Una consideración previa: al margen de la concurrencia temporal de dos genios como Steve Jobs y Steve Wozniak, la gran fortaleza de Apple ha sido mantener bajo el mismo techo las llaves del hardware y el software. Si las máquinas de la compañía de Cupertino son capaces de trabajar como lo hacen es porque están construidas desde las mismas bases y con los mismos objetivos que los OS sobre las que se sustentan.
De hecho, se pueden poner un par de ejemplos fuera del ámbito de Apple: las Surface de Microsoft y los Pixel de Google. En el primer caso, son las máquinas -iba a escribir tabletas, pero hace tiempo que superaron esa catalogación- que probablemente mejor exprimen Windows en su rango. Y lo mismo sucede con los Pixel, los móviles Android desarrollados por Google. Son, sin mucho margen de duda, los equipos que mejor partido sacan del sistema operativo Android -además de contar con siete años de actualizaciones-.
Las aplicaciones y portales que se dedican a comparar el rendimiento de móviles colocan durante los últimos años a los iPhone en el primer puesto de sus clasificaciones. Y eso que sus procesadores no tienen más núcleos ni tienen más RAM que los de la competencia. Pero el control del sistema operativo les permite una eficiencia mayor.
Los últimos procesadores que están saliendo de la factoría de diseño de chips de Apple están marcando una diferencia que la competencia todavía no ha logrado igualar
Independientemente de esta oda a la decisión de no compartir el sistema operativo, los últimos procesadores que están saliendo de la factoría de diseño de chips de Apple, en este caso los A17 Pro, están marcando una diferencia que la competencia todavía no ha logrado igualar.
Hablar de procesadores no es nada 'cool'. Ya parece casi ordinario preguntar por qué procesador lleva tal teléfono o cuánta RAM tiene... De hecho, desde que Huawei dejó de ser lo que fue, los SoC -System on a Chip- van por detrás del diseño, de los nuevos materiales, de las cámaras, de los modos fotográficos y de vídeo... Y, sin embargo, en las características de los SoC están escritas todas las potencialidades de un teléfono: desde la velocidad de navegación a la capacidad de llamadas satelitales, desde la gestión de una pantalla al control de carga de la batería.
El A17 Pro
En el caso de los iPhone 15 Pro el responsable de su potencia es el A17 Pro, una evolución del exitoso A16 Bionic, ambos diseñados por los cerebros de Apple Silicon. Se trata de un procesador con la tecnología más avanzada disponible: litografía ultravioleta extrema (UVE) de tres nanómetros. Si en cuanto a características generales, los dos procesadores son muy parecidos, hay un salto importante en las capacidades gráficas, que Apple escenifica en la capacidad para afrontar juegos tan demandantes como "Resident Evil 4" o "Assassin's Creed Mirage", que se irán sirviendo entre finales de este 2023 y 2024.
El juego de cámaras que lleva el 15 Pro Max cubre mucho más rango que nunca y amplía el zoom hasta cinco aumentos: desde el equivalente a los 13 milímetros del super gran angular (con el que se pueden hacer capturas macro hasta una distancia de dos centímetros) hasta los 120 milímetros, un tele muy adecuado para retratos espontáneos en los que la cámara está lejos del sujeto fotografiado.
Las mejoras sensibles en las tomas con baja luz, la fotografía nocturna, el aumento de las resoluciones hasta los 48 millones de píxeles, el zoom continuo en los retratos... todo, o casi todo porque las lentes también tienen que ver, se debe a los nuevos procesadores.
Independientemente de estas mejoras, lo que más admiro de Apple es la naturalidad, la transparencia con la que se trabaja con sus equipos. Los resultados son fotografías de gran calidad se tomen en el ambiente en el que se tomen y sin necesidad de realizar ajustes manuales (aunque se puede). Por cierto, cuando se está enfocando a una persona, un perro o un gato, el sistema realizará por defecto una toma en modo retrato para poder regular la profundidad de campo posteriormente si se quiere. Si lo que se pretende es fotografiar un objeto en este modo, hay que seleccionarlo.
El titanio
La mejora de las cámaras y el procesador son las características más destacadas en cuanto a componentes, pero Apple ha puesto el foco en otro punto: el titanio. El manejo de nuevos materiales ha sido una de las habilidades diferenciadoras de la marca estadounidense. Si los plásticos originales eran "especiales", en poco tiempo comenzaron a trabajar con metales, mejor dicho, con aleaciones avanzadas de metales: aluminio de aviación, aeronáutico, aeroespacial... acero... y ahora, titanio. Y, además de que suena como de otro nivel, tiene dos características muy deseables en un teléfono: resistencia y ligereza. La segunda se nota en la mano en cuanto se sujeta. La comparación con el iPhone 14 Pro es significativa.
Carcasa de titanio de grado espacial (el mismo que utiliza el Rover Mars de la NASA), matriz interior de aluminio reciclado y cristal protegido por Ceramic Shield y una resistencia al polvo y al agua IP68 (hasta seis metros de profundidad durante media hora) convierten al iPhone 15 Pro en un terminal muy, muy resistente.
Botón de acción personalizable
Cuando Apple cede un dispositivo para hacer una prueba lo acompaña con una "guía de review". Es algo que practica desde hace años y que más tarde han ido incorporando otras marcas. No estoy ni a favor ni en contra, pero sí me consta que en muchas ocasiones estas guías se siguen a pies juntillas a la hora de escribir las reseñas de rigor. A mí, la verdad, es que me vienen bien por si algo que querías comentar se te pasa por alto. Por ejemplo, me olvidaba del "botón de acción".
Básicamente, han cambiado el botón mecánico de silenciar que estaba encima de los botones de volumen por otro que permite realizar diversas acciones a elección del usuario, desde activar la cámara o encender la linterna o lanzar el sistema de lupa, hasta crear un atajo para arrancar una aplicación favorita. También se puede optar porque no haga nada. O en un futuro próximo iniciar Translate, un sistema de traducción simultáneo que Apple afirma que estará disponible este año.
El USB tipo C llega a Apple
De lo que uno no se olvida es del cable. Sí, claro. Apple no ha tenido más remedio que cambiar su conector lightning por un USB-C. Es un mandato de la Unión Europea, pero los de Cupertino, reyes del marketing, han hecho de la necesidad virtud. Ahora todo son ventajas para los puertos USB-C: mayor compatibilidad, más velocidad... El pequeño detalle es que para sacar el máximo partido a este conector, es decir los 10 gigas por segundo de transmisión hace falta comprar el cable adecuado. El que viene en la caja con el iPhone no suministra esta velocidad máxima.
Algunos de los que han tenido acceso a estos nuevos terminales han reportado casos de calentamiento del teléfono y otros han hablado de una cierta tinción de la carcasa con el uso. He de decir que no me ha sucedido ninguna de las dos cosas. El problema del sobrecalentamiento, reconocido por Apple, se solventó con una actualización del sistema operativo.
Apple actualiza Mapas para una experiencia detallada
Lo que sí he podido comprobar con la última actualización es el enorme salto que da Mapas con la "experiencia detallada". Apple está actualizando su aplicación de navegación con mapas mucho más detallados de algunas ciudades y le ha llegado el turno a Madrid, Barcelona y Lisboa. Y ahora sí. Ya no hay motivos para equivocarse en una rotonda o al tomar el carril adecuado porque se ve con claridad.
Con la mayoría de los navegadores hay momentos en los que las indicaciones se prestan a confusión, pero el detalle que muestra ahora Mapas lo convierte en el navegador para torpes. Ya no habrá dudas de si tomar el túnel o no.
Precio
El iPhone 15 Pro Max cuesta a partir de 1.469 euros. El modelo con un tera de almacenamiento llega a los 1.969 euros.
Esa pequeña diferencia
El iPhone Pro, como viene siendo habitual se presenta en dos tamaños: el Pro sin segundo apellido y el Pro Max. El primero con pantalla de 6,1 pulgadas y el segundo, que asciende hasta las 6,7. Parece que no pero la diferencia se nota en el bolsillo de las dos maneras: literalmente por el tamaño en sí, pero también metafóricamente por la diferencia de precio.
Normalmente, me suelo decantar por el terminal menos grande, pero en esta ocasión había una razón de peso, mejor dicho, de rango. Y es que el Pro Max es el único modelo de la serie 15 que cuenta con la nueva cámara con zoom de cinco aumentos, equivalente a un 120 milímetros en fotografía convencional.
La pantalla también tiene su peso en la elección, porque tiene una calidad tremenda. Y es que para alcanzar una resolución Super Retina XDR display de 460 puntos por pulgada necesita 3.606.840 píxeles (2.796 x 1290). Pero el motivo fundamental es la cámara.
Los 120 milímetros son una distancia focal excelente para retratos a distancia, sin que estorbe la cámara. Otro tanto ocurre para fotografía deportiva y también para capturar detalles. El sensor es un 25% mayor que en la versión anterior y, a pesar de los 120 milímetros equivalentes, se permite una luminosidad única: f/2.8.
Para lograr meter ese 5x en el iPhone, han recurrido a un nuevo diseño del prisma: el tetraprisma
Para lograr meter ese 5x en el iPhone, han recurrido a un nuevo diseño del prisma: el tetraprisma. La luz se refleja cuatro veces dentro del prisma lo que crea una separación mucho mayor entre la lente y el sensor.
Una fotografía a distancia implica un efecto multiplicador del movimiento de la cámara. Sería muy complicado realizar tomas a pulso con un móvil y sin trípode cuando las condiciones de luz o por el movimiento del objeto no sean idóneas. Por ese motivo, la cámara tele del Pro Max se apoya en un sistema de estabilización mejorado que se mueve en tres direcciones y permite hasta 10.000 microajustes por segundo. Comparándolo con el 14 Pro Max, es el doble.
Dentro de los iPhone hay abundante tecnología, pero una de las grandes virtudes de Apple es hacer que las cosas funcionen de manera transparente para el usuario.
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