Si quieres un portátil para jugar, llama a la Legión (de Lenovo)

Lenovo ha trasladado la potencia de su gama de sobremesas Legion a los portátiles, pero con un diseño que los hace pasar desapercibidos.

Antes de que algún lector avispado me lo recrimine, los ultimísimos Yoga C940 que Lenovo ha mostrado en IFA podrían superar al equipo del que vamos a hablar, pero lo que es seguro es que los superan en precio. La gama Legion Y540 de 15 pulgadas (en realidad 15,6, que hay una diferencia…) arranca en los 960 euros y el Yoga C940 de 15 pulgadas cuesta sus buenos 1.899 euros. El que hemos probado, el Legion Y540 15 IRH: 1.699 euros.

¿Qué tienen de especial los Y540? Lo que los hace especiales es una característica compartida con la generación anterior, con los Y530. Visto desde fuera, parecen portátiles grandes (casi 16 pulgadas de pantalla lo justifican), pero ‘convencionales’. No se aprecian ni protuberancias para protegerlos ni luces estridentes, ni colores llamativos.
Son perfectos para que un profesional de cualquier rama (abogado, médico, financiero, periodista ¿por qué no?…) oculte su desmedida afición por los videojuegos tras un portátil de color negro y un tanto grueso. Como suele ser la mayoría de los ordenadores corporativos.

Pero tienen componentes diferenciadores. Al margen de poder activar o desactivar algunas luces LED que te estimulen cuando te pones al mando de tu juego favorito (fuera del horario laboral, claro), el portátil que hemos probado está equipado con una NVIDIA GeForce RTX 2060 con seis gigas de RAM dedicadas. Es una tarjeta probablemente menos conocida que las GTX, pero que ha demostrado su eficacia como soporte para videojuegos sobradamente. Y no sólo para videojuegos. De hecho, cualquiera que en su trabajo requiera potencia de cálculo, gráfica y rapidez es potencial usuario de esta gama.

Vayan por delante unos inconvenientes, además de que quien quiere potencia y gráfica lo tiene que pagar: son equipos más pesados y voluminosos y la batería suele tener menos autonomía. Comenzando por estas pegas, el Y540 15IRH pesa alrededor de dos kilos y medio y mide casi 26 milímetros de grosor.

Gracias a ese volumen, tiene doble disco duro, un procesador de última generación, tarjeta gráfica dedicada y un sistema de ventilación que le permite no bajar el rendimiento.

El disco de almacenamiento es un disco duro mecánico de un tera que gira a 7.200 revoluciones por minuto. Lo acompaña otro de memoria sólida de 256 gigas. El objetivo de este último es lograr un arranque muy rápido y también permite transferencias de información casi instantáneas.

En cuando al procesador, en la configuración probada era un Intel Core i7-9750H (novena generación) de seis núcleos, que trabaja a una frecuencia de 2,6 GHz y con Turbo Boost que lo acelera hasta los 4,5 GHz. Se apoya en 16 gigas de memoria RAM DDR4 distribuida en dos módulos de ocho gigas.

La tarjeta es probablemente lo que diferencia este Y540 de otros portátiles ‘serios’ y lo convierte en uno más dentro de la categoría de ‘gaming’. Es la ya mencionada NVIDIA GeForce RTX 2060, capaz de mover casi cualquier videojuego u otras aplicaciones que demandan mucha potencia gráfica.

La pantalla es uno de los aspectos claves de cualquier portátil. Más si parte del uso va a ser como plataforma para videojuegos y / o series o películas. En esta ocasión, nos encontramos con un panel LED de 15,6 pulgadas de tecnología IPS (ofrece un mayor ángulo de visión) con resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos), un refresco de pantalla de 144 hercios y un brillo de 300 nits con el que se podría trabajar en la calle.

Pero si la pantalla del propio ordenador no es suficiente, se puede conectar hasta con tres pantallas simultáneamente aprovechando el gran número de puertos. Para este propósito, cuenta con un HDMI 2.0, USB tipo C y MiniDisplay Port, USB 3.1 (primera generación), HDMI 2.0, Ethernet, alimentación y conector para seguridad Kensington

Evidentemente, todo este sistema genera calor. De hecho, cuando mantienes un par de aplicaciones abiertas (incluso el navegador y un procesador de texto, no hace falta que sea un videojuego) vas a escuchar el zumbido de la ventilación. Lo que no me ha sucedido es que en algún momento haya cortado el rendimiento para evitar sobrecalentamientos del procesador o la tarjeta gráfica. Vamos, que, a pesar del sonido, cumple su función.

El sistema de ventilación que utiliza Lenovo para estos equipos lo han bautizado como Legion Coldfront (frontal frío) porque trasladan los componentes que generan más calor a la parte trasera, al tiempo que crean una circulación de aire desde el frente y los laterales hacia la parte trasera. Por cierto, al no tener la pantalla en el borde, sino un poco adelantada, permite una mauyor disipación de aire caliente por detrás sin que revoque en la propia pantalla.

Los juegos son una fuente de música generalmente repetitiva y machacona, disparos, golpes, destrucciones, bombas… vamos, que el sonido cuenta mucho. No es lo mismo jugar con o sin sonido, ni con un buen sistema de audio o con uno malo. Siempre está la posibilidad de utilizar cascos (y los que comparten espacio lo agradecen). En este caso, además de esa opción, el sonido está garantizado por Harman y lleva el sello Dolby Atmos. Esto quiere decir que va a generar un sonido envolvente en el que el ruido parece que procede del punto en el que se produce. Por ejemplo, una explosión, pero también el sonido de unos pasos que vienen por detrás de nosotros. Algo importante que nos da tiempo a anticiparnos al enemigo.

Tras unos días de teclear y después de acostumbrarme a un teclado completo de nuevo (utilizo uno sin teclado numérico), el del Y540 resulta muy bueno. Tienen un recorrido adecuado que permite teclear durante horas sin que sufran los dedos ni las articulaciones de la mano, las teclas tienen el tamaño necesario, la separación entre ellas, también… Para poder escribir en ambientes oscuros, está retroiluminado.

Es un portátil, pero yo no lo elegiría si tuviera que cargar todo el día con él. No sólo porque son dos kilos y medio a la espalda o en el maletín, sino porque hay que añadirle el peso del alimentador e incluso del propio cable. La batería de tres celdas da para sacarle unas cinco horas de rendimiento, es decir, no da para una jornada completa, así que dependemos del enchufe.