Prueba de la baliza FlashLED SOS, sin comparación, mucho más cómoda que los triángulos

Durante el año pasado murieron en España 126 personas como consecuencia de un atropello. De ellos, 16 lo sufrieron tras bajar de su coche tras una avería o un accidente. Y, según los datos de la Dirección General de Tráfico, 2023 puede superar esas cifras. Y es que, tan solo en marzo, se produjeron 20 muertes por atropello.

Éste es el motivo por el que el director de la DGT, Pere Navarro, está estudiando la posibilidad de acercar la sustitución del uso obligatorio de los triángulos de averías por la señalización LED.

La hoja de ruta de este cambio, regulada por el Real Decreto 1030/2022, de diciembre del año pasado, establece que, a partir del primer día de 2026 (dentro de algo menos de tres años) en lugar de los triángulos, serán obligatorias las balizas LED geolocalizables. Eso no quiere decir que haya que esperar para utilizarlas. De hecho, se pueden emplear desde el 1 de julio de 2021.

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Ventajas

Las ventajas de este tipo de balizas sobre los triángulos son obvias: se colocan desde el interior del coche, no hay que abrir la puerta ni bajar a la calzada ni desplazarse varios metros en las dos direcciones para plantar los triángulos. Además, ofrecen mayor visibilidad, sobre todo, de noche. Y, si son conectadas, como las que serán obligatorias a partir de 2026, avisan de la localización a la plataforma de la DGT.

Además de adquirirla -el coste de la Flash LED SOS, con conectividad a cargo de Telefónica Tech, es de 59,95 euros-, hay que cuidar dos aspectos: llevarla en el interior de la cabina y al alcance del conductor y comprobar que la batería está cargada. Con la primera precaución nos aseguramos de que no tenemos que salir del coche, mientras que si no tiene batería será como no llevarla.

Funcionamiento

La baliza emite un destello de tono anaranjado visible en 360 grados y en un radio de hasta un kilómetro, dependiendo de la ubicación y de la climatología. Es resistente a la lluvia y cuenta con un sistema de sujeción magnética para colocarla sobre el techo del coche simplemente sacando la mano por la ventanilla.

Una vez que se activa la baliza, pulsando en un botón central, a la vez que se enciende la señal luminosa que advierte a otros conductores de la presencia, se envía una señal de socorro a la plataforma DGT 3.0 con la geolocalización exacta del vehículo. Esta señal no implica que se active un servicio de emergencia, pero sí ayudará en caso de que se comunique el accidente y permitirá a las autoridades de tráfico que muestren advertencias de accidente en los paneles cercanos.

Los únicos datos que se envían son los de identificación del fabricante de la baliza y los de posicionamiento, y únicamente cuando se activa

Los únicos datos que se envían son los de identificación del fabricante de la baliza y los de posicionamiento. Y eso únicamente cuando se activa. Sin embargo, a partir de 2026, cuando sean obligatorias, podrían ampliar su catálogo de acciones combinándolas con una app en el móvil.

En el precio de 59,95 euros, además de la propia baliza y una batería de 9v que le da dos horas y media de autonomía, se incluye el servicio de datos proporcionado por Telefónica Tech hasta 2038, doce años a partir de la fecha obligatoria.

La he estado probando -la verdad es que, afortunadamente, sin necesidad- y, de entrada, es bastante más cómoda que los triángulos. Mi miedo inicial era qué sucedería al encenderla: ¿vendría una patrulla de la Guardia Civil?... No es el caso. Se da el aviso a modo informativo para que la DGT lo tenga en cuenta.

En el lado del debe -no todo van a ser ventajas-, además de que consume pilas y habrá que acordarse de que dentro de 16 años habrá que renovar la tarifa de datos... está que, al menos, de momento, el uso de las balizas conectadas sólo será obligatorio en nuestro país.