El juego parece estar diseñado a propósito para enfadar a los usuarios: con una dinámica de juego mucho más activa que en la precuela, el juego engancha desde el primer momento, a pesar de la longitud del tutorial.
Una vez que el jugador se ha “enganchado”, comienzan los problemas. La aplicación se bloquea, fuerza la salida o deja la pantalla del dispositivo que se utilice en blanco. Los usuarios se recomiendan entre ellos soluciones clásicas (desinstala y vuelve a instalar, reinicia el iPad…), pero es evidente que no aparecerá una solución real, como mínimo, hasta la siguiente actualización de la aplicación. Sólo queda esperar que no tarde demasiado.