Sí señores; es caro, pero el i7+ es lo más cómodo que ha hecho iRobot en aspiradores autónomos desde que empezó: potente, mapeados precisos y vaciado automático. Lo mejor para la alergia. Creo que el último aspirador Roomba que he probado hasta ahora fue en noviembre de 2015, casi tres años y medio. Era el […]
Sí señores; es caro, pero el i7+ es lo más cómodo que ha hecho iRobot en aspiradores autónomos desde que empezó: potente, mapeados precisos y vaciado automático. Lo mejor para la alergia.
Creo que el último aspirador Roomba que he probado hasta ahora fue en noviembre de 2015, casi tres años y medio. Era el 980. El primero fue seis años antes, en 2009. Se trataba del 562. Entre ellos media un buen salto tecnológico. De hecho, en el último, el 980, ya aplicaban el sistema de mapeado de las habitaciones que permitía orientarse al Roomba y retomar la limpieza donde la habían dejado. Entonces se llamaba vSLAM. Hoy ha mejorado sensiblemente.
Tanto el suelo de mi casa -parque de pruebas de numerosos equipos- como su distribución parecen haber sido construidos a prueba de aspiradores autónomos, la verdad es que el i7+ que he estados probando estos días me ha sorprendido positivamente. En realidad, muy positivamente.
Para empezar, aspira bien. Algo que parece que damos por supuesto, pero no debería ser así. En este sentido, lo único que echo en falta es la posibilidad de reducir la velocidad de desplazamiento del equipo cuando se enfrenta a determinadas superficies. Cuando el suelo es irregular, corre el riesgo de perder contacto con la superficie y aspira peor.
Clean Base
La Clean Base aspira el contenido del depósito del Roomba i7+ y lo traslada a una bolsa con capacidad para más de un mes de limpieza.
El sistema de autolimpieza funciona de maravilla. Es algo ruidoso, pero está muy bien resuelto. En el modelo i7+ la estación base de carga es también una planta de vaciado. Tiene un depósito y un potente motor; cuando el Roomba se acopla, succiona la suciedad de su depósito y la traslada a una bolsa del tipo de la que usan algunos aspiradores convencionales. El depósito del Roomba queda impecable. La gran ventaja de este sistema es que el polvo, los ácaros, los pelos de las mascotas… van directamente del suelo al aspirador y del aspirador hasta la bolsa y de ahí a la basura sin tocarlos ni respirarlos.
Es verdad que hay que pagar dos peajes: el espacio y la compra de bolsas de recambio. La estación base con recogida de basura ocupa la misma superficie, pero mucho más volumen. Es una columna de unos 60 centímetros de alto por 20 de lado. En cuanto a las bolsas, cada una tiene una capacidad para unos 30 depósitos del Roomba y el paquete de tres unidades cuesta 19,99 euros. Una inversión que los alérgicos valorarán aún más.
Construyendo mapas
Al margen de la limpieza, me interesaba mucho probar el sistema de mapeado Imprint. Durante las primeras limpiezas, el i7 (el + añadido es por la estación Clean Base) va creando un plano de la casa con las diferentes habitaciones. Traza separaciones sugeridas que posteriormente se pueden editar y nombrar. También es capaz de recordar alturas de la casa (hasta 10 pisos). Tarda entre dos y cuatro procesos de limpieza para tener completados los mapas y una vez listos y nombradas las habitaciones se le puede pedir que limpie una de ellas, la cocina, el baño… Se puede hacer tanto a través de la aplicación para el móvil como por voz utilizando Alexa, el asistente digital de Amazon.
Con la aplicación no sólo se puede activar o detener la limpieza total o de una habitación concreta, sino que avisará del estado: si está limpiando, regresando a la base, cargando… La batería da para unos 90 minutos de autonomía, al cabo de los cuales, si no ha acabado el ciclo de limpieza volverá a la base para recargar y vaciar el contenedor de suciedad y retomará la limpieza donde la dejó.
En la caja, además del propio aspirador, la Clean Base y el cable, hay un filtro, un cepillo y una bolsa de repuesto y un muro virtual más pequeño que en otras versiones que he probado (funciona ahora con dos pilas AA en lugar de las grandes). El muro virtual permite acotar zonas de la casa -funciona como si fuera una puerta que corta el paso al aspirador- o un área, por ejemplo los cables que se ocultan tras el televisor.
El precio del i7 es de 899,99 euros; si se adquiere con la base Clean Base, sube a 1.199,99 euros. ¿Caro? Sin duda, pero está el la línea de iRobot. De hecho, las últimas línea de mi prueba del 980 fueron éstas: “Sin lugar a dudas, el peor aspecto de esta máquina es su precio: 1.200 euros. Es un buen compañero de piso, pero bastante caro.”
Si (
No(
