Repasar nuestro trabajo o leer un libro mientras nuestro coche nos lleva. Realizar compras on line y desde una reunión, abrir el maletero con el móvil y comprobar en la pantalla cómo un mensajero nos carga los paquetes. Viajar tranquilos con la confianza de que ante cualquier peligro que pudiéramos encontrar en la carretera nuestro automóvil va a recibir la advertencia de cualquier otro que vaya en la misma ruta, no es ciencia ficción; es el modelo de vehículo y de negocio en el que Volvo trabaja actualmente en sociedad con otras empresas de tecnología y software como Ericsson, Google o Apple.
Así lo explicó Klas Bendrik, Vicepresidente y CIO de Volvo Cars, a lo largo de una entrevista que Telefonía y Comunicaciones tuvo ocasión de hacerle en su sede de Estocolmo, el pasado 5 de Noviembre. “Volvo está desarrollando un ecosistema completo basado en la nube. Pero no lo hacemos solos; con nosotros están trabajando operadores, compañías de flotas automovilísticas, grandes centros de reparación, centros de atención al cliente, empresas de repuestos, agencias de medios, comerciantes o terceras partes interesadas en el sector”.
La nube para vehículos
Como resultado de ese trabajo colaborativo ha nacido el concepto de ‘nube para vehículos conectados’; a través de la cual, el conductor, cualquiera de sus terminales y, por supuesto, el automóvil, con WiFi integrado, se conecta a las centrales y servicios de esos concesionarios, operadores de telefonía móvil, centrales de empresas de automoción, talleres locales, aseguradoras, empresas de alquiler, gasolineras y electrolineras, agencias de medios y en general, proveedores de contenidos, servicios y desarrolladores de aplicaciones para gozar de un beneficio directo. Comodidad, seguridad y eficacia son los terminos que lo definen.
La evolución, en los últimos años, ha venido determinada por cómo han ido mejorando los teléfonos y, sobre todo la red. Primero, la conexión máquina a máquina permitió introducir la comunicación entre el coche y los móviles, así como las llamadas de emergencia o los sistemas de navegación integrados.
Ahora, con el desarrollo del Internet de todas las cosas los terminales móviles han dejado de ser el epicentro del ecosistema para ceder el protagonismo al desarrollo del negocio como eje central: encargo de servicios desde el coche, realización de gestiones y pagos, compras en remoto…
En un futuro próximo, cuando la sociedad en red esté completamente desarrollada, el hombre será un mero elemento de ese ecosistema y será la innovación y los negocios de nueva creación quienes marquen el paso.
Desarrolladores y operadores
Bendrik confirmó que hasta hace pocos años, las tecnologías de la información se consideraban una funcionalidad dentro de la industria del automóvil; sin embargo, ahora los equipos de IT están completamente integrados con los de estrategia y desarrollo.
Con respecto a ese ecosistema del que hablaba, el CIO de Volvo comentaba: “aún no hay cientos de aplicaciones y servicios desarrollados; pero tenemos que responder rápidamente a la demanda de los usuarios y por tanto, el tiempo apremia. El consumidor ya entiende que puede hacer en el coche lo mismo que frente a su ordenador o su tablet y quiere tener acceso esté donde esté”.
Esa tienda de aplicaciones a la que aludía el directivo, actualmente es propietaria y depende del fabricante sueco; quien decide qué o qué no se incluye. Para ello, tienen en cuenta los requerimientos de sus clientes, pero también aquellos entornos que pueden generar negocio. Por ejemplo, el mapa de los talleres cercanos a un punto determinado. No negó, sin embargo, que están hablando con Google y Apple sobre lo que puede llegar en un futuro próximo.
Otro tema en debate es el papel que juegan los operadores, a lo cual Bendrik respondió claramente: “se trata de un negocio de tráfico de datos, de multiconexión y nuestros clientes aumentarán sus presupuesto de telecomunicaciones para poder disfrutar de todo lo que necesitan cuando están a bordo. El modelo de negocio, lo estamos debatiendo”.
Llega la autoconducción
La respuesta del técnico sueco la debemos relacionar directamente con el hecho de que los coches autoconducidos estarán en el mercado dentro de dos años aproximadamente (en 2017 habrá 100 coches preparados para integrarse en el tráfico normal) y, por tanto, el conductor pasará a ser pasajero y podrá disfrutar de su tiempo para relajarse, trabajar o planificar su ruta o su día.
A este respecto, hay que tener en cuenta que, para que los coches autónomos salgan a la calle, las redes o las ciudades no tienen por qué estar necesariamente ultrapreparadas; “es más una cuestián de cámaras y sensores que van integrados dentro del propio vehículo”.
“El proyecto se empezará en zonas determinadas y se irá extendiendo. Pero lo que sí se necesita es la colaboración de las autoridades nacionales, de los reguladores y los gobiernos locales porque habrá que preparar algunas infraestructuras y algunas normas”.
Volvo hoy
Actualmente, el sistema de conexión embarcada de Volvo se llama Sensus. La plataforma ofrece conectividad Bluetooth y WiFi sin límite a los viajeros; pero también permite navegar por Internet, realizar consultas, leer el correo, escuchar música, radio o podcasts en streaming; así como conseguir las mejores rutas para llegar al destino a través de IGO o llamar al servicio de conserje para solicitar las cosas más insospechadas. Sensus Connected Touch, fue premiado con el 2013 Red Dot Design Award.