A tiro de piedra
La ruta comenzó en Plaza de Castilla. Desde Madrid se tarda poco más de una hora y media en llegar a Sepúlveda, la puerta de entrada a las hoces. Tras una comida, vamos a decir que ligera, y unas indicaciones por parte de los responsables de la empresa Canoas Duratón, nos enfundamos el chaleco, subimos a la piragua y nos dejamos llevar por el río. El tiempo acompañaba.
Nada más lanzarnos al agua comprendimos que el paisaje te abruma: paredes de roca caliza que se elevan a más de 100 metros, buitres leonados sobrevolando el cañón y un silencio solo interrumpido por el sonido de los remos y algún que otro pato curioso. Esta parte del río es de las más tranquilas, perfecta para disfrutar sin prisas y con el móvil en la mano. Y ahí es donde el OnePlus 13 empezó a cobrar protagonismo
La cámara
Uno de los grandes reclamos del OnePlus 13 es su cámara triple firmada junto a Hasselblad. Y no es solo marketing: las fotos hablan por sí solas. El sensor principal de 50 MP, con apertura f/1.6 y estabilización óptica, es simplemente espectacular. Captura cada textura de la piedra, cada reflejo del agua, cada detalle del cielo. Además, gracias al modo Pro y al HDR mejorado, pudimos jugar con la luz que impactaba directamente en la pantalla sin perder información ni profundidad.
Pero con lo que, realmente, nos deslumbramos fue con el ultra gran angular, ya que con sus 120° de campo de visión, logramos sacar imágenes completas del cañón sin tener que alejarnos ni un palmo (y hablo en plural porque íbamos en las canoas de dos en dos). El zoom óptico 3x del teleobjetivo también nos vino bien para fotografiar un nido de buitre que descubrimos encajado en la roca o al pájaro cogiendo paja para reconstruirlo.
Y todo esto, por cierto, sin necesidad de llevarnos una cámara réflex -por supuesto-, ni preocuparnos de si se me mojaba el equipo. Porque sí: el OnePlus 13 tiene certificación IP69, es decir, está preparado para el agua, el polvo y los elementos.
Retratos
Entre palada y palada, no podía faltar la foto de rigor. La cámara frontal de 32 MP me permitió hacer selfies con el acantilado de fondo. Pero lo que realmente nos sorprendió fue la grabación de vídeo en 4K: fluida, estabilizada y con colores fieles a la realidad.
Además, gracias al potente procesador Snapdragon 8 Gen 3 y la inteligencia artificial integrada, pudimos editar algunas tomas, añadiendo filtros, corrigiendo exposición y subiéndolas directamente a Instagram con cobertura 5G, porque sí: a pesar de estar en plena naturaleza, en muchos tramos a lo largo del día tuvimos buena cobertura.
Batería para un día entero
Una de las cosas que más valoramos los usuarios en un móvil es que no nos deje tirados. Y aquí el OnePlus 13 cumple de sobra. Con una batería de 6000 mAh, no solo aguantó la jornada entera de fotos, vídeos y navegación GPS, sino que llegué a casa con un 30% de batería. Y si hubiese hecho falta, su carga rápida de 100 W lo habría devuelto al 100% en menos de media hora.
Una pantalla que no se achanta con el sol
Otro punto a favor: la pantalla AMOLED de 6,82 pulgadas y hasta 4500 nits de brillo. En mitad del río, con el sol reflejándose en el agua y sin sombra cerca, pudimos revisar fotos, grabar vídeos y gestionar aplicaciones. No hay que extenderse mucho en la explicación para que todo el mundo entienda que esto es un lujo para quienes tienen toda su vida centrada en el móvil.
Un día diferente
Salir de la ciudad y reconectar con la naturaleza siempre es una buena idea. Pero si además lo haces bien acompañado, la experiencia se multiplica y en este caso, no sólo el equipo de comunicación de OnePlus, sino los compañeros 13 y el propio teléfono nos dio mucho juego y nos permitió inmortalizar los momentos más espectaculares del día, con una calidad que rivaliza con muchas cámaras profesionales. Definitivamente la carrera por la fotografía de calidad en la industria móvil parece imparable.
Sólo un consejo: si estás pensando en hacer una escapada a las Hoces del Duratón (que deberías), no te olvides de llevar buen calzado (y calzado de repuesto), protección solar... y un móvil como este. Porque en plena era digital, no hay nada como desconectar... compartiendo cada momento.
Si (
No(
