La cuidad de los Emiratos Árabes Unidos ha dado el primer gran paso en su plan por convertirse en líder en innovación dentro del mundo árabe. Las aeronaves se asemejan a una cabina de helicóptero de dos plazas coronadas por un aro ancho de 18 hélices y está destinado a volar sin control remoto y con una duración máxima de vuelo de 30 minutos. Por si hubiera problemas durante el vuelo, cuenta con varias coberturas, además de incluir baterías de reserva, rotores y, para casos extremos, dos paracaídas.
Según explica Florian Reuter, CEO de la firma, la implementación de los Volocopter permitiría pedir a través de la app un Volocopter al voloport más cercano. “El volocopter vendría y lo recogería de manera autónoma y lo llevaría a su destino”, señala.
“Ya es capaz de volar en base a pistas de GPS, y vamos a implementar la plena capacidad de detección, capaz de superar los obstáculos desconocidos en el camino”, asegura.
El lunes comenzaron los vuelos de prueba. El dispositivo se elevó unos 200 metros y voló durante cinco minutos sobre un área de arena azotado por el viento en la costa del Golfo. El evento estuvo presidido por el jeque Hamdan y su séquito, que aplaudieron en signo de aprobación desde una cubierta de observación cercana.
Dubái y su afán por liderar el mundo árabe
"Alentar la innovación y adoptar las últimas tecnologías no sólo contribuye al desarrollo del país, sino que también construye puentes hacia el futuro"
Los Emiratos Árabes Unidos trabajan por diferenciarse del resto de países de la región apostando por la innovación y la alta tecnología. Entre sus principales planes de futuro se encuentra su objetivo de enviar una sonda no tripulada a Marte en 2021, lo que supondría la primera misión espacial del mundo árabe.
"Alentar la innovación y adoptar las últimas tecnologías no sólo contribuye al desarrollo del país, sino que también construye puentes hacia el futuro", asegura el jeque Hamdan.
La carrera por el cielo
Volocopter compite en una carrear con más de una docena de compañías europeas y estadounidenses bien financiadas, cada una con su propia visión para crear una nueva forma de transporte urbano que conforme un cruce entre los coches autónomos y los vuelos de corta distancia.
En esta línea trabaja el gigante Airbus, que tiene como objetivo poner un taxi autónomo en el aire para 2020; también está en la carrear la firma Kitty Hawk, respaldada por el cofundador de Google, Larry Page; y Uber, que trabaja con socios en su propia estrategia de vuelo de taxis.
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