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El Galaxy A72 da la talla
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El Galaxy A72 da la talla

Por Javier López Tazón
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javierlopezgmailcom/11/11/17
martes 13 de abril de 2021, 08:30h

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La combinación de elementos y diseño convierten al A72 de Samsung en un terminal muy equilibrado en la parte alta de la gama media. Se solía decir que España era un país de Samsung. Huawei le intentó quitar el trono y ahora el aspirante es Xiaomi, que incluso llegó a anunciar en un momento que […]

El A72, con el Galaxy Watch3. Ambos fueron utilizados para probar las aplicaciones de salud Tensiómetro y Electrocardiograma.

La combinación de elementos y diseño convierten al A72 de Samsung en un terminal muy equilibrado en la parte alta de la gama media.

Se solía decir que España era un país de Samsung. Huawei le intentó quitar el trono y ahora el aspirante es Xiaomi, que incluso llegó a anunciar en un momento que se había convertido en el número uno en nuestro país. Las cifras de mercado son tan inconstantes como la fuente que se consulte. La última que he mirado es Statcounter, que sigue dando a Samsung el puesto líder, seguido de Xiaomi, Apple y Huawei.

Lo que ha permitido a Samsung mantenerse, trimestre tras trimestre y año tras año, en esa posición no han sido sus terminales Galaxy de la serie S o los Note, sino su gama media y, últimamente, la serie A. Este año han presentado los A52, A52 5G y A72. La diferencia fundamental entre ellos, al margen del apellido 5G que indica la compatibilidad con redes de quinta generación del segundo, es el tamaño de la pantalla y la composición de las cámaras. Pero me voy a centrar en el A72 que he estado probando estas últimas semanas.

Según recoge GSMArena, el portal en el que se pueden encontrar las fichas técnicas de todos los móviles que se lanzan en el mundo, el procesador que lleva a bordo es el Snapdragon 720G y eso son casi palabras mayores. Es verdad que no es el procesador más potente de Qualcomm, pero está en la zona muy alta y, como en otras ocasiones he señalado, la “G” que lleva detrás hace referencia a que está muy orientado al juego, al “gaming“. Y un equipo que resiste juegos, está preparado para comportarse bien en cualquier terreno.

De procesador va bien y los seis gigas mínimos de RAM en las que se apoya, más una pantalla con refresco de 90 hercios le dan una gran fluidez en prácticamente todas las tareas a las que se enfrenta, juegos incluidos.

Pantalla plana, ¡bien!

Para mí, seguir confiando en pantallas planas en lugar de las curvadas es un acierto. Y también en este caso. La del A72 es una súper AMOLED de 6,7 pulgadas y un pico de brillo de 800 nits, suficiente para ver el contenido que muestra incluso a plena luz del día. Eso sí, los enemigos de las pantallas saturadas deberán bucear un poco para configurarla a su gusto, ya que tiende a eso. En realidad, siempre lo han hecho las pantallas del fabricante coreano. Les gusta que los colores brillen hasta convertirlos en tonos que ni existen en la naturaleza.

Es un problema que se extiende también a las cámaras, que habitualmente tienden a saturar, aunque cada vez menos. En este caso, el módulo que acoge las cámaras tiene espacio para cuatro más un flash LED. No han querido optar por macro o tele sino que han decidido incorporar los dos, un macro con sensor de cinco millones de píxeles que permite tomas desde cuatro centímetros -al foco a veces le cuesta un poco hacer su trabajo cuando te acercas- y un tele de tres aumentos, con sensor de ocho megapíxeles.

El sensor de la cámara principal aumenta hasta lo 64 millones de píxeles. Es un gran angular (equivalente a 26 milímetros) con un tamaño de píxel bastante pequeño, 0,8 µm. A cambio, cuenta con estabilización óptica, igual que el tele. Para el gran angular, con un campo de visión de 123 grados, han dotado al sensor de una resolución de 12 millones de píxeles.

Llegados a esta generación de móviles y con la gran experiencia que se ha acumulado en el terreno de la fotografía y los distintos objetivos, se deberían haber superado o, al menos, aminorado los problemas de aberraciones de la imagen (los laterales) en el súper gran angular y la homogeneización del tratamiento del color cuando se cambia de objetivo: el súper gran angular tiende mucho más al azul…

De plástico, pero buen diseño

El diseño del A72 se puede considerar como continuista. Es verdad que el módulo con las cámaras sobresale menos de la superficie trasera del móvil, pero se mantiene en la línea. La verdad es que me parece acertado. Un plástico mate con buen agarre y con toda la intención de imitar el cristal. De hecho, en Samsung lo llaman Glasstic, una combinación de los dos términos: cristal (glass) y plástico (plastic).

De la pantalla ya he comentado una cosa: me gusta que sea plana. Además de esa característica y de que se trate de un panel súper AMOLED de 6,7 pulgadas (2.400 por 1.080 píxeles), hay otro punto importante. O, al menos, que está cobrando importancia: el refresco de pantalla es de 90 hercios. Por si acaso, eso quiere decir que la imagen se actualiza (haya o no movimiento) 90 veces por segundo. Cuanto mayor sea esta cifra, la pantalla irá más fluida, tanto mostrando películas, como videojuegos o desplazándose por páginas web o apps.

El tipo de pantalla es taladrada: lleva un pequeño agujero en la parte frontal para dejar asomar la cámara selfie, que, por cierto, es de 32 millones de píxeles. También bajo la pantalla está el escáner de huella. Es rápido, aunque a mí me ha dado unos cuantos fallos.

Sorpresa, el alimentador está en la caja

La batería es de las gordas: 5.000 miliamperios y el compatible con carga rápida de 25 vatios, aunque el cargador que viene en la caja es de 15 vatios. Tampoco nos quejemos tanto, porque hay quien no lo lleva…

Está disponible en dos versiones, la más asequible es la de seis gigas de RAM y 128 de memoria. Cuesta 449 euros. La versión de ocho gigas de RAM y 256 de almacenamiento sube hasta los 509 euros. En ambos casos, se pueden utilizar tarjetas de memoria microSD.

Watch3, ¿cómo tienes el corazón?

He aprovechado que tenía el Galaxy A72 y el Watch3 para probar dos nuevas funcionalidades del reloj de Samsung: tensiómetro y electrocardiograma, que se gestionan desde la aplicación de salud Samsung Health Monitor, de los móviles de Samsung.

Comienzo por el final, porque es la característica que peor gusto de boca me dejó. De hecho, más de la mitad de los electrocardiogramas que intenté realizar acabaron mal. Es del mismo tipo que el ECG de Apple, es decir, es monocanal.

Para que nos hagamos una idea, los electrocardiógrafos médicos miden una docena de derivaciones. Por ese motivo, tanto el Watch3 de Samsung, como los Watch de Apple anuncian cuando te vas a hacer un electrocardiograma que no son capaces de detectar infartos de miocardio.

Pero sí son útiles para otras dolencias, como la fibrilación auricular. Básicamente, lo que puede hacer es comprobar si el ritmo es o no sinusal.

También indica al poner en marcha la función cómo se debe hacer: en reposo, sin haber ingerido bebidas estimulantes… y con el reloj firmemente abrochado en la muñeca y el brazo apoyado. Si no lo haces a pies juntillas, lo más seguro es que el Watch3 se pierda en la medición.

¿Y la tensión?

Como tensiómetro, bien, como un chaval: 118-70 y con 62 pulsaciones… Utiliza el mismo mecanismo que para la monitorización de la frecuencia cardíaca, pero somete a la onda del pulso a un análisis mediante algoritmos capaces de deducir la tensión arterial.

El primer paso es calibrar el reloj a través de la aplicación Samsung Health Monitor con un tensiómetro de los de verdad, una operación que hay que realizar varias veces. Una vez calibrado, el reloj ya es capaz de tomar la tensión. Lleva su tiempo, alrededor de medio minuto, pero es bastante fiable. El problema es esa primera calibración, porque ¿qué vas a hacer? ¿Ir a la farmacia y que te tomen la tensión varias veces comprobándola con la aplicación? ¿Ir al médico?

Lo que yo ye podido comprobar es que me muevo en el entorno de los 120 – 70…

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