Xiaomi, al asalto

La presentación del nuevo móvil Mi 11 ha sido una nueva escenificación de la ambición de Xiami de consolidarse y desplazar a Apple como segunda marca más vendida.

Mientras Huawei continúa en su laberinto y lucha para reinventarse como compañía tecnológica sin perder su posición como fabricante de móviles y líder en 5G, Xiaomi intenta sacar el mayor provecho de la situación.

OPPO, Vivo… y, sobre todo Realme, no se lo están poniendo nada fácil. Lo que parecía una sucesión lógica de que cada paso atrás, cada peldaño que perdiera Huawei lo recuperaría Xiaomi, se complica por la fortaleza del resto de participantes. De hecho, parece que Realme es quien mejor provecho está sacando de la situación con crecimientos espectaculares en medio de un mercado plano con tendencia a la baja durante la pandemia en móviles.

Pero, ¿qué hay de nuevo en Xiaomi? Dos productos y la actualización de su interfaz, MIUI. Lo más importante, sin duda, a lo que han dedicado 45 minutos de presentación, ha sido el Mi 11, el nuevo terminal estrella de la compañía. Un móvil que han comparado descaradamente en varias características, como pantalla, cámara o batería, ni más ni menos que con el equipo más exitoso del momento, el iPhone 12 Pro. En el resto de características se han comparado, en general con “la competencia”. Y siempre, siempre, han ganado. Normal en una presentación.

Pero es que el Mi 11 puede presumir de contar con el mismo equipamiento de lujo que el Galaxy S21, por ejemplo. Cuenta con una pantalla AMOLED de 6,81 pulgadas de resolución WQHD+ (3.200 x 1.440 píxeles), con refresco de pantalla adaptativo hasta 120 hercios, pico de brillo de 1.500 nits, refresco al tacto de 480 hercios, HDR10+… Lo mueve el último procesador de Qualcomm, el Snapdragon 880; es 5G, claro; el frontal y la trasera son de cristal, con la pantalla protegida por la última versión de Gorilla Glass, Victus…

Aunque la estrella de la presentación fue la cámara. No es cuádruple, sino triple. La principal, un gran angular de 108 millones de píxeles de resolución con un sensor bastante grande 1/1,33; un súper gran angular de 13 megapíxeles y un campo de visión de 123 grados y un tele-macro de cinco millones de píxeles capaz de enfocar entre tres y diez centímetros.

Las cámaras vienen reforzadas por una enorme panoplia de modos y apoyos, desde la inteligencia artificial hasta modos nocturnos compatibles con las tres cámaras o estabilizador óptico de imagen.

La batería es otro de los pilares de Xiaomi para este Mi 11: 4.600 miliamperios y carga compatible a 55 vatios con cable y 50 vatios inalámbrica. Además de carga reversible a 10 vatios. Lo mejor es que colocan este terminal con ocho gigas de RAM y 128 de almacenamiento en un precio de 749 euros; si se prefiere pasar a 256 gigas (recomendable), el precio sube 50 euros más: 799.

Y una tele

En una presentación prevista de una hora (algo más) se podía imaginar que iban a mostrar más de un producto. Y casi no lo hacen. El segundo protagonista de la sesión (con permiso de las alabanzas que han dedicado a su propio departamento de investigación y sus laboratorios -parecía que acababan de descubrir las cámaras anecoicas-) fue el anuncio de una actualización intermedia de su interfaz MIUI, que promete consumir menos recursos de procesador y batería.

Y, para demostrar que siguen siendo una firma con un catálogo muy amplio y que añaden tecnologías, han presentado una tele. Pero no una tele cualquiera: han dado el salto al QLED, con el modelo Mi TV Q1 75, de 75 pulgadas, un televisor 4K, de gran pantalla y supuestamente (a falta de verlo) una buena calidad de imagen con un precio de 1.299 euros (precio de lanzamiento del primer día, 999 euros.

Eso sí, parecía que Xiaomi había sido la inventora de los paneles QLED. Si alguien quiere empaparse de cómo son las teles QLED (el líder es Samsung), que vea la presentación en YouTube.