Un portátil para jugar era una máquina que se llamaba portátil, pero debería llamarse portable con esfuerzo. Costaba un Potosí, estaba llena de leds de colorines, se oía el ruido de los ventiladores desde tres habitaciones más allá, consumía lo que no está escrito, la batería resistía a duras penas una hora sin estar enchufada y costaba un riñón.
El lector atento habrá podido comprobar que he utilizado el tiempo imperfecto, un pasado no muy lejano. Y eso es porque ya hay portátiles para aficionados al videojuego que han dejado atrás al menos varias de esas características que se mencionan en el párrafo anterior.
Si fue difícil bajar de los tres kilos de peso y resulta una hazaña alcanzar cuatro horas o más de autonomía, la última frontera ha sido la de los precios. Y no únicamente porque un equipo diseñado para jugar -y más si hablamos de títulos triple A- necesita los procesadores más potentes, las pantallas más luminosas y rápidas y las mejores tarjetas gráficas, y todo eso cuesta dinero, sino porque estas gamas de equipos eran el último refugio en el que ganar un buen dinero: precio alto, margen alto.
Pero con los Lenovo LOQ también ha llegado el momento de romper la barrera de los precios y encontramos un portátil dedicado a partir de 899,99 dólares. De momento, han comunicado el precio en dólares, pero previsiblemente lo mantendrán en euros. Es verdad que es el más básico de todos los modelos, pero bajar de los 1.000 euros en un portátil de gaming es algo reseñable.
La gama LOQ de Lenovo es una subfamilia de la línea Legion, especializada en gaming, aunque conviene precisar que se dirige a los que comienzan a explorar el territorio de los videojuegos.
Esta nueva familia se compone de cuatro portátiles, emparejados por tamaño de pantalla y por fabricante del procesador, y una torre con una pinta de máquina total. Son los Lenovo LOQ 16IRH8 y 15IRH8, de 16 y 15 pulgadas de pantalla, respectivamente, y con procesadores de Intel de décimo tercera generación y configurable hasta los i7-13700H; los Lenovo 16APH8 y 15APH8, también de 16 y 15 pulgadas, pero con procesadores AMD, hasta Ryzen 7 7840HS. La torre, de 37 x 30 x 17 centímetros, se puede configurar únicamente con chips de Intel, hasta los i7-13700.
En todos los casos soportan gráficas GeForce RTX de Nvidia e incorporan un conmutador MUX que permite desconectar la tarjeta gráfica y trabajar únicamente con los gráficos integrados, lo que redunda en menor consumo y menor disipación de calor.
Para ayudar en el consumo a través de los sistemas de ventilación cuentan con un chip de inteligencia artificial, el Lenovo LA AI.
Son equipos muy bien conectados y que se mueven en pesos de dos kilos y medio. Los modelos de 15 pulgadas de pantalla parten de los 899,99 dólares y los de 16 pulgadas, de 1.149,99. Por su parte, la torre 17IRB8, arranca en 979,99.
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Los Legion finos
La familia Legion se complementa con otra familia Legion Slim. Son modelos mucho más avanzados y cercanos a los Legion Pro, pero comprimidos en máquinas que rondan los dos kilos de peso para los de pantallas de 16 pulgadas y 2,3 para los de 17 pulgadas.
Más configurables que la gama LOQ, se puede elegir entre diferentes calidades de pantalla, además de los procesadores, la RAM, el almacenamiento... Los procesadores en opción suben hasta los Intel Core i9-13900H para los Legion Slim 7i y 5i y los AMD Ryzen 9 7940HS en el caso de los 7 y 5.
Pero si el peso ya es un punto importante a su favor, el volumen también. Este tipo de portátil suele ser muy voluminoso, pero los Slim 7i y 7 en su parte más gruesa no llegan a los dos centímetros y en la más delgada a los 17,6 milímetros.
Los precios sí que aumentan. Los Slim 5 y 5i más básicos costarán 1.199,99 dólares, mientras que los 7i y 7 dan un salto importante hasta los 1.769,99.
Monitores
El complemento perfecto para cualquiera de estos equipos puede ser uno de los monitores curvos especialmente diseñados para gaming que han presentado. Son los Y34wz-30 y R45W-30, de 34 y 44,5 pulgadas, respectivamente, ultra panorámicos y bien conectados. Así como en los televisores, los paneles curvos no aportan ventajas (y sí algún inconveniente), en el caso de los monitores, la curvatura está totalmente justificada en grandes tamaños y formatos muy panorámicos. Los precios también suelen tender a ser ultra: 999,99 y 1.199,99 dólares, respectivamente.
Toda esta familia Legion está diseñada pensando en los aficionados a los videojuegos, pero un ordenador que puede con los títulos triple A (los grandes lanzamientos) puede perfectamente con trabajos muy demandantes de potencia gráfica y de cálculo, desde renderizaciones de vídeo hasta retoque fotográfico, por no hablar de las herramientas ofimáticas.
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