La batalla entre Taxis y VTC no es nueva y mucho menos para grandes ciudades como la de la capital española, Madrid. Los Gobiernos centrales, regionales y municipales regulan el mercado limitando la actividad de las empresas de vehículos de transporte con conductor como Uber o Cabify. El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presididlo por Isabel Díaz Ayuso, está impulsando una nueva regulación para garantizar la convivencia de estas empresas con los tradicionales taxis.
Durante la Asamblea de Madrid, el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, ha detallado algunas de las nuevas reformas de la normativa. Uno de los principales objetivos de la nueva regulación será introducir la actividad de arrendamiento de vehículo con conductor como transporte discrecional de viajeros, es decir, aquellos que se llevan a cabo sin sujeción a itinerario, calendario ni horario preestablecido.
Profesionalización del sector y nuevas sanciones
Entre las nuevas medidas está también la profesionalización del sector con la exigencia de una serie de requisitos para poder conducir un vehículo VTC, similares a los que tienen que pasar los taxistas.
Además, se va a revisar las sanciones para adecuarlo a la nueva realidad del sector. Se van a recoger nuevos hechos sancionadores y se van a revisar la gravedad de estos hechos atendiendo al impacto en la competencia entre empresas.
Reproches al Gobierno central
El consejero Garrido ha reprochado al Gobierno central su “falta de respuesta” y ha recordado el compromiso del mismo a presentar en las Cortes Generales un proyecto de ley que modifique el régimen de infracciones y sanciones que tras dos años desde su anuncio no se ha presentado.