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Prueba GPS Airis T930. Mínimo tiempo de conexión

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Airis T930Airis, marca comercial de Infinity System, vende ya en España su modelo T930, un navegador GPS portátil y ultracompacto con una pantalla táctil de 3,5” y antena SiRF Star III, lo cual lo sitúa en un magnífico puesto entre los más rápidos a la hora de conectarse con los satélites. Por lo demás, ‘sencillo’ es, tal vez, el término que mejor lo caracteriza.


Cuatro puertos en sus laterales: cargador (para coche), auriculares, miniUSB y tarjeta de expansión SD/MMC; además de un botón de on/off es todo lo que rodea una pantalla TFT LCD antirreflejos de 65 mil colores y resolución 320x240 px. donde se disfruta del popular programa de navegación Route 66 en su versión 7.0 sobre cartgrafía de Navteq.
En el menú principal, doce iconos: navegar hacia, opciones de mapa, sonido apagado/encendido, puntos de interés (POI), favoritos, zoom a, salir al sistema, cambiar los ajustes, planear una ruta, navegar vía, informaciones GPS y ayuda.
En la pantalla del sistema, el T930 nos ofrece tres opciones diferentes. La primera como visor de imágenes, la segunda para las configuraciones generales del dispositivo (fecha y hora, idioma, batería, volumen, ajuste de pantalla, luz de fondo…) y la tercera para la navegación guiada.
Ya dentro del programa encontramos otros ajustes en los que, además de alguno de los ya mencionados cabe elegir si en las opciones de ruta queremos que se contemplen o no las autopistas de peaje, los ferrys, las autovías; si queremos la ruta más rápida o la más corta y si vamos en coche, camión o andando. Podemos, igualmente, activar una alarma como limitador de velocidad, elegir entre kilómetros o millas para medir la distancia, designar los límites de velocidad oficiales en cada país, etc.
En las opciones de mapa cabe: seleccionar colores especiales para la noche, si queremos visión en 2D o en 3D, caso de elegir este último con qué ángulo lo queremos, si preferimos ver o no la escala de la cartografía o los favoritos o bien, conocer la interpretación de los iconos que vamos encontrando a lo largo de nuestra navegación.
Una vez decididos los ajustes, que probablemente sólo realicemos una vez o cambiemos muy esporádicamente, estamos en posición para iniciar la navegación hacia un punto determinado, planear una ruta o configurarla eligiendo determinados puntos por los que queramos pasar.
El lugar de salida, lógicamente, puede ser el que marca el GPS, pero también una dirección, una ciudad, un POI, algún sitio que ya hayamos introducido con anterioridad, nuestra casa (se puede designar como punto fijo), nuestra oficina (idem) o un lugar del mapa que marquemos con el dedo. Otro tanto, por supuesto, cabe decir del destino.
Airis T930Con las opciones de planificación de ruta es factible estudiar nuestro recorrido previamente, tanto visualmente, como con viñetas descritas paso a paso, lo cual no está de más si tenemos tiempo y queremos asegurarnos el no distraernos durante la conducción.

Navegar hacia…
Pero hablemos de las peculiaridades de la navegación en sí misma, que al fin y al cabo es el punto diferencial entre unos navegadores y otros.
En este apartado creemos que es mejor relacionar una serie de adjetivos que describen el uso de este Airis: claridad (de voz y de visión), precisión (en cuanto al lugar en el que nos encontramos exactamente y el que marca el GPS sobre el mapa), efectividad (ya que repite las ordenes hasta alcanzar el nivel de exactitud deseado), sencillez (en la introducción de datos).
¿Lo mejor? La conexión a los satélites que, incluso en movimiento, no tarda más de 45 segundos. Es más, nos sorprendió que en la fase de la prueba que escribimos frente al ordenador, bajo techo, aunque cerca de una ventana, al cabo del rato estaba conectado y funcionaba el GPS.
Entre los defectos, uno por encima de otros menores. La locución, precisa y normalmente muy conseguida, da continuamente una orden errónea producto de una mala traducción: “va a… gire a la izquierda” y esto te lo dice varios cientos de metros antes de llegar al punto de giro, lo cual, hasta que te acostumbras lleva a confusión. Es una locución de advertencia de maniobra próxima y, por tanto, debería ir en infinitivo: “va a girar a la derecha”.
También llama la atención que en entornos rurales, cuando en España hay asistencia sanitaria en prácticamente todas las poblaciones, si preguntas por un punto de atención puede enviarte a 80 kilómetros, aunque el ambulatorio más cercano esté a cien metros. Este tipo de datos, tan importantes, debería completarse.

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