Seguirá prestando servicio en Sevilla como una alternativa de movilidad urbana más
A pesar del atentado contra los vehículos de flota que trabajan asociados a la popular App de gestión de automóviles de uso privado y empresarial, la compañía confirma que “el resto de los coches (11), desplazados para reforzar el servicio durante la Feria, permanecerán en la ciudad hasta que ésta finalice, así como los conductores que se vieron afectados, que han decidido también quedarse y continuar desarrollando su actividad profesional, respondiendo a las peticiones de los usuarios y para satisfacer la gran demanda existente estos días”.
Así mismo, Cabify confirma que la investigación de los hechos sigue su curso en manos de las autoridades locales y confía en que pronto se resuelva. Mientras, “seguirá prestando servicio en Sevilla como una alternativa de movilidad urbana más, pidiendo respeto para que los conductores puedan desarrollar su actividad con total normalidad sin ser agredidos ni intimidados”. La multinacional de redes de transporte ha querido aprovechar la situación y el interés de la prensa para “agradecer a los ciudadanos las innumerables muestras de apoyo recibidas durante los últimos días”.
Cabify, actividad legal y reglada
Unauto, la asociación mayoritaria en el ámbito del vehículo con conductor en España, VTC, ha venido denunciando mes tras mes las agresiones a coches y conductores, no sin recordar que “la normativa actual que regula la actividad de los VTCs fue aprobada por la mayoría de las asociaciones del sector del taxi, dando su visto bueno e incluso congratulándose entre ellos mismos por el logro conseguido”.
De hecho, el Real Decreto 1057/2015, de 20 de noviembre, modificó el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres con el fin de encuadrar, definitivamente, “la actividad de arrendamiento de vehículos con conductor como una modalidad concreta de transporte de viajeros en vehículos de turismo, a la que, en consecuencia, le son de aplicación todas las reglas referidas a la actividad de transporte y no las señaladas para las actividades meramente auxiliares y complementarias del transporte”.
En esta línea, el texto legal determina que la citada actividad constituye “una modalidad de transporte de viajeros y que su ejercicio está condicionado a la obtención de la correspondiente autorización, de conformidad con los requisitos que se definen en los artículos 42 y 43.1 y lo que reglamentariamente se establezca con carácter específico en relación con dicha modalidad de transporte”.
Por otro lado y en el mismo BOE de noviembre de 2015, se recoge que la Ordenación de los Transportes Terrestres habilita al Estado a introducir, por vía reglamentaria, limitaciones al otorgamiento de nuevas autorizaciones para el ejercicio de esta actividad de transporte, condicionándolo a que la oferta de transporte público de viajeros en vehículos de turismo esté sujeta a limitaciones cuantitativas en el ámbito autonómico o local. Asimismo, el nuevo artículo 91 de la citada Ley permite introducir limitaciones reglamentarias en relación con el origen, destino o recorrido de los servicios.
También aconseja revisar la regulación dada al arrendamiento de vehículos con conductor “en lo relativo a los requisitos exigidos para la obtención de la correspondiente autorización, otorgamiento de autorizaciones y condiciones de prestación del servicio”.
La normativa que regula los VTCs se aprobó por la mayoría de las asociaciones del taxi, dando su visto bueno e incluso congratulándose por el logro conseguido
Competencia a disgusto de los taxistas
No obstante, y a raíz de lo que se considera presunto “homicidio en grado de tentativa”, al correr grave peligro la vida de los conductores que descansaban en la finca de la localidad de Castilblanco de los Arroyos, Unauto ha denunciado el acoso continuo alos VTCs, las graves agresiones físicas y verbales e incluso los riesgos que asumen los conductores ante los actos temerarios que cometen los taxistas al volante con el fin de ‘atacar’, perturbar o amedrentar a los vehículos de flota y ha pedido al Ministro del Interior su intervención.
Detrás de este fenómeno se encuentran dos hechos paralelos: de una parte, el sector del taxi no acepta la competencia que ha traído consigo la digitalización de la sociedad y que permite contratar servicios de transporte privado de forma directa y con precio fijo, el cual se conoce, se acepta y se prepaga. La contratación se realiza vía teléfono móvil y el gestor (Cabify, Uber, Lyft, etc.) exige a sus asociados una serie de requisitos de calidad y seguridad en pro del usuario, a cambio de software, gestión de cobros, analisis de big data y volumen de trabajo.
De otra, se ha amplificado un debate que ya se vivió hace años con respecto al cambio de la legislación que modificaba la compra y uso personal de las licencias de taxi bajo supervisión municipal y autorizaba la creación de flotas; las cuales trajeron consigo la desaparición del que fuera ‘caballero taxista español’ para dar paso a la contratación y explotación de conductores que no siempre ofrecen confianza al usuario común y, mucho menos, al turista mil veces engañado.
En aquel momento, la preocupación era la acumulación de licencias de taxi en pocas manos, pero la realidad ha superado las expectativas incluso de quienes en aquel momento se mostraban felices ante la perspectiva de negocio porque, lo cierto es que la mayor empresa de transporte de viajeros con conductor del mundo, Uber, no es propietario de un sólo vehículo; pero ha aportado la magia de los algoritmos para gestionar los de medio mundo, con la consabida revolución. Si hablamos de cifras, hoy por hoy, en España, hay 67.089 coches con licencia de taxi y 5890 VTCs
En el horizonte, la conducción urbana inteligente y la autoconducción, de manos de las multinacionales y los fabricantes de coches; no en vano MyTaxi compró Hailo y Mercedes ha comprado MyTaxi.
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