vídeo DoorBell 2, de Ring, cuesta 199 euros.

Cámaras de vigilancia y protección de datos

¿Las cámaras domésticas de vigilancia están sujetas a la norma de protección de datos? Es una pregunta recurrente cada vez que se prueba un equipo de este tipo. La última vez ha ocurrido con el Vídeo DoorBell 2 de Ring.
En principio, y también con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), de obligatorio cumplimiento desde el 25 de mayo pasado, este equipo de Ring entraría dentro del limbo del “ámbito personal y doméstico”. Por lo tanto el RGPD no se le aplicaría, ya que excluye explícitamente los videoporteros y las mirillas digitales. Pero los excluye de su ámbito de aplicación siempre que su función sea verificar la identidad de la persona que llama al timbre; en caso de que reproduzcan y o graben imágenes, sí se les aplicará el reglamento.
El DoorBell 2 tiene capacidad de grabar vídeos, guardarlos en la nube y compartirlos. Si por un lado podrían considerarse exentos al dedicarse al tratamiento de imágenes en el ámbito personal y doméstico; por otro lado están sometidos al RGPD por su capacidad para reproducir y / o grabar imágenes.
En este enlace de la Agencia Española de Protección de Datos se puede acceder a la Guía sobre el Uso de Videocámaras de Seguridad y Otras Finalidades.

Desde Ring, recogen el siguiente “texto legal”:

“Nuestros dispositivos no están destinados ni deben instalarse donde la cámara esté grabando la propiedad de otra persona sin consentimiento previo, ni áreas públicas. Todos los dispositivos Ring están equipados con detectores de movimiento controlables, que permiten a los propietarios de Ring escoger el área cubierta por su dispositivo. Con cada producto, también incluimos el adhesivo “Protected by Ring” para proporcionar a nuestros vecinos las herramientas para notificar a los visitantes que están usando vigilancia de audio/video en sus propiedades”.

A favor

+ Detección de movimiento.
+ Calidad de imagen.
+ Visión nocturna.

En Contra

– No permite abrir la puerta a distancia.

– Como cámara con posibilidad de grabar y reproducir imágenes está sujeta al nuevo Reglamento General de Protección de Datos.

– Necesita una red WiFi decente.

 

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