Bosch y Cariad, la filial de software del Grupo Volkswagen, han reforzado su alianza para desarrollar un avanzado paquete de software que llevará las funciones de conducción asistida y automatizada de niveles 2 y 3 a un nuevo nivel.
La iniciativa, integrada en la Automated Driving Alliance, se apoya en técnicas de inteligencia artificial (IA) de última generación con el objetivo de ofrecer sistemas que reaccionen de forma tan natural y segura como un conductor humano.
El desarrollo, que cubre desde la percepción del entorno hasta la toma de decisiones y el control del vehículo, está orientado a aumentar la seguridad y la comodidad en carretera. Según el plan de trabajo, el software estará listo para proyectos de producción a partir de mediados de 2026, integrándose en la futura arquitectura de vehículos definidos por software del Grupo Volkswagen.
Un desarrollo propio y escalable
A diferencia de otras soluciones del mercado, todos los elementos tecnológicos del paquete se desarrollan de forma independiente, con código fuente y propiedad intelectual propios. Esto permite un control total de la arquitectura, reforzando la seguridad, la trazabilidad y la transparencia de las decisiones de la IA. Bosch también prevé ofrecer esta solución a otros fabricantes, adaptándola a diferentes segmentos, desde modelos generalistas hasta vehículos premium.
“La clave para desplegar la conducción automatizada a gran escala son los datos y la IA"
La propuesta es escalable y abarca desde funciones individuales, como el control adaptativo de velocidad, hasta sistemas completos de automatización de la conducción. “La clave para desplegar la conducción automatizada a gran escala son los datos y la IA”, destaca Mathias Pillin, CTO de Bosch Mobility, subrayando que el trabajo conjunto con Cariad busca superar las barreras tecnológicas y organizativas que han limitado la adopción de estos sistemas.
El nuevo software aplica IA en toda la cadena tecnológica, desde la detección de objetos mediante cámaras y radares hasta la fusión de datos de sensores, la interpretación del entorno y el control automatizado de dirección, frenos y tren motriz. Inspirándose en modelos de IA generativa, el sistema puede anticipar comportamientos de otros usuarios de la vía y adaptar su respuesta en tiempo real.
La arquitectura también está preparada para integrar enfoques multimodales de IA conocidos como vision-language-action (VLA), capaces de combinar información visual y lingüística para mejorar la comprensión de escenarios complejos. Esta capacidad permitirá al sistema reconocer riesgos no evidentes y optimizar la reacción del vehículo.
Entrenamiento continuo y validación internacional
La robustez del sistema se garantiza mediante un entrenamiento constante con grandes volúmenes de datos obtenidos de una extensa flota de pruebas. Vehículos como el ID.Buzz y el Audi Q8 ya circulan equipados con este software en vías públicas de Europa, Japón y Estados Unidos. Durante 2025, se sumarán cientos de vehículos más con sensores de alta precisión para recopilar datos de calidad, incluidos los denominados corner cases, situaciones poco comunes pero críticas para la seguridad.
El software se actualiza y optimiza varias veces al día en los vehículos de prueba, en un proceso de desarrollo completamente orientado a los datos. Este enfoque permite ajustar los algoritmos con rapidez, mejorando la respuesta ante escenarios de tráfico urbano, interurbano o de autopista.
La meta de Bosch y Cariad es acercar la conducción autónoma a millones de usuarios, combinando la fiabilidad de la ingeniería alemana con la flexibilidad de una arquitectura definida por software.