Más de medio millón de conductores utilizan cada día los túneles de la M-30. Desde ahora, quienes accedan a ellos con Waze o Google Maps activados podrán seguir su ruta con total precisión. Los smartphones detectan automáticamente la señal de las balizas y muestran la posición exacta en la red subterránea, lo que garantiza una conducción más segura y confiable en uno de los sistemas de túneles más complejos de Europa.
Las balizas funcionan con bajo consumo de energía y emiten una señal Bluetooth constante que permite a las aplicaciones calcular la ubicación en tiempo real. De esta manera, los conductores no solo mantienen la ruta, sino que también pueden recibir y compartir actualizaciones de tráfico o avisos de incidencias mientras circulan bajo tierra. Para disfrutar de esta función, basta con habilitar el Bluetooth en el teléfono y conceder permiso a las aplicaciones para conectarse a la red.
Con esta iniciativa, Madrid se convierte en la ciudad europea con la mayor red de balizas activas y la segunda del mundo tras Sídney. El reto técnico ha sido considerable, ya que la M-30 cuenta con 22 entradas y 24 salidas, además de tramos complejos como el que conecta el Puente de Praga con el de Toledo, donde dos túneles paralelos se superponen.
La experiencia de la capital española se suma a la de ciudades como París y Nueva York, que ya utilizan sistemas similares en sus redes de túneles. Con este despliegue, Madrid da un paso adelante hacia la movilidad conectada y se sitúa en la vanguardia de la innovación digital aplicada al transporte urbano.