Dos de las mayores virtudes de Apple son la oportunidad y la sencillez. Sí, claro, el diseño lo damos por supuesto. De hecho, hace caso omiso de refranes como "El que da primero da dos veces". Apple ha sido el primero en pocas cosas en comparación con su carrera y con la cantidad de productos que ha lanzado, pero ha tenido el acierto de colocarlos en el momento exacto. Con excepciones como la agenda Newton: ¿quién se acordará de ella?...
Apple ha sido el primero en pocas cosas en comparación con su carrera y con la cantidad de productos que ha lanzado, pero ha tenido el acierto de colocarlos en el momento exacto
Pasó con el iPhone. No era el primer móvil con acceso a datos ni el primero que se manejaba tocando la pantalla, pero creó el paradigma de móvil. Y bien lo sufrió Nokia, por ejemplo. Y también pasó unos años más tarde con los auriculares inalámbricos. Los que hoy se llaman True Wireless Speakers. No, los AirPods de Apple no fueron los primeros. Y, sin embargo, fueron los que se convirtieron en "el" modelo. A partir de ese 2014, cualquier auricular verdaderamente inalámbrico tenía que parecerse a los AirPods. Incluso en el color blanco.
Han pasado ya varias generaciones de AirPods. Si no me fallan las cuentas, cinco. Y Apple ha logrado mantenerse en los puestos de cabeza hasta estos dos últimos años, en los que la competencia desde las firmas de sonido de toda la vida (Bose, Sennheiser...), marcas especializadas en auriculares (Jabra...), el mundo de los móviles (Samsung...) y, sobre todo, Sony ha logrado equipos realmente brillantes por calidad de sonido y por los sistemas de cancelación de ruido ambiental.
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Procesador H2 y cancelación de ruido
Y precisamente esto último ha sido la apuesta de la firma de la manzana para estos AirPods Pro de segunda generación. El chip H2 es ahora el responsable tanto de controlar el sonido que nos llega como el que no nos llega. Y este último se ha ido convirtiendo en el protagonista del juego de los auriculares.
Mi experiencia con esta segunda generación de AirPods Pro es muy buena, tanto en interiores como en exteriores. Y es buena cancelando los ruidos persistentes de fondo, desde el sonido de la lavadora, la caldera hasta los de exteriores del tipo del tráfico rodado, pero la cancelación de ruido también hace un gran trabajo con sonidos estridentes.
La cancelación se puede regular en los ajustes, en donde seleccionaremos Cancelación de Ruido, Desactivado o Sonido Ambiente para activarla, apagarla o hacer que los micros se abran, capturen el sonido exterior y lo dejen pasar. Sin salir de ajustes configuraremos si queremos controlar el ruido con el auricular derecho, el izquierdo o los dos. Manteniendo pulsado el sensor del auricular correspondiente podemos ir rotando de Cancelación a Sonido ambiente o a desactivación de la cancelación (para esta última opción hay que seleccionarla previamente).
El sistema regido por los H2 se encarga eficazmente de que podamos oír una bocina sin dar un bote
Partamos de que es recomendable estar al tanto de lo que pasa a nuestro alrededor cuando caminamos por la calle con los auriculares puestos y escuchando música. Es decir, que llevamos el Sonido Ambiente activado. Al igual que los micrófonos tienden a amplificar la voz (este modo sirve entre otras cosas para poder mantener una conversación sin quitarse los cascos) podrían amplificar ruidos más molestos: bocinazos, gritos, golpes en una obra cercana... el sistema regido por los H2 se encarga eficazmente de que eso no suceda y de que podamos oír una bocina sin dar un bote.
Lo que cuenta Apple es que, para conseguirlo, analiza el sonido ambiente 48.000 veces por segundo. Por esa razón puede actuar de forma instantánea.
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Calidad de sonido
Nos fijamos mucho en la calidad de la cancelación de ruido, pero el sonido continúa siendo lo fundamental en unos auriculares. Tanto cuando se trata de escuchar música como de mantener una conversación telefónica. Partamos de lo siguiente: ¿quieres escuchar música en las mejores condiciones? ¿Eres un melómano irreductible? Pues lo tuyo son unos auriculares circumaurales con un diafragma de seis centímetros y una cúpula en condiciones. Evidentemente, la miniaturización tiene sus efectos negativos. Y, ojo, tanto estos AirPods Pro de segunda generación como los WF-1000XM4 o los últimos Momentum de Sennheiser pueden presumir de un sonido claro, con graves notables y buenas frecuencias medias.
Es cierto que entre las características técnicas de los AirPods Pro de segunda generación no se encuentra el códec Apple Lossless Audio Codec (ALAC), precisamente el software de audio de Apple que permite la transmisión de sonido sin pérdidas. Pero no creo que tenga el oído lo suficientemente entrenado como para notar su ausencia.
Lo que sí se puede apreciar es que las conversaciones telefónicas son muy nítidas, que el efecto del viento desaparece de la ecuación y es algo que se produce en las dos direcciones.
En cuanto al sonido espacial, estos auriculares me han llegado a tiempo para la campaña de Dolby Atmos con la canción "Face it Alone", de Queen y la versión sinfónica de "Malinche", de Nacho Cano. Nada que ver. Están disponibles en Apple Music y suenan de maravilla.
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Batería y rediseño del estuche
Como en cualquier producto de Apple, la batería se mira y remira con ojo crítico. Pero, oye, ni tan mal. A pesar de que no hay cifra oficial sobre el amperaje de sus (tres) baterías -Apple suele guardar sus datos técnicos hasta que lo desvelan desde ifixit o similares-, sí comunican la duración. En la casa de Cupertino hablan de seis horas con la cancelación encendida, el estuche de transporte guarda potencia para cuatro cargas más. En total, 30 horas de autonomía.
El estuche de carga es el que más cambios ha sufrido: más compacta y compatib con la carga inalámbrica de los cargadores para el Apple Watch
Por cierto, el estuche de carga es el que más cambios ha sufrido. Para bien. No sólo es que sea capaz de gestionar cuatro cargas extras, sino que se ha compactado (60,5 x 45 x 21,5 milímetros aproximadamente y 50,8 gramos) y es compatible con la carga inalámbrica de los cargadores para el Apple Watch, además de la conexión por cable (todavía lightning) y cualquier base Qi.
Otro cambio en el estuche es que ahora cuenta con altavoz para indicar que comienza la carga, pero también para ayudarnos a localizarlo si lo despistamos con la función de búsqueda.
Diseño y experiencia de uso
El diseño de esta segunda generación de AirPods Pro es prácticamente clavado al del primero. La circuitería, son sus baterías, amplificador, transductores, sensores de contacto, micrófonos... se alojan principalmente en la cabeza del auricular, que se apoya en la concha de la oreja y se interna en el canal auditivo. El sistema de control táctil se basa en el tronco, una estructura tubular que se acerca unos milímetros en dirección hacia la boca.
Los auriculares incorporan el control del volumen directo desde el propio auricular
Los gestos que hay que hacer sobre este tubo son los habituales. Se ha añadido el control del volumen directo desde el propio auricular. Hay que deslizar el dedo hacia arriba o abajo en la zona táctil.
El funcionamiento, sobre todo si tienes un equipo de Apple -iPhone, iPad, Mac-, es sencillo, transparente, agradable y eficaz. Basta abrir el estuche con los AirPods para que en la pantalla del iPhone (análisis realizado con un iPhone 14 Pro) aparezca una ventana de enlace con la información de la carga de la batería. A partir de ahí... a disfrutar.
El precio no desentona con los equipos que llevan el logo de Apple: 299 euros.
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