El origen de Bose hay que buscarlo en el afán de su creador, Amar G. Bose, por mejorar la calidad de reproducción del sonido. Antiguo profesor del MIT, el reputado y multicitado Instituto Tecnológico de Massachusetts, prácticamente se obsesionó con el estudio de los altavoces a raíz de una mala experiencia con un equipo de audio que había comprado. Y así, en 1964, surgió la compañía que lleva su nombre y que se codea en las alturas con otros nombres míticos en el sector: desde Bang & Olufsen o Bowers & Wilkins, hasta Sony y Apple.
Y si la obsesión inicial era lograr una reproducción del audio como si se estuviera ejecutando en vivo, no dejó de interesarse por otros aspectos, como los sistemas de cancelación de ruido. De hecho, pueden presumir de que los astronautas hayan utilizado sus auriculares para prevenir lesiones de oído en el transbordador espacial.
Los Bose QuietComfort Ultra que he estado probando esta temporada participan de estas dos áreas de atención: la reproducción de la música como si la estuvieran interpretando delante de nosotros y una gran cancelación del ruido ambiental, tanto activa como pasiva.
En cuanto a la primera, estos auriculares aportan un par de conceptos interesantes. El primero de ello es que podemos configurarlos para que "escalen" la música a audio espacial. Éste es un concepto que puso Apple de moda a partir de 2021 y, de una forma muy básica, expresa la traslación de la escucha real a la escucha con auriculares. En el mundo real la música de un concierto no llega por la izquierda y / o la derecha, sino que nos rodea, llega desde todo el espacio que nos rodea. Y eso es lo que se consigue (más o menos) con los sistemas de audio espacial.
Lo cierto es que te tienen que llamar la atención sobre ello, porque a los dos minutos de que te has puesto los cascos, te olvidas del concepto y asumes que es lo natural. Probablemente, influya la orientación de los diafragmas. Habitualmente, están en un plano paralelo a la cara, pero aquí están dispuestos en ángulo, como si orientaran el sonido de atrás hacia adelante.
Por lo que respecta a la cancelación, son unos auriculares de diadema con cúpulas circumaurales, es decir, rodean completamente los pabellones auditivos. Las almohadillas son lo suficientemente blandas para resultar cómodas por un lado y, por otra parte, permitir una buena cancelación pasiva a pesar de utilizar gafas.
La cancelación de ruido se puede configurar en tres modos: silencioso, atento e inmersión
En cuanto a la cancelación activa de ruido, es una de las fortalezas de Bose. Está a gran nivel y se puede configurar en tres modos: silencioso, atento e inmersión. Este último es el nivel más alto de cancelación y utiliza otra característica de Bose: el audio inmersivo. El modo Silencioso es uno intermedio, mientras que cuando seleccionamos Atento, permite pasar el ruido del exterior. Éste es el recomendable siempre que se utilicen los cascos en el exterior, ya que es el que nos permite escuchar lo que pasa a nuestro alrededor y previene de posibles accidentes. En este modo se puede seleccionar la función ActiveSense: cuando hay ruido fuerte, el sistema va ajustando el nivel de cancelación para que no moleste.
El audio inmersivo al que hacía referencia más arriba es una forma de distribución del audio que lo coloca alrededor de nuestra cabeza, no directamente hacia los oídos. Se puede configurar para que esa configuración del sonido permanezca fija enfrente de nosotros o para que nos acompañe cuando giramos la cabeza de forma que nos acompañe. Es como si en un concierto, al girar la cabeza, la orquesta se desplazara en la misma dirección.
Diseño
Se acabaron los días en los que el lujo de piel de cordero estaba bien visto. Ahora sólo vale evaluar la calidad del cuero vegetal, vegano... La piel que envuelve la espuma de los cascos y de la parte inferior de la diadema de estos QuietComfort Ultra es de cuero sintético. Es muy agradable al tacto y suave, aunque soy consciente de que hay que evaluar la resistencia de estos materiales a largo plazo.
Para la diadema se ha empleado plástico y aluminio. El empleo de un material menos noble, como el plástico de la parte superior de la diadema, no desmerece de la calidad del producto y tiene la ventaja de que aligera algo el peso de unos cascos que resultan muy cómodos incluso en sesiones largas (250 gramos). Se sujetan muy bien y, al cabo de unos minutos ni notas que los llevas puestos.
Hay detractores de los botones mecánicos, pero en el caso de los auriculares a mí no me desagradan. Si hay un botón que tiene recorrido e incluso hace clic al pulsarlo sabes que cuando pulsas lo has hecho de verdad. Además, hay que manejarlos sin mirar, al tacto. Y es mejor encontrarte con la protuberancia y clicar.
Los Bose QuietComfort Ultra tienen dos botones físicos y una línea táctil resaltada y configurable como botón. Los primeros son el botón de acción y el de encendido y conexión Bluetooth. La tira táctil sigue la curvatura del auricular derecho y sirve inicialmente para controlar el volumen.
Se presentan con un estuche rígido de viaje en cuyo interior hay un bolsillo de tela para llevar los cables de alimentación y un minijack para conectarlo físicamente a una fuente externa, algo que comienza a ser muy poco común en este tipo de equipos de audio.
A pesar de que el tamaño de estos Ultra es bastante contenido y son discretos, los auriculares de diadema siempre me han parecido más adecuados para utilizarlos en casa o para viajes largos, por ejemplo, en avión, pero como cada vez se ven más por la calle, van dos comentarios. El primero es bastante positivo: los QuietComfort Ultra silencian ciertos micrófonos exteriores (de los que se emplean para captar y cancelar el ruido ambiental en el modo ANC) cuando el viento puede entorpecer una conversación telefónica. Lo llaman bloqueo de viento. El segundo comentario es menos positivo: no he sido capaz de encontrar ni en las indicaciones en la caja ni en el manual online ni en la web de Bose la clasificación IP, es decir, la resistencia al polvo y al agua. Intuyo que no es un equipo pensado para pasear bajo la lluvia ni para realizar actividades deportivas que nos hagan sudar mucho.
App Bose Music
Algo que sí es común en esta categoría es el uso de aplicaciones para móviles y tabletas (iOS y Android) para personalizar el sonido y la cancelación. En este caso, utiliza Bose Music, en donde se puede seleccionar desde el modo de cancelación de ruido (también se puede hacer a través del botón de acción del auricular derecho) hasta la ecualización, en este caso, de modo manual o con configuraciones preestablecidas.
Los Bose analizan la forma del aparato auditivo del usuario y adaptan la reproducción para el usuario actual
Pero no todos -Apple o Sony también lo hacen- cuentan con una herramienta automática del estilo de CustomTune. Cada vez que te colocas los QuiteComfort Ultra escuchas un tono, algo así como si los contrabajos de la orquesta probaran una nota. Eso, junto con los algoritmos correspondientes, le sirve a Bose para analizar la forma del aparato auditivo del usuario y adaptar la reproducción para el usuario actual.
Conexión multipunto
La función multipunto es clave para mí. Es un avance interesante sobre todo en la fase pandémica y post pandémica en la que gran parte de las reuniones se han convertido en una videoconferencia. Poder estar conectado simultáneamente a dos fuentes y alternar entre ellas de forma transparente me parece una característica que aporta valor. Pero, hasta que estos Bose QuietComfort no me han llamado la atención sobre ello, no me había percatado de que también es un buen punto poder desactivarla. Por ejemplo: estás viendo una película con los cascos y no quieres que te molesten; si tienes los auriculares conectados al televisor y al móvil y te entra una llamada... adiós a la concentración. Desde la aplicación se puede desactivar la conectividad multipunto.
Batería
Con los Bose QuietComfort Ultra se pueden lograr entre 20 y 25 horas de autonomía sin problemas
La duración de la batería está sujeta al modo y al volumen de uso: a mayor volumen, menor autonomía y si utilizamos el modo inmersivo también se penaliza. Pero se pueden lograr entre 20 y 25 horas sin problemas. Los datos que ofrece Bose son 24 horas con el modo inmersivo desactivado y 18 horas activado. La carga completa lleva tres horas, pero con un chute de 15 minutos tenemos para dos horas y media.
Bose forma parte del grupo de marcas que trabajan con Qualcomm en su plataforma Snapdragon Sound, pero es un aspecto que ni se menciona en el sitio oficial de estos auriculares. La tecnología Snapdragon Sound contiene la promesa de un sonido sin pérdidas, pero necesita un móvil (o tableta) con procesador Snapdragon 8 Gen 2. Eso no quiere decir que no funcionen con cualquier otro móvil (yo los he probado también con iPhone).
Están disponibles en dos colores, blanco o negro, a un precio de 519 euros. Un regalo navideño caro, pero que los más melómanos podrán apreciar.
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